lunes, 30 de enero de 2023

LOS CICLOS Y EL PÉNDULO

 Comentario 30/01/2023

 

LOS CICLOS Y EL PÉNDULO

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Las principales variables macroeconómicas y entre ellas, por ejemplo, la más importante, el crecimiento del producto interno bruto PIB de un país, suelen tener patrones de conducta en el largo plazo que son más o menos característicos y que se repiten a través de un periodo amplio de años, salvo que algunos fenómenos sobrevinientes e inesperados desvíen su conducta general. En igual forma, los sectores económicos, individualmente considerados, también presentan comportamientos fluctuantes a través de los años. Hablamos de períodos de expansión o de decrecimiento, alternativamente, por ejemplo, en la construcción o en el sector agrícola. Por consiguiente, los ciclos económicos son oscilaciones crecientes o decrecientes alrededor de la tendencia secular que presenta la variable en observación y cuya duración puede tomar varios años. En el caso de la macroeconomía, cuando los crecimientos son negativos y persistentes a través de varios períodos se habla de situaciones de recesión. Como es obvio, contrario a la recesión es la expansión que se presenta si hay una buena dinámica en al menos un número significativo de sectores económicos, lo cual tiende a afectar favorablemente a otros, y viceversa.

En muchos sectores económicos se observa, por ejemplo, que su demanda es cíclica, si bien su tendencia secular puede ser creciente o decreciente en el largo plazo, según corresponda. Para citar un solo ejemplo, se afirma que la construcción de vivienda obedece a ciclos económicos, donde se presenta una expansión de la demanda, la cual conduce a una paulatina y creciente oferta de vivienda en un período amplio de tiempo. Todo este fenómeno termina generalmente en la elevación de los precios de la vivienda por el exceso de demanda. Los precios altos estimulan la oferta, pero desalientan la demanda y, al final, sucede una mayor oferta de vivienda disponible frente a la demanda real que se desalienta, el ciclo se desacelera y en ocasiones se vuelve negativo o recesivo.

Pues bien, en materia política y de manejo del Estado ocurren situaciones semejantes a través de gobiernos que se suceden en el poder, los cuales, genéricamente, llamamos de izquierda o de derecha, en un movimiento pendular, donde por unos años gobiernan las tendencias de derecha y en los siguientes, las de izquierda, o viceversa. Por movimientos de centro o de derecha entendemos las tendencias políticas que desarrollan el concepto del capitalismo democrático como modelo de gobierno, esto es, concede preponderancia al sector privado como motor del desarrollo y el crecimiento económico y social (más que el sector gobierno) y se relacionan con el resto del mundo en condiciones de economía abierta, pero, en lo posible, regulada según tratados y convenios.

El papel de los órganos del Estado es el de atender los sectores prioritarios como defensa y seguridad, así como también el bienestar social y la prestación de los servicios del Estado a través del ejecutivo, el legislativo, el judicial y los órganos de control. Frente a la economía del sector privado ejercen un papel de supervisión para que se mantenga en el cauce de los mandatos constitucionales y legales, sin desbordar los principios de la sana competencia y de la cabal aplicación de la democracia. La determinación de los personajes públicos o de decisiones que afectan la constitución es democrática y popular a través de elecciones, referendos, plebiscitos o asambleas constituyentes.

Los movimientos de izquierda, por el contrario, practican como filosofía política el socialismo de estado, según el cual el desarrollo y el crecimiento del país dependen más del Estado que del sector privado y por lo tanto es éste quien funge como promotor y gestor de la economía a través del control directo de muchas actividades económicas, políticas y sociales, más allá de la defensa y la seguridad. La iniciativa privada queda relegada al direccionamiento del Estado y sus órganos de funcionamiento. En este modelo, los gobernantes suelen adquirir poderes omnímodos, que los convierten en gobiernos de corte autocrático.

Bajo el concepto del socialismo de estado se amparan, frecuentemente, gobernantes que tienden a perpetuarse en el poder para lo cual paulatinamente anulan los derechos y facultades democráticas y de elección popular, afectan el equilibrio de poderes, concentrando el gobierno en unas pocas manos, porque conceden al mandatario de turno amplias facultades de acción y decisión, muchas veces más allá de la propia constitución la cual es interpretada según su conveniencia. Un ejemplo de perpetuase en el poder lo hemos vivido o estamos viviendo con los hermanos Castro en Cuba o con Maduro en Venezuela.

