Comentario 29/04/2019
LOS MODELOS DE DESARROLLO
ECONÓMICO Y SOCIAL
Por: Carlos Alberto
Mejía Cañas
Ingeniero Industrial y
Administrativo
Http:/reflexiones-de-cam.blogspot.com
En el mundo, no todos
los países logran los niveles de crecimiento y desarrollo de la misma manera, ello depende de la concepción sobre los roles
del Estado y del sector privado y de lo abierto o cerrado de su economía.
Además, y por encima de los aspectos macroeconómicos y políticos, está la
voluntad de sus ciudadanos a través de sus valores, su cultura y sus
motivaciones, así como el enfoque de liderazgo y buen gobierno de sus
dirigentes, para obtener niveles de progreso superiores.
Sobre el rol y
desempeño de sus dirigentes, debemos decir que, independientemente de cómo
hayan sido elegidos, existen modelos de gobierno democráticos (ajustados a la
ley, transparentes y participativos), autocráticos (autoritarios, totalitarios,
con cumplimiento acomodado de las leyes) y cleptocráticos (corruptos, ladrones,
nepotistas y clientelistas, frecuentemente también autocráticos). Por supuesto
hay variantes sutiles de todos ellos, con fachada democrática, pero en el fondo
autocráticos y/o cleptocráticos. Examinemos cada uno de éstos elementos para
descubrir sus enseñanzas.
Como punto de partida
veamos un primer elemento de análisis, los recursos naturales: por supuesto hay
que reconocer que hay países con mejor dotación de climas, aguas, suelos,
recursos naturales renovables y no renovables, lo cual facilita su crecimiento
y desarrollo, sin embargo, no siempre los países con mejor dotación de la
naturaleza son los que tiene una mejor solución de progreso y bienestar. Hay
países con pobre dotación natural pero quienes, con una gran capacidad y
habilidad la han superado, concentrando su crecimiento en industrias no
extractivas y/o no agropecuarias, sus mayores avances surgen esencialmente de
empresas tecnológicas, de manufacturas avanzadas, de servicios, de finanzas y de
desarrollos científicos.
Los países con mejor
dotación provista por la naturaleza, tienen indudablemente una ventaja
comparativa, pero si no la saben aprovechar o lo hacen inapropiadamente, sus
ventajas pueden llegar a ser sus propias desventajas, al competir en el mundo
con países que, teniendo condiciones similares, hacen un mejor aprovechamiento
de las mismas. Citemos como ejemplo de todo esto el hecho de que Japón o
Israel, no tienen grandes dotaciones naturales, pero sí un progreso científico,
económico y social notable.
Un segundo elemento en
este punto de partida lo encontramos en la globalización de las economías,
donde el mundo está interconectado por flujos de comercio, inversión,
tecnología, información y de intercambio de bienes y prestación de servicios
desde unos países a otros, dados los acuerdos mundiales de comercio, los
regionales o los individuales, suscritos entre diferentes países. En el fondo,
el progreso y desarrollo de un país depende no sólo de su economía interna sino
también de las relaciones de negocios, exitosas y activas, que establezca con
otros países para complementarse y colaborarse.
Genéricamente hablando
los países en su modelo de desarrollo interno pueden tener como fundamento de
su desarrollo económico el Estado por encima del Sector Privado o viceversa y
en sus relaciones con los demás países pueden ser economías abiertas(amplias
relaciones comerciales con otros países) o cerradas. Así, estamos en cuatro
escenarios frente a los cuales mencionaremos algún ejemplo más o menos
característico:
·
Economía abierta con preponderancia del sector
privado: Chile (tiene muchos tratados de libre comercio especialmente con los
países asiáticos y la iniciativa económica la tiene el sector privado).
·
Economía abierta con preponderancia del sector
público. China (su modelo de Estado es comunista-socialista, con un solo
partido político y un férreo gobierno centralizado y totalitario, sin embargo
es un país abierto al comercio exterior y a la iniciativa privada).
·
Economía cerrada con preponderancia del sector
privado: Estados Unidos (en esto se está convirtiendo en los últimos años, con el nacionalismo y el
populismo de Trump, su posición frente al comercio mundial y a los tratados de
libre comercio, sin embargo, la iniciativa económica es fuertemente privada)
·
Economía cerrada con preponderancia del sector
público: Venezuela o Cuba (esencialmente se aislaron del mundo, con gobiernos
totalitarios y cleptocráticos).
Además,
independientemente del modelo económico y político que caracterice a un Estado,
su mayor desarrollo surge, frecuentemente, por la calidad e influencia de sus
dirigentes. Hay países que ven en sus líderes a dirigentes con autoridad,
sabiduría y gran liderazgo, donde la comunidad acompaña su gestión, generando
una convicción y motivación superiores, para lograr realizaciones y
trasformaciones notables en los aspectos económicos, políticos, sociales y
científicos, en ocasiones en pocos años. Pueden mencionarse como casos los de
Vietnam, Taiwán y los demás tigres asiáticos, Uruguay, Korea del Sur, Canadá, entre
otros.
Es cierto, sí, que cada
país es dueño de su propio destino y de la calidad de los dirigentes que elige,
lamentablemente, lo que ha ocurrido en los últimos años es una estela de
gobiernos ineptos, corruptos, fuertemente nepotistas en muchos países, con
resultados catastróficos para su desarrollo y progreso y para el respeto por
las leyes y las libertades ciudadanas. Para no ir muy lejos, los casos de
Nicaragua o Korea del Norte, por ejemplo, se han convertido en gobiernos
autoritarios que quieren permanecer en el poder y que paulatinamente han ido
anulando el ideario democrático, para convertirse poco a poco en fuertes dictaduras.
Y, el peor de todos los
males, se ha vuelto la corrupción de los dirigentes, por donde uno mire, está
presente, tanto en el sector público como en el privado, en todo tipo de organizaciones,
empresas, partidos políticos, medios de comunicación, líderes o dirigentes, grupos
de interés o de opinión, clubes deportivos y actividades científicas y
culturales, por citar sólo unos medios. La corrupción es una verdadera epidemia
para la humanidad, y si bien la historia cuenta que siempre ha existido, en los
últimos años, los casos son por doquier, con influencia transnacional como ha
ocurrido con el caso Odebretch en toda Latinoamérica.
Mientras exista
corrupción de por medio, los países se verán abocados a más poco desarrollo y
progreso por la dilapidación de los recursos públicos y el extra costo que
impone la corrupción en todas las obras públicas o privadas, a más del daño
moral a la sociedad. Igual que el cambio climático está afectando el medio
ambiente de todas las comunidades, la corrupción está erosionando los valores
éticos y la conducta moral en todas las sociedades.
Se requieren líderes
íntegros y con visión de largo plazo para proyectar los distintos países por
sendas de progreso y bienestar, amigables con el medio ambiente, que generen
nuevas oportunidades para todas las comunidades y en todas las latitudes.