Comentario día 08/11/2022
LOS MODELOS DE DESARROLLO
Por: Carlos
Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial
y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.
Con la confirmación de Lula como presidente del Brasil, es
claro reconocer que la gran mayoría de los países de Latinoamérica tendrán, en
los próximos años, gobiernos de izquierda, algunos de tono moderado como el de
Chile, pero la gran mayoría de corte muy radical, como Venezuela, Nicaragua o
Argentina, por ejemplo. De hecho, varios comentaristas ya llaman a la región la
“zona rosa”, dado que aún se conservan unos pocos gobiernos de derecha como en
el Salvador o Ecuador, por ejemplo.
Tendremos, entonces, la oportunidad de ver en acción dos
modelos económicos, políticos y sociales diferentes, con resultados,
seguramente muy distintos. Sin embargo, hay que indicar que el entorno
internacional es muy agresivo por el deterioro de muchas de las economías
mundiales que han sido motores del crecimiento y del desarrollo, a más de un
ambiente geopolítico de gran confrontación y tensión, y amenazas de muchos
tipos.
Los países latinoamericanos, por su parte, no están exentos
de esas complejidades. La alta inflación, las altas tasas de interés de sus
bancos centrales, precisamente para combatir la inflación, y la depreciación
acelerada de sus monedas frente al dólar, las han puesto en condiciones
macroeconómicas difíciles. Todas estas economías, además, acompañadas por
problemas de déficit fiscal y de balanza de pagos, con desempleo y pobreza
crecientes, polarización política y, también, en unas de ellas, con fenómenos
de violencia armada. Naciones afectadas concurrentemente por grupos criminales,
especialmente de narcotráfico, con sus secuelas y complejidades. No faltan
tampoco los problemas de corrupción y sus respectivas mafias que atentan contra
el buen funcionamiento de los Estados y los Gobiernos.
Ahora veremos en acción los dos modelos de desarrollo, y
podremos analizar sus decisiones, implementaciones y consecuencias. Son en
realidad, no sólo dos modelos de pensamiento ideológicos, sino, y, muy
especialmente, de relaciones entre el Estado y el sector privado.
Así, sin entrar en muchos detalles, los modelos de
desarrollo de los países de la región se han caracterizado por dos enfoques que
se contrastan en sus características y ventajas en cuanto al papel del sector
privado y el del sector estatal. El primer enfoque, el de los gobiernos que tratan
de tener una intervención estatal profunda en la dirección de la economía (los
de izquierda) y en el gasto social o las que, por el contrario, le conceden
preponderancia al sector privado como motor del desarrollo y del bienestar
social y comunitario (los de derecha). Además, hay diferencias en el marcado
respeto por las leyes, la propiedad privada y las libertades ciudadanas en los
gobiernos de corte liberal democrático de derecha, lo cual es menos afianzado en
los de corte estatista y más autocrático de izquierda. En estos últimos, no
siempre el respeto por las leyes y los períodos de gobierno constitucionales
son de feliz cumplimiento.
Además, aunque puede haber populismo de izquierda y de
derecha, los campeones en este campo han sido generalmente los gobiernos de
izquierda, los cuales, para elegirse, han prometido redentoras soluciones de
todo tipo, sin contar con la financiación y la tozuda realidad de las
debilidades y complejidades de nuestras naciones latinoamericanas.
Para no ir muy lejos miremos lo que ha pasado, hasta ahora,
con el Gobierno de Gustavo Petro, quien prometió “el oro y el moro” y ya en la
realidad se le ha ido desmoronando su “castillo”. Mencionemos algunos ejemplos:
1.
Tierras
y reforma agraria: ha sido su principal propósito, el cumplimiento del punto número
uno del acuerdo de paz, según el cual, el Estado debe hacer entrega de tierras
a los campesinos y acompañarlos en su dotación y sistemas de producción
adecuados para volverlas tierras rentables. Petro anunció, con bombos y
platillos, un acuerdo con Fedegan para comprar 3.000.000 de hectáreas, pero ya
su ministra de Agricultura respondió en forma contraria, diciendo que eso era
imposible, que no había ni plata ni capacidad para atender tan compleja tarea, en
todo el país, que, a lo más, una parte, la mitad, se podría implementar, pero
también lo puso en duda. Esta promesa de “democratizar la tierra” ha traído, como
colofón, múltiples invasiones en toda la geografía del país.
2.
Reforma
política: con paz total para los grupos insurgentes, con sometimiento y
acogimiento de las bandas criminales e indulto y amnistía para las primeras
líneas. Ya esta última parte de las primeras líneas se le cayó en el congreso y
la JEP ya indicó que no había cabida para los insurgentes que fueran
reincidentes después del proceso de paz de Santos, léase, Iván Márquez y sus
correligionarios.
3.
En
la defesa del medio ambiente, en la cual todos estamos de acuerdo pues no es
una convicción exclusiva de los de izquierda como tratan de abanderarla, en
forma inopinada el gobierno quería cancelar los nuevos programas de exploración
y explotación de nuevos pozos de petróleo hacia el futuro y gravar con altos
impuestos a las compañías mineras y petroleras actuales, Dos resultados: Ya
tuvo que anunciar que sí podrán estudiarse nuevos contratos futuros, y las
compañías mineras y petroleras ya anunciaron que se incrementaba el riesgo país
y que se hacía poca atractiva su labor en Colombia, como quien dice, que pueden
tocar la retirada. La fuerte pérdida de valor del peso frente al dólar y la “llamada
al orden” de la banca internacional y de los empresarios extranjeros con sede
en Colombia al Gobierno de Petro, lo han hecho recapacitar.
4.
La
reforma tributaria, que ha sido el coco para todos los sectores económicos, por
lo inoportuna y regresiva (en plena antesala de una recesión anunciada por el
propio Petro), la cual se ha presentado como el camino donde los ricos pagan
para favorecer a los pobres (populismo), ya fué “peluqueada” en múltiples
formas, sin descartar que lo que quede y se aplique igualmente hará gran daño a
la economía. Por este tema, los propios partidos que formaron su coalición de
gobierno están tocando la retirada.
Hay
otros temas que podríamos mencionar, pero el espacio es limitado, baste con la contundencia
de los anteriores. Sin embargo, están pendientes temas como la reforma laboral,
con jornada de menos horas, reforma a horas extras y cancelación de contratos
de servicios, entre otras, las cuales ya se avisan como inconvenientes en el
momento económico actual y atentatorias contra la generación de empleo.
Pendiente también está la reforma pensional con contribución de pensión hasta 4
SMLV a través de Colpensiones, lo cual haría desaparecer a los Fondos Privados
de Pensiones. No se ha presentado, pero ya origina toda clase de rechazos.
En fin,
su gobierno, el de Petro, ha estado caracterizado además por la confrontación
política, al sembrar odio de clases, una difusa y confusa campaña contra el narcotráfico
y un nuevo enfoque frente a la extradición que contraviene los acuerdos
internacionales, y no se ven, por ningún lado, las anunciadas campañas anticorrupción
y de austeridad. Por algo será que la imagen favorable de Petro ha bajado 10 % en dos y
medio meses y su contemporáneo Boric en Chile ya tiene el 66% de desaprobación en
menos de ocho meses.
El invierno y el cambio climático pueden alterar también la voluntad y
decisión de los gobiernos de turno en cualquier latitud del territorio
latinoamericano, no todo es ofrecer y prometer sino también cumplir y afrontar
las contingencias.
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