Modelos de capitalismo democrático se practican en las economías más desarrolladas como las de Estados Unidos, Francia, Alemania, etc., como también en economías menos desarrolladas como Colombia, Perú o México, por ejemplo. Por su parte, modelos de socialismo de estado se practican en países de mayor desarrollo como Rusia o China, por ejemplo, o de menor desarrollo como Venezuela, Nicaragua o Cuba, para citar los casos más cercanos. Desafortunadamente, tanto en los modelos económico-políticos del corte del capitalismo democrático como los del socialismo de estado pueden presentarse fenómenos de corrupción y clientelismo, abusos de poder y pérdida de los pesos y contrapesos que están creados constitucionalmente.

Si la economía presenta ciclos económicos, la política genera movimientos pendulares cuando los gobiernos de cada tendencia no hacen bien su tarea o abusan de sus funciones y terminan en el desencanto de sus pueblos y en el deseo de tener un modelo de gobierno distinto. Véase como referencia lo ocurrido en los años recientes en los países latinoamericanos en los cuales subsecuentemente han pasado de gobiernos de derecha a izquierda y viceversa. Como ocurrió en Argentina con los gobiernos Kirchner (socialistas) y la llegada de Macri al poder (capitalismo democrático), con la subsiguiente retoma del poder por Alberto Fernández (de nuevo socialista). En Colombia, después de un largo período de gobiernos con enfoque de capitalismo democrático, ahora llega el primer gobierno de izquierda radical de corte socialista del estado. Veremos que sigue más adelante y si el péndulo vuelve a girar en sentido contrario.

viernes, 20 de enero de 2023

EL PROBLEMA DE LAS PENSIONES

 Comentario 23/01/2023

 

EL PROBLEMA DE LAS PENSIONES

“Primero renuncio antes de subir la edad pensional”, presidente Gustavo Petro.

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Una pensión de jubilación corresponde al pago que se recibe al concluir la vida laboral, como resultado del ahorro acumulado durante la etapa productiva (son los aportes más los rendimientos generados), el cual es depositado en una “cuenta individual” a nombre del titular donde se registra toda su historia como cotizante, es decir el valor cotizado en cada período y el número de semanas cotizadas, con la fecha de su pago. Los aportes pueden ser del propio trabajador o del trabajador en conjunción con su empleador, si se trata de contratos formales. La persona puede solicitar la pensión después de cumplir 57 años las mujeres y 62 los hombres, siempre y cuando se cuente con el capital suficiente para la financiación de una mesada pensional que sea igual al 110% del salario mínimo legal vigente y se haya cotizado el mínimo de semanas requeridas por la ley, como caso general. En caso contrario, recibe la devolución de su dinero y sus rendimientos u otras formas de pago especializadas.

En Colombia coexisten dos regímenes con características diferentes, si bien ambos pretenden facilitar el ahorro para formar la pensión del jubilado. El primero son los Fondos privados (AFP Porvenir, Colfondos, Protección y Skandia creados a partir de 1993 con la ley 100) en los cuales los beneficiarios se pueden pensionar con 1150 semanas, más o menos 23 años de cotización, a través del Fondo de Garantía de Pensión Mínima o por su capital ahorrado. En un fondo de pensiones no hay una edad mínima para pensionarse, se pueden pensionar cuando se disponga de un capital suficiente para financiar la pensión, independientemente de la edad. En Colpensiones, fondo público creado en 1946 como el Instituto de los Seguros Sociales (ISS) y luego transformado en el 2007 en Colpensiones, en el cual se requieren 1300 semanas de cotizaciones, más o menos 26 años de contribución a la pensión, o sea tres años más para pensionarse con un salario mínimo, con el lleno de los requisitos de edad.

Colpensiones es un sistema con importantes subsidios del Estado, por lo cual las personas de altos ingresos buscan dicho fondo, dado que entre más se gana más alto será el subsidio. En cambio, las personas con pocas probabilidades de conseguir una pensión en Colpensiones se van más por el régimen de ahorro individual, porque ofrece más rendimientos, son menos semanas y, en caso de no pensionarse, la devolución de saldos es 10 veces mayor que la devolución que les daría Colpensiones. Los faltantes de Colpensiones en el pago de las mesadas pensionales por insuficiencia en los ahorros del individuo o los subsidios que se otorgan a las pensiones y a la población vulnerable son financiados por el Estado como parte del presupuesto nacional, esta es una obligación del Estado, no es un beneficio discrecional.

