Comentario 23/02/2023
LA
REFORMA A LA SALUD DE PETRO
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
Con
el mismo corte de la reforma tributaria en cuanto a la intención de la búsqueda
de mayor justicia, equidad y acceso a los servicios, ahora el presidente Petro
nos presenta la reforma a la salud, la cual de reforma no tiene nada porque en
sí misma es una refundación del modelo de salud y sus instituciones, quienes
han venido funcionado con relativo éxito durante los últimos 30 años, superada
la etapa del fatídico Instituto de los Seguros Sociales, de propiedad y manejo
del Estado, y su pobre experiencia de una cobertura de sólo el 23% de la
población y con severos problemas de calidad, atención y oportunidad, la más
descarada corrupción, la politiquería y el despilfarro.
Precisamente,
por eso se cambió el modelo Estatal por el modelo de las EPS, donde se invirtió
el esquema para pasar esencialmente al sector privado esta responsabilidad
mediante las Empresas Promotoras de Salud (EPS), como las que conocemos
actualmente, como aseguradoras del riesgo en salud, incluida la Nueva EPS que
es del Estado y a las Empresas Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) con las
clínicas, hospitales, centros médicos, laboratorios, farmacéuticas, médicos y
paramédicos. En este esquema, la ADRES, la Administradora de los Recursos del
Sistema General de Seguridad Social en Salud que es una entidad adscrita al
Ministerio de Salud y Protección Social, con personería jurídica, autonomía
administrativa y financiera y patrimonio independiente, recauda y paga por
persona a las EPS, para que estas administren el riesgo y paguen la prestación
de servicios a los pacientes en las IPS.
Este modelo ha sido esencialmente exitoso por varias razones:
- Se ha logrado una cobertura del 97% de la población, siendo evidente la insuficiencia de esa cobertura en sitios alejados de los centros urbanos.
- La calidad de la medicina y la atención se han considerado por revistas especializadas como las sextas en el mundo.
- La esperanza de vida de los colombianos ha mejorado notablemente, para 1960 era de 57 años aproximada y actualmente se estima en cerca de 78 años. Es evidente que la mejor calidad de vida y la cobertura médica han influido decididamente para esta favorable e importante evolución.
- Aunque existe un régimen contributivo (con aporte del beneficiario) y otro subsidiado (con contribución del Estado), las protecciones, las coberturas, los tratamientos, los accesos y los medicamentos son exactamente los mismos, lo cual constituye la mejor prueba de equidad e igualdad.
- Es cierto sí, que esta experiencia tampoco ha estado exenta de problemas: son muchas las EPS quebradas, con liquidación forzosa, con chanchullos y coimas, etc. Prácticamente, hoy existen la mitad de las que algún día se crearon, son de carácter privado, público y mixto. Y entre las que quedan, también hay enormes diferencias en su solvencia, solidez y calidad en la atención. Hay un reguero de cifras grandes (billones) de deudas que van de la ADRES a las EPS y de éstas a las IPS, todo lo cual ha creado inestabilidad financiera y continuidad en la atención y aún afectación a la supervivencia del sistema. Como actividad económica ser EPS es un negocio complejo y riesgoso, las pérdidas sobrevinientes pueden ser cuantiosas si no se administra muy bien el concepto riesgo y la relación ingresos/costos, como de hecho lo han sido en muchos casos.
- Más del 80% de los colombianos según las últimas encuestas de opinión favorecen con su calificación el servicio de las EPS y lo prefieren, sin lugar a dudas, al antiguo Seguro Social.
- Es conveniente saber que las EPS en su condición de aseguradoras de la seguridad social en salud cumplen tres grandes funciones, a saber:
- Gestión financiera; reciben pagos de ADRES y los emplean para el funcionamiento del sistema de salud, en especial el pago a las IPS.
- Gestión de los riesgos en salud: estudian la morbilidad, la mortalidad, las causas y tratamientos de las enfermedades, pandemias y endemias, medicinas y ayudas diagnósticas, así como los patrones poblacionales y etarios de las enfermedades, en sí mismo hacen una labor científica y de investigación en estas materias.
- Gestión de la red de prestadores de servicios: establecen los contratos, negocian las tarifas, los servicios y los tratamientos de la red de IPS.
En
nuestra opinión, la experiencia de las EPS es buena, se debe mejorar, superando
sus limitaciones y dificultades, pero no sustituirlas, “si funciona, no lo
cambies” dice el refranero popular.
