Comentario 18/04/2022
¿CENTRALISMO
O FEDERALISMO?
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
El
artículo primero de la Constitución Política de Colombia, indica:
Artículo
1°. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República
unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales,
democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad
humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la
prevalencia del interés general. Es decir, somos a la vez una República
unitaria, pero descentralizada, y con autonomía de las entidades territoriales,
bajo el principio de “Centralización política con descentralización
administrativa”. ¿Esto qué significa? Analicemos un poco estos contenidos a
partir de algunas definiciones universales sobre los llamados temas de:
República, Estado Unitario, Federalismo y Centralismo, los cuales son modelos
políticos y administrativos de las Naciones, que rigen en diferentes países,
según su constitución política, comprendiendo primero qué es y en qué consiste
cada uno de ellos y dónde están sus diferencias.
República: La República es un sistema organizativo
del Estado donde el ejercicio del gobierno recae sobre una o varias personas,
elegidas mediante voto popular o parlamentario, por periodos de tiempo
limitados, para representar los intereses de los ciudadanos. La palabra
proviene del latín res publica, que significa 'la cosa pública', es decir, lo
que es común. El sistema republicano nace como expresión alternativa al de tipo
monárquico en el cual todo el poder es ejercido por una persona, generalmente
el rey, de manera indefinida y hereditaria. Sin embargo, actualmente existen
regímenes de monarquías parlamentarias, como es el caso de España, donde el rey
cumple esencialmente un papel representativo y simbólico como jefe de Estado,
pero el resto de los cargos gubernamentales son de elección popular y temporalidad
limitada. En la modernidad, el modelo republicano delinea más claramente el
perfil que aplicamos actualmente en Colombia, con la separación de los poderes
entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial, el cual procura un
equilibrio, tal que asegure la estabilidad del Estado, la libertad, la justicia
y la igualdad. Las primeras repúblicas modernas en Latinoamérica surgen durante
el período de la independencia, dado que las colonias españolas inician en el
siglo XIX una serie de guerras cuyo objetivo era desvincularse de la corona
española para instaurar nuevos sistemas republicanos. Así nacen: Ecuador,
Venezuela, Argentina, Colombia, México, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Panamá
y Bolivia.
Estado
Unitario: El Estado
unitario supone el principio de la centralización política, que se traduce en
unidad de mando supremo, unidad en todos los ramos de la legislación, unidad en
la administración de justicia y, en general, unidad en las decisiones de
carácter político que tienen vigencia para todo el espacio geográfico nacional.
La centralización política no es otra cosa que una jerarquía constitucional
reconocida dentro de la organización jurídica del Estado. Pero esa
centralización política no es incompatible con la descentralización
administrativa, ni con la autonomía de las entidades regionales. Por el
contrario, la tendencia en los Estados unitarios en el mundo contemporáneo ha
sido la de vigorizar tal autonomía. La descentralización se ha entendido como
la facultad que se le atribuye a determinadas entidades públicas regionales
para gobernarse por sí mismas, mediante el otorgamiento de funciones
específicas que son ejercidas autónomamente.
El
federalismo: La
república federal, también denominada Estado Federal, federativo o,
simplemente, federación, es un sistema de organización del Estado conformado
por entidades sociales, territoriales y políticas, conocidas también como
estados, cantones, regiones o provincias, que se asocian y subordinan bajo un
esquema de gobierno federal y gozan de un amplio nivel de autonomía en lo
tocante a su gobierno y legislación. Los sistemas federales generalmente poseen
dos niveles de gobierno, uno federal y otro local, que se coordinan y
complementan en lo relativo a sus atribuciones, facultades y funciones. Todo
ello se encuentra expresado en el marco jurídico de un texto constitucional
común, que recoge los principios legales de los Estados que conforman la
federación.
