Comentario 18/05/2020
LA IDEOLOGÍA POLÍTICA DEL COVID 19
Por: Carlos Alberto Mejía Cañas
Ingeniero Industrial y
Administrativo
http:/reflexiones-de-cam.blogspot.com
Continúa la pandemia del Covid 19 haciendo estragos por todo tipo de países grandes o pequeños, desarrollados o poco avanzados, con altos PIB per cápita o con niveles insuficientes de este indicador, del norte o del sur, de todos los continentes, afectando severamente las personas, sus trabajos, sus instituciones, sus economías y sus sistemas de salud, sin distinción de credo político, raza, edad, religión, género o status social.
Sin embargo, algunos representantes de corrientes de pensamiento que forman parte de partidos políticos genéricamente catalogados como de izquierda e inclusive representantes de instituciones multilaterales, vienen promoviendo la idea de que el Covid 19 demuestra la invalidez del capitalismo democrático, de la globalización o del liberalismo económico.
Voy a mencionar tres comentarios recientes, para sustentar la anterior afirmación, sin que puedan considerarse como únicos, la revisión semanal de diferentes publicaciones permitirá apreciar otras posiciones semejantes:
Thomas Piketty, connotado economista francés, afirma:
“La desigualdad imperante no responde a casusas económicas, sino políticas o ideológicas que la reafirman, que el Covid 19, no hizo más que exponer la violencia de la desigualdad. La pandemia actual podría acelerar la transición hacia otro modelo económico, hacia una organización más equitativa, más sustentable de nuestro sistema económico internacional”. Tomado de El Tiempo, 17 de mayo de 2020.
Por su parte Alicia Barcena, directora de la Cepal, al examinar las consecuencias del Covid 19 en Latinoamérica, concluye que:
“Llegó en un momento en que la economía mundial se estaba desacelerando. Los niveles de deuda eran históricamente altos, y los salarios y la productividad se habían estancado en muchos países en desarrollo y desarrollados. La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema globalizado”. El Colombiano, 16 de Abril de 2020.
A su vez, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, afirma sobre el coronavirus:
“Está mostrando que la vulnerabilidad o la mortalidad humanas no son democráticas, sino que dependen del estatus social. La muerte no es democrática. La Covid 19 no ha cambiado nada al respecto. La muerte nunca ha sido democrática. La pandemia, en particular, pone de relieve los problemas sociales, los fallos, y las diferencias de cada sociedad”. Tomado de El Tiempo, 17 de mayo de 2020.
Para estos líderes los problemas originados en la pandemia se deben a los enfoques económicos, políticos o sociales de algunos países, más que por la propia enfermedad y su peligrosidad. Estos líderes abogan por un replanteamiento de los principios del liberalismo económico, e inclusive, algunos han llegado a hablar del “fin del capitalismo”, con su libre comercio y su globalización. Deben percatarse, además, que los países de economías socialistas también padecen la pandemia.
Francamente, en mi opinión, lo único que el Covid 19 demuestra es la fragilidad de toda la humanidad ante los fenómenos naturales, como una pandemia, o una catástrofe de magnitudes considerables como las que pueden desprenderse de aspectos geológicos, interestelares o climáticos.
Por supuesto coincidimos con estos pensadores que hay una gran desigualdad y que es necesario cada vez más y en mejor forma avanzar en mayores niveles de igualdad y oportunidad para todos, sin embargo esto sólo lo consigue la libertad empresarial y el desarrollo económico que se crea tras de unas economías dinámicas, abiertas y modernas. No son las restricciones, las ataduras, los gravámenes los que pueden solucionar las problemáticas, quienes pueden lograrlo son precisamente las ideas científicas y las empresariales que se logran con libertad empresarial. Es la iniciativa humana la que podrá crear soluciones económicas y sociales verdaderamente transformadoras. De hecho, muchos de los países con menores desigualdades socioeconómicas son de corte capitalista democrático y gozan de una gran libertad empresarial.
Es cierto sí que se requieren además Estados y Gobiernos con buen liderazgo y proyección para impulsar las soluciones con acciones el progreso económico y crear condiciones de mayor equidad social, pero sin restringir o suprimir la iniciativa privada o cercenar los proyectos e inversiones con ánimo de lucro, éstos, en la medida en que crecen y se desarrollan, generan más progreso también para los públicos relacionados y, por supuesto, para toda la comunidad.
No es por el Covid 19 que nos hemos dado cuenta de nuestras fragilidades sociales y económicas, ya estas estaban antes de manifestarse la pandemia y, es entendible y claramente defensable, que la prioridad de las autoridades en el momento actual se dirija a crear mecanismos de apoyo y subsidio a las clases menos favorecidas y las poblaciones más vulnerables, pero sin constreñir las iniciativas de los empresarios privados.
Con la pandemia todos estamos perdiendo, unos más que otros, pero todos. Algunos, inclusive, no serán capaces de restablecer sus actividades productivas o su ocupaciones habituales, una vez se controle medicamente y científicamente la morbilidad y la letalidad de este peligroso virus, con el cual parece que viviremos por un buen tiempo más. Los daños patrimoniales, sociales, institucionales, anímicos y de salud, se sentirán en todos los estratos sociales, en todas las geografías y en todas economías del mundo.
No es cambiando la estructura socioeconómica desde la
economía de corte liberal y privado hacia una economía estatizada y
centralmente controlada que en ésta o en otras crisis humanas, económicas o
sociales, de cualquier tamaño y condición, los países superarán mejor las
desigualdades, la falta de oportunidades o la carencia de desarrollo económico
y social.
No hay comentarios.:
No se permiten comentarios nuevos.