Comentario 24/07/2023
PRODUCTIVIDAD
VERSUS SUBSIDIOS
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
“La
verdadera transformación de las economías surge de la productividad”
Peter
Drucker destacado consultor y profesor mundial en temas de administración.
Una
persona de amplio reconocimiento en el país es, sin duda, la economista y
política Cecilia López Montaño por sus ejecutorias en diferentes cargos
públicos en los cuales se ha desempeñado, como ministra de Agricultura,
ministra de Medio Ambiente y directora del Departamento Nacional de Planeación.
Se desempeñó, además, como senadora de la república para el periodo 2006-2010.
Fue precandidata a la presidencia de Colombia por el Partido Liberal para las
elecciones de 2010. Desde agosto de 2022 hasta abril de 2023, se desempeñó como
ministra de Agricultura y Desarrollo Rural en el gobierno de Gustavo Petro. No
estamos hablando, entonces, de una persona lejana al conocimiento cercano, a la
experiencia profunda y a la reflexión pausada, a sus 80 años, sobre los temas
fundamentales del país.
En
una interesante entrevista concedida a EL Tiempo el 25/06/2023, la Dra. López
Montaño, entre diversos temas analizados, se refirió al enfoque de gobierno del
presidente Petro con relación a los subsidios que forman parte fundamental de
su enfoque social -subsidios para todo- como solución a los problemas
esenciales de tipo social y también se refirió al tema del medio ambiente. Afirma
la Dra. López Montaño en forma asertiva y contundente:
“Los
esfuerzos se deberían concentrar en aumentar el gasto público para mejorar la
capacidad productiva. ¿Cuál es el peligro? Que los subsidios se vuelvan una
trampa de la pobreza. Estos no aumentan la producción y llegan a unos avivatos,
que se aprovechan y se los roban. Hay que construir una capacidad productiva,
que las personas sean capaces de insertarse en el sistema del desarrollo del
país”.
Más
adelante, afirma, también:
“Con
los subsidios hay que tener mucho cuidado, de lo contrario creamos más
vulnerables. No fuimos capaces de crear una clase media de los que salieron de
la pobreza y consolidamos el papel de la mujer como cuidadora. Entonces, creo
que los subsidios no pueden ser la política social, esa tiene que ser la mejor
educación, la mejor salud, capacidades productivas y empleo. De lo contrario
convertimos a las personas en profesión: ser pobres”.
Por
último, afirma, al hablar del cambio climático y el impacto en los sectores
productivos del país (industriales, agrícolas y de servicios) sobre las
políticas del gobierno al respecto: “Y otro problema que estamos creando es el
discurso que estamos echando, que es el de los países ricos, el de la
mitigación, cuando nosotros tenemos una huella (de carbono) mínima”. Se refería
a que Colombia no es, por sí mismo, un gran generador de CO2, y por el
contrario su vegetación es un gran contribuyente en el mundo a la mejor calidad
del medio ambiente.
Algunos
comentarios sobre sus reflexiones:
Efectivamente,
la política de subsidios tiene dos impactos negativos, el primero, como se ha
visto en todo el mundo, es que el receptor del subsidio tiende a volverse
dependiente del mismo y por lo tanto a no buscar otras alternativas propias
para desarrollar su propia productividad, con los conocimientos o habilidades
que pueda tener o desarrollar con el apoyo del Estado, sino a vivir del
subsidio, aunque esto signifique privaciones o carencias en otros elementos de
su progreso y bienestar.
El
segundo es que se genera una sumisión mental entre el subsidiado y el
“subsidiador”, lo cual crea sesgos políticos o culturales inconvenientes y
duraderos, que frecuentemente se transmiten por tradición entre los miembros
sucesivos de las familias. Los subsidios, en consecuencia, deben ser temporales
y ocasionales, ante verdaderas emergencias, pero no son la solución del
problema, la verdadera superación de las dificultades está en crear
capacidades, como afirma la Dra. López Montaño. Todos sabemos que el hecho
transformador de la realidad de las personas, de su progreso y bienestar es,
por excelencia, la educación, la cual potencia sus competencias y habilidades,
el énfasis debe estar allí, no en los subsidios, per se.
Si
bien el tercer comentario va enderezado en otra dirección, como lo es el
cuidado del medio ambiente, las reflexiones de la exministra también son
certeras, no podemos aspirar a soluciones del primer mundo en un país poco
desarrollado y con grandes limitaciones debido a la pobreza y a la necesidad de
construir nuevas y propias oportunidades. Colombia no se puede dar el lujo de
pensar que toma la delantera del mundo en la supresión de los combustibles fósiles
y en la restricción a su propia productividad de insumos, bienes o servicios
con privaciones anticipadas y a rajatabla en temas agrícolas, de explotación
minera, de producción industrial o de elementos de prestación de servicios que
no producen graves efectos contaminantes. El cuidado del medio ambiente no será
el que nos sacará de la pobreza.
Los
países menos desarrollados deben asumir la posición de negociar con los
desarrollados algunas compensaciones en obras de mitigación, en temas de
formación o en incorporación de tecnologías no contaminantes para elevar su
propia productividad y potenciar sus capacidades, en resarcimiento de los
impactos en el cambio climático que ellos -los desarrollados- han ocasionado.
Acompañamos, en este sentido, la iniciativa del presidente Petro de invitar al
mundo desarrollado y a los organismos financieros internacionales a cambiar
deuda externa por acción climática, de tal manera que el problema ambiental sea
un compromiso de todos, no sólo de los que más lo padecen, que son,
lamentablemente, los países más pobres.
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