lunes, 12 de septiembre de 2022

EL DÓLAR AL ALZA Y EL PESO A LA BAJA

 Comentario 12/092022

 

EL DÓLAR AL ALZA Y EL PESO A LA BAJA

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

En todos los países se compara la relación de la moneda doméstica frente al dólar americano como un elemento de evolución y evaluación de la respectiva economía, debido a la devaluación de su moneda frente al dólar o la inversa, la revaluación, si la moneda local gana precio frente a la divisa extranjera. Es normal la comparación con el dólar por ser esta la moneda de cambio universal y de reserva mundial, si bien no la única, sí la más frecuente. Muchos países acumulan parte de sus reservas en divisas en este instrumento de cambio, de valor y de pago, bien en las propias arcas de sus respectivos bancos centrales o también en bancos en el exterior. En el caso colombiano hablaremos de la relación peso/dólar americano como representativa de la devaluación o revaluación, según corresponda.

El comportamiento del dólar en los mercados mundiales obedece a muchos factores entre ellos, razones geopolíticas, unas, monetarias, comerciales y cambiarias otras, dónde, por supuesto, el dólar se ha convertido en la moneda de acumulación en tiempos normales o de refugio en tiempos de incertidumbre, por considerarse la moneda fuerte soportada por la Reserva Federal de los Estado Unidos. Es decir, se acumulan dólares por las necesidades originadas en el comercio mundial de bienes y servicios, donde unos países los suministran y otros los adquieren, pagando su valor en la divisa norteamericana.  Además, los flujos de capitales financieros y de inversión forman parte de ese movimiento continuo de divisas por el mundo, por sus sistemas financieros y sus mercados de valores y en los llamados mercados de futuros donde se negocian mercancías con entrega y pago en períodos o plazos pactados. En consecuencia, no podemos afirmar que la moneda de un país fluctúa frente al dólar sólo por razones domésticas, sin embargo, estas últimas suelen tener una gran influencia, veamos por qué, a partir de unos simples ejemplos:

En Colombia, para citar un período de 10 años como ejemplo, el dólar del 5 de septiembre de 2012 se cotizaba a $1.814,06 pesos, y el mismo día de este año 2022, se cotizó a $ 4.466,73 pesos, es decir una devaluación del peso frente al dólar del 157,25% en los diez años. ¿Qué significa?, que hoy tendríamos que pagar 2.46 veces más, aproximadamente, por el mismo dólar. Si a un hijo nuestro que en el 2012 estudiaba en el exterior le girábamos $5.000 dólares semestrales para sus gastos universitarios, pagando $9.070.300 pesos para adquirirlos, si sus estudios fueran hoy, con el mismo valor en dólares para el giro, ello nos obligaría a un pago de $22.333.650 pesos[1]. Si asumimos que el curso es el mismo en su currículo, en la misma Universidad y ciudad, el esfuerzo en pesos colombianos es significativamente mayor, todo por la devaluación, pues nada más ha cambiado. O sea que el ciudadano colombiano ha perdido una gran capacidad de compra en el exterior por ese sólo efecto. Nominalmente podríamos decir que cada vez somos más pobres si continúa la devaluación, como es de prever, y nos comparamos con alguien en el mundo que gane su salario en dólares. Para esos ciudadanos en el exterior su capacidad de compra de productos o servicios colombianos ha aumentado y seguirá aumentando al ritmo de la devaluación que se acumule. Expliquemos ahora un poco las causas internas de la devaluación:

También en el interior de Colombia, la disponibilidad de dólares en un momento determinado favorece su apreciación o depreciación. Si hay abundancia de dólares, su precio pierde valor y, por el contrario, si hay escasez, su cotización se eleva, como en todos los bienes que se comercializan, dado que es también una mercancía que se compra y se vende en el mercado. Ahora bien, otras razones afectan también la cotización del dólar en el país:

  • La propia devaluación: Si históricamente, la devaluación es muy alta, los ciudadanos buscarán refugiarse en dólares para protegerse de cualquier contingencia adversa de su economía, como sucede hoy en Argentina, por ejemplo
  • La inflación: al erosionarse el valor de la propia moneda colombiana por pérdida de su poder adquisitivo, hará que el dólar sea cada vez más caro y habrá que pagar más pesos por cada dólar.
  • La dinámica de la economía: una economía dinámica y creciente favorece el ingreso de divisas y permite que el dólar no pierda valor rápidamente, pero al contrario también sucederá.
  • Los equilibrios macroeconómicos: cualquiera de los sectores de la economía, privado, público o externo, que tenga algún déficit o superávit, buscará financiarlo o ahorrarlo en divisas extranjeras, como una alternativa, generando corrientes de dólares que ingresan o salen del país, afectando su cotización.
  • Las razones políticas: el dólar, como todos los valores económicos, se ven afectados en sus precios de mercado por las condiciones políticas del respectivo país, en períodos de estabilidad se verá un dólar de mejor precio y en períodos de alteración un dólar en sentido contrario.
  • Las percepciones de los consumidores:  los consumidores son grandes influenciadores de los precios de muchos productos, si hay nerviosismo frente al entorno, en general, los precios irán al alza, si hay tranquilidad, los precios tenderán a ser estables, en las divisas también ocurre lo mismo.
  • Pueden existir otras razones como la especulación con los precios u otros fenómenos ocasionales que alteren el precio de las divisas.

Con el ejemplo citado, lo que podemos concluir para la economía colombiana es que ha deteriorado fuertemente su capacidad de compra y pago en el exterior, por la devaluación de su moneda frente al dólar, cada vez somos más “pobres” pues disminuye nuestro poder adquisitivo al comprar en dólares. Lo malo es que al paso que vamos lo seguiremos siendo.

Solamente un manejo macroeconómico prudente, estable y creciente, que permita elevar la productividad de la economía, es decir, más producción en dólares por habitante promedió, conduzca a revertir esta situación, bien porque nos volvamos exitosos exportadores o porque atraigamos divisas por inversión extranjera o turismo, por ejemplo, de tal manera que tengamos más abundancia de dólares para satisfacer su demanda, además, que ésta sea moderada y estable. Por dónde vamos, no se ve una revaluación en el futuro, más bien se acentuará la devaluación, como la resultante de lo que sucede en el país y más si suprimimos o aminoramos fuentes de divisas, como las provenientes de los hidrocarburos en forma temprana y sin sustitución próxima.



[1] La devaluación aumenta la inflación por los bienes o servicios importados. Sin embargo, si la inflación del país, por otras razones internas, ha erosionado aún más el ingreso de los ciudadanos, la situación de pesos necesarios para el giro se complicaría aún más.

 

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