La
autonomía inherente a la federalización, supone la gestión propia de sus
intereses, es decir, la particular regulación de lo específico de cada
localidad, pero siempre dentro de los parámetros de un orden unificado por la
voluntad general bajo la forma de Constitución o Ley de la Nación. O sea, la
normatividad propia está en armonía con la ley general del Estado, ya que la
parte se ordena al todo, así como lo específico está comprendido dentro de lo
genérico. La autonomía no implica, jurídicamente hablando, total soberanía,
siempre la autonomía hace relación a la coherencia con un género superior,
mientras que la soberanía hace que el ente soberano sea considerado como un
todo, y no como parte de ese todo. Ejemplos de repúblicas federales abundan en
el mundo, como EE. UU. o muchos de los países europeos. En Latinoamérica, por
ejemplo, encontramos los casos de: México, conformado como una federación de 31
estados y un distrito federal; Argentina, con 23 provincias y una ciudad
autónoma; o Brasil, constituido por 26 estados y un distrito federal.
El
centralismo: Se
denomina república centralista al sistema de organización del Estado donde la
acción gubernamental emana y se conduce desde el núcleo de poder central,
generalmente ubicado en la capital del país. Es un modelo diametralmente
opuesto al federal debido a que todas las entidades que constituyen el Estado responden
a una autoridad central, a la cual se encuentran subordinadas política y
administrativamente. Se trata entonces de una situación en la que se les
confiere una limitada autonomía a las colectividades regionales para el manejo
de sus propios asuntos, ésta debe ser comprendida desde un aspecto
administrativo y financiero. En la actualidad son ejemplos de Estado con
modelos centralistas países tales como: Colombia, Chile, Dinamarca, Francia,
Perú y Suecia. Chile es centralista, hasta que su nueva constitución indique lo
contrario.
Desde
hace muchos años en Colombia han existido movimientos en favor de transformar
nuestro modelo de centralista a federalista, ante la complejidad y
concentración de decisiones a nivel central, las cuales no consultan suficientemente
las características y condiciones específicas de las regiones, por estar lejos
de ellas, por un lado, y, por el otro, por corresponder a intereses políticos
no necesariamente coincidentes con los regionales. De hecho, muchos podemos
recordar algunos movimientos ciudadanos, muy fuertes en algunas regiones del
país, en los años 70 y 80 orientados en esa dirección. Todo ello no es extraño
a nuestra historia, Antioquia, por ejemplo, y para citar sólo un caso, ya en
algún momento fue un Estado. Durante la primera independencia de Colombia (la
denominada Patria Boba), la provincia que lleva hoy el nombre de Antioquia ya
se había declarado Estado soberano e independiente, estableciendo también como
su capital a la ciudad de Santa Fe de Antioquia. Este municipio mantendría la
condición de capital de la provincia hasta el año de 1826, cuando fue
trasladada a Medellín. Su territorio correspondía en su mayor parte con el que
luego sería llamado Estado Soberano de Antioquia, quien fue integrante de la
Gran Colombia y posteriormente formó parte de la República de la Nueva Granada.
Aciertan
muy bien Federico (Fico) Gutiérrez Zuluaga y su fórmula Rodrigo Lara Sánchez en
concebir su modelo de país como un gobierno desde las regiones, en un modelo
más de tendencia federalista que centralista. Fico y Rodrigo, como exalcaldes que
fueron, conocen muy bien la complejidad del desarrollo regional, más con la
dependencia de decisiones centralizadas, muchas veces tardías, sin el alcance
necesario, sin los recursos apropiados y frecuentemente contagiados de la
politiquería en los cargos, los contratos, los contratantes y los contratados,
las coimas, la corrupción, las prebendas y los beneficios en favor de algunos,
poco transparentes pero abusadores de los presupuestos públicos. Durante la
campaña electoral y luego en su gobierno, este debe ser un tema central, el
modelo de desarrollo del país con énfasis en: “Centralización política con
descentralización administrativa”, eficaz, efectiva y no corrupta.
Nota:
Los hechos históricos narrados en este comentario son tomados de páginas web.
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