Comentario 16/09/2019
LOS LUGARES COMUNES
Por: Carlos Alberto Mejía Cañas
Ingeniero Industrial y Administrativo
http:/reflexiones-de-cam.blogspot.com
Se supone que los candidatos a las gobernaciones y
alcaldías representan ideologías políticas diferentes, unos son de izquierda,
otros de derecha y otros se postulan como de centro. Por su parte, cada uno
dice tener programas de gobierno diferentes, con mayor o menor énfasis en la
educación, la vivienda, la salud, el empleo o el fomento a la ocupación
productiva, el desarrollo social y de infraestructura, la seguridad ciudadana,
la movilidad y los nuevos proyectos relacionados con la administración y la
comunidad.
Sin embargo, son tan sutiles las diferencias entre la
mayoría de ellos, tanto en su programa de gobierno como en el enfoque sobre la
administración pública, que el paisaje se ve cómo lo mismo, se convierte, a
medida que avanzan las campañas, en un conjunto de lugares comunes.
Buena parte de las confusiones surgen porque al enunciar un
tema como prioridad, por ejemplo, el empleo o el fomento a la ocupación
productiva, se hace énfasis en la importancia de ese tema para la comunidad y
la conveniencia de enfrentarlo con decisión para poder mejorar su desempeño o
superarlo, si fuere posible. Por el contrario, poco se aborda el cómo y el de
dónde, es decir, que van a hacer para lograr lo que se proponen, con
explicaciones sensatas, llenas de buena concreción y verosimilitud y además, de
dónde saldrán los recursos para enfrentar tan magna realización.
Es fácil, suena muy importante y genera una gran ilusión,
oír decir a un candidato algo como “voy a crear 200.000 empleos nuevos de buena
calidad y 30.000 cupos nuevos en educación primaria”. Sin embargo, pasan los
períodos de gobierno y los empleos nuevos no se ven, por el contrario crece el
desempleo y las soluciones educativas tampoco aparecen, por falta de
presupuesto o por cualquier otra razón. Además, la ciudadanía tiene poca
disposición al control político del cumplimiento de las campañas cuando se asume
el cago, el asunto se olvida y el tema volverá a aparecer con otro candidato en
otra elección y así sucesivamente…..los candidatos, una vez, en el poder,
frecuentemente, se les “embolata” el programa con el cual fueron elegidos.
Buena parte de esto que ocurre con esos dirigentes, surge
de la problemática de los propios partidos políticos cuyas filosofías e
ideologías se desdibujan al ritmo de los acontecimientos y de las alianzas que
les sean necesarias, aún entre contrarios, para acceder al poder local,
regional o nacional, según sea el caso. Lo importante para ellos es ganar a
toda costa, y aún a costa, valga la repetición, de su propia convicción
política.
Es de común ocurrencia en los organismos legislativos
(Congreso, Asambleas, Consejos) ver “enormes garroteras” en la defensa de
determinado tema, sin embargo, ver las mismas personas en fuertes elogios y
abrazos en el apoyo a otras iniciativas. Parece ser que “lo que nos une puede
ser también lo que nos divida”, cosa difícil de digerir por el común de los
mortales.
Con estas actuaciones, acompañadas del generalizado
fenómeno de corrupción, no es raro entender el rechazo que tiene la ciudadanía por
los políticos y los partidos que los acogen, ya no se cree en ellos, las
experiencias pasadas han sido tan desafortunadas que la credibilidad y la
confianza han sido sustituidas por la apatía, el desinterés y el rechazo. No es
extraña la enorme abstención en las fechas de la votación. Buena parte de lo
que en el fondo sucede es que los partidos han perdido la esencia de su ideología
política, la cual, como camaleones, va cambiando según la necesidad y/o la
conveniencia.
Qué bueno fuera que las exposiciones de los aspirantes a
los cargos de gobierno o representación incluyeran en sus discursos manifestaciones
claras y transparentes sobre temas tales como:
- ¿Cuál es su programa de gobierno y con cual ideología política se identifica dicho programa?
- ¿Cómo esperan ejecutar su programa de gobierno?
- ¿De dónde saldrán los recursos necesarios para ejecutarlo?
- ¿Qué personas formarán parte de su gobierno?
- ¿Qué metas se propone cumplir en cada uno de los tópicos de su programa de gobierno? ¿Por qué se puede creer en ellas?
- Si va a realizar alianzas, ¿con quiénes, por qué y para qué?
- ¿Qué mecanismos de comunicación a la comunidad sobre su gestión va a emplear?
- ¿Por fuera de los organismos de control regional que la ley dispone, tendrá otros mecanismos de vigilancia de su transparencia, legalidad y cumplimiento?
- ¿Al término de su mandato qué mejoramiento notable puede esperar la comunidad, en qué y cómo?
Un candidato idóneo que presente estas ideas tendrá un
enorme arraigo en la comunidad y su futuro político estará más despejado, en la
medida que el cumplimiento de lo prometido se acompañe de su ejecución.