Comentario 12/10/2021
EL
ORIGEN DEL CAPITALISMO
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
Nota:
los hechos históricos narrados en este documento han sido tomados de diferentes
fuentes disponibles en la web.
El
capitalismo es un sistema económico en el cual los individuos y las empresas
llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante
transacciones en las que intervienen los precios y libre mercado, integrados
por la oferta y la demanda. El principio básico es que las dos variables
interactúan mutuamente, si hay demanda, habrá una oferta buscando satisfacerla,
y si se presenta al mercado esa oferta es por la convicción del empresario que
existe una demanda por satisfacer, de lo contrario no produciría ni ofrecería
sus bienes o servicios.
El
capitalismo, como sistema económico, apareció hasta el siglo XIII en Europa,
sustituyendo al feudalismo. El camino hacia el capitalismo a partir del siglo
XIII fue allanado gracias a la filosofía del Renacimiento y de la Reforma,
movimientos que facilitaron la aparición de los modernos estados nacionales.
Del mismo modo, las expediciones de los siglos XV y XVI fomentaron el comercio,
sobre todo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo. Dos acontecimientos
propiciaron la fundación del capitalismo moderno, en la segunda mitad del siglo
XVIII: el pensamiento de los franceses sobre la necesidad de una baja
intromisión del Estado para el buen desarrollo de la economía y la publicación
de las ideas de Adam Smith en su libro “La riqueza de las Naciones”. Ambas
corrientes apostaban por un orden económico alejado de la intervención del
Estado, un argumento que favoreció el inicio de la revolución industrial, la
cual logró su mayor apogeo en el siglo XIX.
Sin
embargo, las inhumanas condiciones de trabajo que caracterizaron este período
llevaron a que surgieran numerosos críticos del sistema. El primero en
desarrollar una teoría coherente en contra fue Karl Marx, quien atacaba la
propiedad privada de los medios de producción. No obstante, el capitalismo siguió
prosperando para convertirse en el principal sistema socioeconómico mundial de
la época.
La
mayor prueba que tuvo que superar el capitalismo se produjo a partir de la
década de 1930, con la Gran Depresión. Superada esta crisis, la conducta
consumista de la sociedad generó una enorme expansión económica. Sin embargo, a
principios de la década de 1960 la inflación y el desempleo empezaron a hacer
estragos en todas las economías capitalistas. Más adelante, los crecientes
costes de la energía -en especial del petróleo- fueron la principal causa de
grandes recesiones, de nuevo en 2001 y entre 2007 a 2012, en estos períodos
agravadas además por la crisis hipotecaria de los EE UU y por las burbujas de
las punto-com.
La
esencia del capitalismo es, precisamente, el binomio de la conducta del
empresario y la del consumidor, así: el empresario, en la búsqueda de sus
ganancias, crea, innova, desarrolla y produce bienes y/o servicios, los cuales
son la solución de necesidades o aspiraciones para los consumidores, este es un
ciclo virtuoso y continuo que se autogenera sucesivamente a través de otras
innovaciones, mejoramientos y soluciones y, por supuesto, nuevas demandas y
consumos.
Históricamente
en el mundo se han ensayado diferentes modelos de capitalismo, con
características, resultados, ventajas y defectos singulares, en todos los casos
sin apartarse del libre mercado y de la iniciativa privada, así:
Capitalismo
de Estado:
En
ciertos períodos económicos o en ciertos servicios que tienen alta importancia
social o estratégica, si bien los particulares tienen total libertad de
empresa, el Estado se reserva la posibilidad o la efectiva intervención creando
empresas estatales, inclusive, algunas de las cuales pueden llegar a listarse y
cotizar en Bolsa para que los particulares pueden invertir también en ellas. Un
buen ejemplo sería el caso de Ecopetrol en el país. Sin embargo, si demasiadas
empresas estratégicas o de mayor tamaño dependen del Estado hay la tentación de
llegar a un modelo de tipo socialista, más que de tipo capitalista.
Capitalismo
de las Oligarquías:
Este
es el caso de la concentración de la riqueza empresarial en manos de unos
pocos, y detrás de ella el poder, lo cual crea enorme desigualdad y falta de
oportunidades para muchas personas y aún para el buen funcionamiento del
Estado, quien, frecuentemente, se ve presionado o condicionado por los
intereses y poderes oligárquicos. Se habla en muchos países del poder de los
grandes grupos económicos como de naturaleza oligárquica, salvo en el caso de
existir, en realidad, muchos y diversos grupos económicos quienes compiten
ampliamente en los mercados con beneficio para toda la comunidad, no importando
que tan grandes sean.
Capitalismo
de las grandes firmas:
No
es tan poco democrático como el anterior, pero se concentra buena parte de la
economía, de los medios de producción, distribución, comunicación, servicios y
consumos en unas pocas firmas demasiado grandes, frecuentemente
multinacionales, las cuales pueden escapar al control de los Estados y producir
efectos indeseables, si bien hacen aportaciones sensibles y significativas al
desarrollo científico, tecnológico y económico de los países, así como de su
crecimiento económico y social.
Capitalismo
empresarial:
Este es el caso de disponer de un amplio y muy diversificado espectro de firmas con diferentes tamaños y en distintos sectores y geografías. Este modelo es considerado el más exitoso y el que más oportunidades crea, mayor equidad genera y más crecimiento permite desarrollar, con beneficios para toda la comunidad.
Es
bueno advertir y convenir que, no importando el modelo de capitalismo
desarrollado en un país, siempre hay y se requiere la intervención del Estado
para evitar que las leyes del mercado se desborden y afecten la competencia
sana o el interés de los consumidores y por esta vía toda la economía. El
modelo capitalista es, por lo tanto, compatible con gobiernos democráticos.
Pese a las crisis que desencadenan los ciclos económicos recesivos, el
capitalismo, como sistema económico y político, ha demostrado ser un sistema
efectivo, el cual, gracias a la iniciativa privada, el impulso de la
productividad y la competencia, ha llevado el bienestar a muchos países, que se
han adaptado a su modelo y que han generado riqueza, la cual ha permitido
establecer medidas sociales en la búsqueda de condiciones de mayor equidad y
bienestar de toda la sociedad.
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