lunes, 10 de agosto de 2020

¿PROGRESISTAS?

Comentario 10/08/2020

¿PROGRESISTAS[1]?

Por: Carlos Alberto Mejía Cañas
Ingeniero Industrial y Administrativo
Http:/reflexiones-de-cam.blogspot.com

 

La confrontación política entre las ideas de derecha, izquierda o centro es normal en todas las épocas de la humanidad y en todo tipo de países, los de economías liberales y democráticas con más apertura de pensamiento y los de economías más centralizadas y autocráticas, con más limitaciones en su análisis y discusión, por que frecuentemente corresponden a partidos únicos y autoritarios.

Existen todas las gamas y tendencias, “colores y sabores”, para decirlo de alguna manera simple, en esto del pensamiento político, su controversia y su aplicación al progreso y bienestar de las naciones y sus pueblos, con modelos económicos, de gobierno y de relaciones entre el Estado y lo privado, de diversos alcances, contenidos y logros. De hecho, en muchos países se ha hablado también de la tercera vía, para significar que no es izquierda o derecha y de la social democracia para indicar que se toman conceptos de un lado y del otro, con un enfoque más de tipo social, pero de respeto democrático.

La Real Academia de la lengua Española (RAE) define el término socialismo como: « Un Sistema de organización social y económica basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes». El socialismo implica, por lo tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y económica. ​ No obstante, hay muchos tipos de socialismos, con mayor o menor énfasis en unas u otras cosas, tal que no existe una definición única que los englobe a todos, siendo la propiedad social el elemento de pensamiento más común compartido por sus diversas formas,​ cuyo objetivo, hipotéticamente, es sortear las ineficiencias y las crisis tradicionalmente asociadas con la acumulación de capital y el sistema de ganancias en el capitalismo.

Por su parte, la socialdemocracia es un tipo de corriente o ideología política y económica que busca establecer el socialismo por medio de reformas gradualistas o apoyando las intervenciones económicas y sociales que intentan promover la justicia social dentro del marco de la economía capitalista y un régimen político que implica el compromiso con la democracia representativa para generar un estado de bienestar.

Sin embargo, en los últimos años los partidos de izquierda más radicales se han autodenominado los progresistas, es decir, teóricamente los partidarios del progreso y del avance en el bienestar. Como contraste, comúnmente se considera que estas corrientes aglutinan fuerzas opuestas al conservadurismo en lo cultural y al neoliberalismo en lo económico. Es decir, y en contraste, los defensores del neoliberalismo apoyan una amplia liberalización de la economía, el libre comercio en general y una drástica reducción del gasto público y de la intervención del Estado en la economía en favor del sector privado, que pasaría a desempeñar algunas de las competencias tradicionalmente asumidas por el Estado. ​ Más concretamente, ese sector privado, conformado principalmente por consumidores y empresarios, sería, en el caso de estos últimos, quienes podrían pasar a desempeñar roles que en determinados países asume y financia el Estado con impuestos del contribuyente.

Pero examinemos esa auto calificación de progresistas a la luz de lo que realmente proponen estos movimientos, ellos se denominan a sí mismos como modernos y solidarios, como si otros no lo fueran o no pudieran serlo también. Su pensamiento político, no necesariamente respaldado por su actuar como gobernantes, es lo que podemos ver en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, para mencionar sólo los vecinos más cercanos en la región.

El ideario de los progresistas incluye, como definición, los siguientes elementos, según se afirma en los textos sobre su pensamiento político, sin que las actuaciones los avalen como ejecución práctica:

Orientados, en general, hacia el desarrollo de un estado del bienestar, la defensa de los derechos civiles, la participación ciudadana y cierta redistribución de la riqueza. ​ En este sentido, el progresismo defiende, en líneas generales, más igualdad económica y social, así como también lo que consideran más avances o progresos en materia sociocultural.

Por otra parte, los progresistas persiguen principalmente la libertad personal, muchas veces privilegiándola sobre la libertad económica de mercado; por ello, fomentan reformas en lo social, lo económico, lo político y lo institucional, con lo cual pretenden profundizar en la libertad del individuo para ampliar sus capacidades dentro de la sociedad.

De esta manera, en lo socioeconómico, el progresismo propone que el Estado o la misma sociedad generen condiciones que permitan a las personas superar la desigualdad social a través de procesos de inclusión social financiados por el Estado. El progresismo tomó forma hipotéticamente como tendencia política de las luchas contemporáneas por los derechos civiles y políticos que dieron vida a movimientos sociales como la igualdad de género, el ecologismo, el laicismo y la sexodiversidad, entre otros, dónde sí se ha evidenciado su influencia.

Sin embargo, viendo sus actuaciones como gobernantes, tenemos que preguntarnos si son verdaderamente progresistas, o, por el contrario, su actuación conduce a un real retroceso de la sociedad y habría que llamarlos, en contrario sentido, los “regresistas o retrasistas”. Estas palabras, no forman parte del diccionario de la RAE, pero hablan por sí solas y describen lo que realmente se logra en los gobiernos con esta orientación: más pobreza, menos desarrollo, perdida de democracia y más privilegios para las camarillas que los lideran. En la práctica lo que generan es retraso social y un regreso al pasado. Bien lejos de la realidad este concepto de la modernidad y la solidaridad que los de ideologías progresistas pregonan, con su autoproclamación como progresistas.



[1] Algunas de las ideas de este texto son tomadas de fuentes como Wikipedia, la RAE y páginas de diversos centros de investigación que pueden encontrase en la web.

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