El problema es que el número de pensionados en Colombia es muy bajo frente al potencial actual y futuro de “jubilables”. De acuerdo con la Superintendencia Financiera, con corte al 27 de octubre (2022), en el país hay 25,3 millones de colombianos vinculados al mercado laboral que están afiliados al sistema pensional. De este total, 18,5 millones (73%) están inscritos en alguna de las cuatro Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), y 6,78 millones están en Colpensiones. Sin embargo, el número de pensionados es mayor en Colpensiones, con 1,56 millones de personas a noviembre de 2022; frente a las AFP, que acumulan 270 mil personas. Esta diferencia es explicable al considerar la antigüedad de operación de Colpensiones frente a los Fondos. Sin embargo, algunos especialistas afirman que, al ritmo de crecimiento de los Fondos privados versus el público, el número de afiliados pensionados se igualará en unos 15 años. Los fondos privados administran actualmente cerca de $320 billones en inversiones que favorecen el desarrollo nacional público y privado. Los Fondos realizan inversiones permitidas por un marco prudencial de rentabilidad, plazos, diversificación y riesgos apropiados, en montos con límites especificados; estas instituciones son vigiladas con gran rigor por la Superintendencia Financiera.

Colpensiones debería seguir la misma línea de inversiones que los fondos privados para tener siempre disponibilidad para los pagos pensionales, porque si sus recursos se emplean con fines diferentes a las pensiones y en el beneficio pensional de sus acreditados beneficiarios, se acumularán faltantes cuantiosos que deben ser cubiertos por el Estado con los impuestos de los ciudadanos, es decir, con pago por parte de la comunidad.

En Colombia, solo el 24,8% de la población en edad de jubilación recibe una pensión contributiva. 30,6% de los hombres en edad de jubilación están pensionados, mientras que solo el 21,3% de las mujeres recibe este beneficio. ¿Cuál o cuáles son la razón o las razones? Evidentemente, la precariedad en el empleo, la informalidad, la falta de oportunidad de mayor empleo, pero, además, los problemas de cultura de ahorro y consciencia sobre la vejez. Lamentablemente, para muchos colombianos la vejez y sus limitaciones no son una prioridad, además, también tienen la reflexión que las cotizaciones para la pensión son una contribución que no se requiere, absurdo, pero es así.

Como se observa, las pensiones son un tema muy sensible en lo social y con gran impacto económico, máxime al considerar algunos hechos relevantes presentes y futuros:

  1. Pocas personas acumulan durante su vida activa productiva las suficientes cotizaciones y semanas para formar una pensión. Aún trabajadores formales que rotan sus trabajos, frecuentemente, terminan por limitar el número de semanas cotizadas por períodos de inactividad entre los oficios que desempeñan.
  2. Son demasiados los trabajadores informales, los cuales, o bien no cotizan, o sus cotizaciones son muy bajas y ocasionales (aproximadamente 60% de la población ocupada es informal).
  3. También, las profesiones liberales (abogados, contadores, ingenieros, etc.) que no tienen un empleador a cargo, deben cotizar en forma independiente por el 100% del valor de la cotización.
  4. La esperanza de vida de los colombianos se ha extendido a través de los años y hoy, en promedio, es de 78 años, pues se dispone de mejor calidad de vida. Esto significa mayor período de uso del beneficio de la pensión si se goza de él, además, si en el caso de muerte del titular de la pensión, se extiende el derecho a cónyuges y sobrevivientes menores, mucho más prolongado es el período de duración del beneficio pensional.
  5. La pirámide poblacional en Colombia, como en todo el mundo, está cambiando para que cada vez tengamos más población de adultos mayores y menos de jóvenes, dado que las tendencias de fecundidad, esperanza de vida y mortalidad se han modificado a través de los años. El esquema de prima media que administra Colpensiones, basado en la supuesta existencia de menos adultos y más jóvenes cotizantes que aporten para financiar la carga pensional de los mayores, se verá, finalmente, comprometido en su estabilidad y capacidad financiera, por estas y otras razones como por ejemplo el cambio de los oficios debido a la tecnología, salvo que el Estado asuma la totalidad de estas obligaciones, lo cual se traducirá en mayor déficit fiscal y una carga impositiva adicional para todos los ciudadanos.
  6. Como se observa, los ahorros pensionales no son fondos públicos, son ahorro privado formado por los cotizantes a través de su vida activa productiva, por lo tanto, no están sometidos a las veleidades del poder autoritario de algunos de los gobernantes, quienes quieren emplearlos en gastos públicos o sociales o en la financiación de inversiones realizadas con criterio político, lo cual, si así fuere, sería una expropiación, un abuso de poder y un hecho contrario a la ley y a la propiedad privada.
  7. El costo del gasto en pensiones le cuesta al Estado la cuarta parte de sus ingresos actualmente (equivalentes a 4.1% del PIB), y viene el crecimiento en el número de adultos mayores para los próximos años. Ni hablar de lo que significaría, en términos presupuestales y de gasto público, una extensión de la cobertura de pensión a no cotizantes e informales como ofrece el gobierno de Petro, todo pagado por cuenta del Estado, es decir, de todos los ciudadanos que pagan impuestos y contribuciones.
  8. Temas como el número de cotizaciones, su valor, la edad de jubilación y los beneficios pensionales, a más de la baja cobertura de esta previsión, son materia obligada para los gobiernos, los sindicatos, los partidos, el Congreso, las demás instituciones, las empresas y las ONG, para su revisión y actualización en forma realista y no populista, para poder ser viables y financieramente sostenibles. Estos temas no se deben manejar con ideología o controversia política, son temas esencialmente técnicos con enorme impacto social.