Pues
bien, la opinión del presidente y su equipo del ministerio de salud, el sistema
de salud colombiano es el peor del mundo y lo quiere cambiar en su totalidad
por un nuevo modelo con pretensiones denominadas de salud primaria, preventiva
y predictiva. Pero ¿qué es lo que propone?[1] , veamos:
- Quiere crear unos centros de atención primaria (CAP), de propiedad privada, pública o mixta, a nivel territorial, con cobertura de servicios para 20.000 a 25.000 personas en cada centro, de paso obligado para todos los ciudadanos, que deben empadronarse en ellos según su lugar de vivienda, sin posibilidad de libre elección. Estos centros, atendidos por personal de medicina general, no especializada, son de trámite forzoso para llegar a niveles superiores de atención médica, si las Juntas Médicas del respectivo centro, lo consideran y lo direccionan a la IPS de su escogencia, sea pública o privada. Probablemente por esta vía, y dado que las tarifas a pagar a las IPS serán determinadas por el Estado y serán únicas en su valores y condiciones para todas las IPS, favorecerán las de carácter público para fortalecerlas, mientras las privadas tendrán dificultad para recibir los servicios si las tarifas no consultan sus costos, calidad, instalaciones y modelos de atención. Estos centros tendrán un sistema de información sobre los pacientes único y universal.
- Si las tarifas que fije el Estado no son remunerativas para el sector privado de IPS o centros de atención (CAP), se verán abocadas a no prestar servicios, con lo cual podemos terminar con un sistema de precarios servicios en los centros de atención y en las IPS públicas. Las personas de mayores ingresos buscarán refugiarse en sistemas de medicina prepagada o pólizas de salud para protegerse del mal servicio, si llegare a ocurrir o si quedan definitivamente abolidos los planes complementarios que hoy existen en los servicios de las EPS.
- La ADRES seguirá actuando como recaudadora y pagadora del sistema de salud, pero sus pagos se harán directamente a las IPS, a través de una coordinación con seccionales municipales o departamentales que se crearán. Pero, adicionalmente, será responsable de las funciones que antes cumplían las EPS (financiera, riesgo y red), no se sabe cómo, porque no lo define la reforma. Y alguien lo debe hacer especialmente con los Centros de Atención Primaria y con los pacientes y así mismo, con los contratos y administración del personal médico en dichos centros, cuando le corresponda. Se pretende que además sean contratos formales con todas las garantías laborales.
- Las EPS, quedan prácticamente por fuera del sistema de salud pues todas sus funciones actuales quedan relegadas, las obligan a vender su infraestructura de IPS si la tienen, y sólo les permiten transformarse en centros de atención primaria si lo desean o algunas funciones administrativas menores. Probablemente, no siempre les interesará cumplir estas precarias funciones frente a las que tenían.
- Para los médicos se les creó el aliciente de contratos estables y no precarios, por lo cual su reacción puede ser de aprobación a lo que corresponde a sus intereses, lo que no significa que apoyen el cambio radical del sistema de salud.
No
escapa al lector que estamos al frente de la estatización del sistema de salud
actual, para pasar al control y administración estatal, es decir, a los
gobiernos de turno, las injerencias de los intereses de clase política, la
burocratización, el clientelismo y la corrupción que es proverbial en los entes
gubernamentales, sin la garantía de un buen sistema de salud, quien conserve,
al menos, lo que nos han proporcionado las EPS en cobertura, calidad y avance
de los tratamientos médicos, como ya se describió. Afortunadamente, la
constitución prevé en estos servicios que todo cambio debe ser para progresar y
no puede haber regresividad, o sería inconstitucional.
Además,
queda su paso por el Congreso, y esperemos que nuestros senadores y
representantes depongan sus intereses partidistas y piensen en el país y en los
ciudadanos colombianos, de lo contrario podemos ver un desastre en el sistema
de salud colombiano en los próximos años. Lanzamos un S.O.S para la salud en
Colombia como es hoy, porque con el antiguo Seguro Social tenemos el más claro
ejemplo de la pésima experiencia con la administración del Estado del sistema
de salud.
[1] La
propuesta de la reforma a la salud es un tema complejo, extenso, diverso y
técnico, por lo cual sólo nos limitaremos a algunos comentarios sobre su
funcionamiento esencial.
No hay comentarios.:
No se permiten comentarios nuevos.