Comentario 10/01/2022
A DEFENDER
EL MODELO
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
El
año 2022 en Colombia luce bastante despejado desde el punto de vista macroeconómico
y social por tres razones fundamentales:
1.
Pandemia.
El
proceso de atención de la pandemia ha sido, en general, exitoso y la población vacunada
es cada vez mayor, aunque la conciencia ciudadana se ha relajado con las fiestas
de fin de año, una parte de la cultura de la prevención sigue viva en la mente de
las personas y las autoridades hacen ingentes esfuerzos para reposicionar la buena
costumbre de las medidas higiénicas y de distanciamiento. No estamos exentos de
las nuevas amenazas y variedades de este singular “bicho” del covid 19, que ya parecería
lejano al iniciar el 2022, pero Colombia ha demostrado un comportamiento destacado
y sobresaliente en la adaptación de la comunidad y del sector productivo, comercial
y de servicios a los efectos de la pandemia. Se avecinan nuevas medicinas y tratamientos
anti-covid que alientan a la población a avizorar o, al menos, esperar un panorama
más despejado hacia el futuro.
2.
Recuperación de la economía.
La
economía colombiana se ha recuperado en forma notoria, tanto es así que el crecimiento
del PIB este año (cerca del 10%) se ha calificado como el más alto en los últimos
100 años. Esto no es consecuencia de sólo el rebote luego del decrecimiento del
2020, ocasionado por el paro y la pandemia. Es mucho más que eso, es un crecimiento
vigoroso y robusto en prácticamente todos los sectores de la economía, los cuales,
unos más que otros, pero sin duda en su mayoría con registros positivos. Notorio
el incremento de consumo de bienes durables como vivienda, vehículos y electrodomésticos.
Por supuesto, hay nubarrones como las altas inflación y devaluación, en parte consecuencia
del desabastecimiento interno debido a los fenómenos descritos, como también al
problema del abastecimiento mundial y la llamada crisis de los contenedores.
De
hecho, el crecimiento y los índices de recuperación del país son destacados por
los propios gremios y los organismos internacionales, así como por las agencias
calificadoras de riesgo y las publicaciones económicas mundiales de gran prestigio.
En este escenario, notable ha sido la conducta de los empresarios en enfrentar la
crisis con “pecho y espalda”, sin dejarse agobiar por las dificultades y con gran
consciencia del país y sus necesidades. Con buena disposición favorecieron la última
reforma tributaria del ministro José Manuel Restrepo para la preservación y el incremento
del gasto social en las condiciones de vulnerabilidad que afrontaba un amplio sector
de la población, especialmente la más pobre del país y alguna parte significativa
de la clase media que se había “rodado” a niveles cercanos a la pobreza, en las
complejas circunstancias que atravesaba el país, era la única fórmula segura para
mitigar la situación.
3.
Apoyos a lo social.
El
gobierno nacional, liderado por el presidente Iván Duque, ha hecho esfuerzos increíbles
en ayudar a paliar las contingencias del paro, la pandemia y el descenso de la economía,
como consecuencia híbrida de esos mismos fenómenos y de algunas circunstancias mundiales
como la crisis de los contenedores que ha afectado negativamente las cadenas de
abastecimiento. A pesar de ello y del deteriorado
presupuesto público, con su déficit fiscal y su alto endeudamiento, ha canalizado
más de 23 billones de pesos adicionales a los presupuestos ordinarios para ayudas
sociales a la población especialmente vulnerable, con subsidios a través del ingreso
solidario, a la nómina, a la educación, a la vacunación masiva, a los adultos mayores,
entre otros, y, en general, a evitar la continuidad de la pobreza multidimensional
que se exacerbó durante la pandemia. De hecho,
los índices de desempleo ya han bajado a niveles comparables a los de antes de la
pandemia (cercano al 10%) y la pobreza ha disminuido, dado que muchas actividades
formales e informales se han recuperado paulatinamente y ven con optimismo el año
2022. Ahora, el aumento del salario mínimo en un 10% sí que realza el esfuerzo de
empresarios y gobierno en buscar mayor bienestar y mejor equidad, es todo un espaldarazo
para las familias de menores ingresos.
Sin
embargo, el período electoral nos trae grandes amenazas a nuestro modelo económico,
político y social, el cual se caracteriza, entre otras, por las siguientes cualidades
y ventajas:
- Somos un Estado social de derecho, con democracia, con constitución aprobada, con independencia de poderes, con igualdad de derechos y deberes para todos los ciudadanos.
- Tenemos libertad de mercados, de inversión y de iniciativa privada. Sin pretender que el Estado controle los mercados o sea el sumo director de la actividad económica y de la propiedad de los medios de producción.
- Disponemos de propiedad privada y libertad individual.
- Administramos con cuidado la macroeconomía y la preservación de la moneda sana, como conductas prioritarias del Banco de la República, para evitar la emisión de dinero por el Estado y el gasto monetario sin producción correlativa que lo justifique, sería más inflación.
- Los impuestos en niveles que no ahuyenten la inversión nacional y extranjera.
- Fomento al crecimiento económico por la confluencia de la actividad mancomunada del sector privado, del público y del externo.
- Preservamos las relaciones internacionales con otros países para el desarrollo de mercados externos y el intercambio de tecnología, recursos calificados y capital extranjero.
- Disponemos de elecciones libres y democráticas, con pluralismo ideológico y de partidos políticos, con órgano electoral independiente.
- Existe libertad de opinión y de movilización, así como en las actividades educativa, religiosa, privada y productiva, sin dirigismos del Estado ni de los gobiernos de turno.
- Se rechazan los gobiernos autocráticos y autoritarios, la existencia de camarillas, la sociedad vigila los gobiernos y los partidos políticos, con la libertad de crítica y oposición.
Toda
la anterior recuperación económica y social, frente a la pandemia, durante el paro
y en la crisis de abastecimientos, así como sobrellevar las dificultades del presupuesto
público, ha sido posible por el marco económico, político y social que nos rige,
como se ha descrito. Es posible, además, por el compromiso ciudadano con la democracia,
pero sería impensable en gobiernos de extrema izquierda, de carácter socialista
radical, autoritarios, populistas, demagogos y aún con tendencias procomunistas.
“Ojo con el 22”, afirmaba el Expresidente Uribe, para defender lo que somos y lo
que tenemos, lo que hemos construido con el sacrificio de muchas generaciones, no
lo tiremos por la borda con unas elecciones equivocadas, defendamos el modelo actual,
no improvisemos en nuevos modelos políticos, exóticos a nuestra cultura e inconvenientes
a nuestro bienestar económico y social, con afectación para toda la población.
Lo
que acabamos de ver con la recuperación del país es democracia, gobierno, ciudadanos
y empresarios en acción, todos a una, para el mejor estar de vida de toda la población,
aunque tengamos mucho aún por lograr en términos de superar problemas de inequidad
y pobreza. Esto se superará paulatinamente y, cada vez, mejor con el modelo actual
y no con modelos que han demostrado su fracaso en otras naciones Latinoamericanas
muy cercanas a Colombia.
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