Los problemas de las pensiones son lo suficientemente complejos como para someterlos, adicionalmente, a una carga de ideología de izquierda que pretende menospreciar los fondos de pensiones privados y ensalzar el fondo de Colpensiones. La reforma pensional del Gobierno Petro está enderezada en esta dirección, con los famosos pilares de ahorro hasta cuatro salarios mínimos legales en el Fondo público, pero sabemos que menos del 3% de la población ocupada (asalariados e independientes) ganan más de ese salario. Por esa vía, en el tiempo desaparecerán los fondos de pensiones privados y sólo quedará el fondo del Estado, es decir, Colpensiones.

De nuevo, con Petro, siguiendo su ideología, se busca más Estado y menos privado, como es la máxima de gobierno de la izquierda radical. Hay que mirar lo que ha pasado en otros países Latinoamericanos (Argentina, Chile, por ejemplo, etc.) con los Fondos de pensiones privados, con el modelo que quiere implantar Petro, para que veamos cómo ha terminado la estatización del ahorro privado pensional y en qué han parado las pensiones de los jubilados. Hay que evitar que Petro haga lo que se propone con las pensiones a toda costa. Es perjudicial para el país, aunque parezca conveniente para su ideología.

 

 

domingo, 15 de enero de 2023

EL INSONDABLE GOBIERNO DE GUSTAVO PETRO

 Comentario 16/01/2023

 

EL INSONDABLE GOBIERNO DE GUSTAVO PETRO

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

La conducta del presidente Petro y sus ministros, de acuerdo con la evidencia de lo ocurrido durante su campaña y los primeros meses de su gobierno, podríamos calificarla como insondable (poco se entiende) e inestable (cambia continuamente). Veamos:

Aún no tiene un plan de desarrollo que oriente el curso de su acción presente y futura, de hecho, según afirma, lo está supuestamente preparando a través de unas asambleas populares vinculantes, donde cualquier mezcla de demandas de la ciudadanía puede surgir, entre sueños, aspiraciones, necesidades y prioridades locales, las cuales pueden entrar a competir frente a otras demandas locales o regionales diferentes, frente al hecho incontestable de recursos esencialmente escasos. Con ello, no hay unas líneas estratégicas de país, es decir, de largo plazo, que le den un verdadero norte a la nación como un todo y a sus regiones, a sus comunidades e instituciones sobre lo que se debe lograr en forma prioritaria. Tratar de complacerlos a todos es imposible y populista, por el hecho de prometer y no cumplir. Son demasiadas las promesas hechas hasta ahora, en muchos frentes y con muchos subsidios. Vamos a tener un Estado proveedor de subsidios, no de ejecuciones.

Los países que, dentro de un modelo de libre mercado y propiedad privada, han logrado mayor desarrollo, a partir de condiciones de subdesarrollo como las nuestra, tales como los llamados tigres asiáticos, trazaron unas prioridades y dedicaron su mayores y mejores esfuerzos a construirlas. Citemos no más a un Corea del Sur con su avance actual en campos como el tecnológico, el automotriz, el naviero, el agrícola y su comercio exterior abierto al mundo. Allí participamos los colombianos como combatientes en la guerra entre las dos Coreas (1951-1954) y en ese país nos recuerdan con cariño, pero se extrañan de cómo a ellos les ha “rendido” la labor del crecimiento y el desarrollo y a nosotros no. La politiquería, el populismo, la corrupción y la ausencia de prioridades nacionales son buena parte de la explicación de lo que nos sucede.

