Comentario 08/11/2021
LOS
MÍNIMOS NECESARIOS
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
Las
elecciones que se avizoran para el próximo año, las cuales empiezan a producir
agitación política, exigen de la reflexión de los ciudadanos para afinar sus
convicciones y creencias con el fin de acertar en la elección de los candidatos
que merecen sus votos. Desafortunadamente, la explosión de candidatos que hoy
tenemos está sumergida en un absurdo juego de ubicaciones de izquierda, derecha
y centro con todos sus intermedios y combinaciones posibles, donde lo que se
analiza no son sus principios y sus programas sino su localización en ese
extraño eje de los llamados extremos políticos de pensamientos democráticos
hasta los radicales y totalitarios.
Diferenciemos
entre principios y programas, para tratar los primeros en este comentario y los
segundos en otro momento. Por principios entendemos el pensamiento director de
la acción y por programas la acción misma. Sin un orden preconcebido o
jerárquico, los que a mi entender deberían ser los principios que los
candidatos expusieran son los que se plantean a continuación, sin ser ellos
exhaustivos, entendiendo que algunos permiten matices de grado, pero no de
dirección:
- La democracia y la separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) son principios esenciales e indeclinables del funcionamiento del Estado.
- La ley, la justicia y sus órganos jerárquicos deben ser confiables, éticos y eficientes. (Actualmente tienen una desaprobación superior al 80% en las encuestas de opinión). La justicia debe ser pronta y cumplida para todos los ciudadanos, sin privilegios para nadie.
- El congreso, la clase y los partidos políticos deben ser también confiables y éticos (Actualmente igualmente tienen una desaprobación superior al 80% en las encuestas de opinión).
- A más del cumplimiento de la ley, los actos y decisiones públicas deben estar rodeados de un principio ético, que genere confianza en la comunidad.
- Todos los sectores público, privado y social deben trabajar bajo el principio del desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente y la neutralidad en la huella de carbono para evitar el cambio climático.
- Sin verdad ni seguridad no hay justicia. La reparación de las víctimas por los victimarios y la no repetición de los delitos son parte esencial e integral de la justicia.
- La familia es el centro nuclear de la sociedad y requiere una defensa prioritaria por todos los estamentos de la comunidad.
- La no reelección debe ser una norma para el sector público, en caso necesario, sólo se permitirá por una vez. No puede haber funcionarios ni cargos “eternos”.
- Combate frontal contra la corrupción y el narcotráfico, sin miramientos ni condiciones.
- La economía de mercado, la libertad de empresa y la iniciativa privada son inviolables, como concepto, sin perjuicio de la moderación de los excesos del mercado por parte del Estado, pero sin ejercer un intervencionismo o dirigismo que inhiba la libertad empresarial. El Estado, a su vez, debe concentrar su actividad a las labores de tipo social (educación, salud, pensiones, bienestar social, etc.), las de desarrollo, las de los servicios del propio Estado a la comunidad, las de seguridad y las de infraestructura, sin invadir campos que corresponden al sector privado ni tratar de ser un empresario más.
- La propiedad privada, tanto como la vida, la honra y los bienes de los ciudadanos son una condición para la convivencia y una prioridad en su preservación por parte del Estado y de toda la comunidad.
- “Vive y deja vivir” pensamiento de Frederich Von Schiller -escritor, filósofo e historiador alemán nacido en 1759- es una máxima de conducta para toda la sociedad, dado que “Mis derechos tienen como límite la ley y los derechos de los demás”, como norma también de buena cultura y norma ciudadana.
- La vida privada es decisión de cada uno, siempre que no afecte los derechos ni la vida privada de los demás. Nunca debe ser una decisión del Estado, de ningún gobierno o de ninguna otra organización, por más importante que sean.
- Política y religión juntas, son una mezcla explosiva y altamente peligrosa.
- La mayor equidad está en la educación y en el acceso a las oportunidades productivas sin restricción de sexo, raza, religión, condición social o política.
Qué bueno sería y que gran aporte a la sociedad que los diferentes candidatos hablen de los principios en que se apoya su pensamiento político a más de sus programas, y que los sustenten, como lo hacía, por ejemplo, el gran hombre de estado Alvaro Gómez Hurtado[1], asesinado vilmente por la defensa de sus principios, muchos de los cuales están reflejados en los comentarios antes dichos.
[1]
Álvaro Gómez Hurtado (Bogotá, 8 de
mayo de 1919, 2 de noviembre de 1995) fue un abogado, político, periodista,
pintor, catedrático, escritor y pensador colombiano. Considerado como uno de
los hombres más influyentes de Colombia en el siglo XX y en toda su historia.
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