La reforma tributaria que recaudará 20 billones de pesos adicionales, aún no se sabe, a ciencia cierta, en qué y cómo se va a aplicar, fue defendida en la sustentación en el congreso, como urgente y necesaria para apalancar el gasto social y el déficit fiscal, pero su aplicación no está determinada todavía. Al parecer su utilización es a punta de casuística. A última hora apareció, con cargo a esos recursos, el subsidio al SOAT, que era un “incendio con gasolina” que estaba oculto detrás de la falta de amparos con SOAT por los conductores del país en su gran mayoría, y ante los continuos incidentes de tránsito, principalmente de las motos, como vehículos de alto peligro y poco control, con ausencia de educación para su correcto y prudente uso. Está en ciernes, también, la congelación de las tarifas de peajes y la moderación de precios de energéticos y de combustibles. Ya aparece la tragedia en el Cauca (Rosas) que también demandará ingentes recursos y no se sabe cuántas más urgencias irán surgiendo por necesidades o por prioridades políticas.

El programa del cambio del gobierno Petro es un bulto de anzuelos, difíciles de desenmarañar, porque, primero, según el gobierno, todo hay que cambiarlo, lo cual no es una buena idea por aglomeración de prioridades y escasez de recursos humanos, técnicos y presupuestales, todos terminarán jalando para su lado y nada tendrá cabal ejecución en el año 2023 que se espera sea especialmente difícil en lo económico y lo social. Segundo, cada ministro trae su reforma y para cada uno de ellos es natural que la suya sea la más importante y necesaria, y todas van a tramitarse conjuntamente: las reformas, rural, la política, la de pensiones, la de salud, la de minas y energía, la de educación, las laborales, las regionales, las del nuevo ministerio de la igualdad, la reestructuración de las fuerzas militares y de policía, las de la justicia, las de combate al narcotráfico y la no extradición, y muchas otras, etc., etc.

Aún no conocemos muchos detalles sobre el texto de esas reformas, lo conocido, hasta ahora, como intención de cambio en todas esas materias, es una transformación radical y traumática para el país, tiene mucho de ideología social, pero no consulta otros criterios de viabilidad, financiación, oportunidad y conveniencia. Son una verdadera contravía con el statu quo en cada una de esas actividades sensibles. Como en cualquier decisión política y legal que produce profundas modificaciones y que implica nuevos riesgos, la aplicación debería ser muy moderada y paulatina. Pero baste ver las afirmaciones y declaraciones de los funcionarios del gobierno relacionados con cada uno de los temas, están llenas de “ires y venires”, controversias y contradicciones, imposiciones (verdad revelada), lo cual, en vez de orientar, confunde, genera incertidumbre y, en algunos casos, miedo a lo que sigue y lo que va a pasar.

La paz total, con “negociaciones, sometimientos y acogimientos” con delincuentes de muchos tipos, con narcotraficantes, con disidencias y con quienes dicen tener convicciones políticas contrarias al Estado de derecho, si bien tenemos un gobierno de izquierda cercano a ellas y el supuesto “acuerdo” de cese al fuego bilateral con cinco grupos delincuenciales, cada uno de ellos con las más disímiles conductas y motivaciones, es un potencial fracaso y va a terminar por ralentizar la anhelada paz; la cual, en esos términos, como concepto es loable, pero como ejecución, es compleja, de difícil financiación, verificación y aplicación, y en forma simultánea todos esos “sabores” juntos, peor, como dijera el propio Roy Barreras, presidente del Senado y miembro notable del partido de gobierno, es un “salpicón” difícil de “tragar”.

Frente al nuevo ministerio de la igualdad, ¿se requiere un nuevo y costoso ministerio para garantizar el cumplimiento de la ley, cuando existe todo un aparato estatal para hacerla cumplir. El derecho de igualdad y equidad es parte de nuestra constitución nacional y debe ser respetado y acatado por todo tipo de organismos, instituciones y personas, como rezan los artículos de la constitución que se mencionan, así:

Artículo 5. El Estado reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona y ampara a la familia como institución básica de la sociedad. Artículo 7. El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana. Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptara medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que, por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.

Todo eso y mucho más forma parte del insondable e inestable gobierno de Gustavo Petro.

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...