Comentario 13/02/2023
LA
REFORMA TRIBUTARIA DE PETRO
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
El
gobierno del presidente Petro y sus políticas tienen un claro corte y enfoque
redistributivo, bajo propósitos de equidad e igualdad que nadie en su finalidad
podría discutir. Simplemente, su orientación es distribuir la “torta actual”
para que todos comamos menos, pero que algunos puedan comer también. A
diferencia de otros enfoques como el de crecer la “torta” mucho más, para que
surjan oportunidades para un mayor número de personas y comer mejor.
Obviamente, en ambos enfoques habrá algunos que forman parte de clases
vulnerables que requerirán de subsidios del estado para poder acceder a alguna
parte de la torta.
El
presidente Petro tramitó e hizo aprobar en el Congreso, con su coalición de
gobierno pluripartidista, una reforma tributaria tal que le permita financiar
su enfoque de redistribución de la riqueza, su programa de gobierno y sus
reformas, valga decir que todas tienen ese enfoque y no el de crecer y
desarrollar la economía para generar nuevas oportunidades.
Veamos
algunos comentarios sobre dicha reforma, para comprender su alcance y
particularidades, no sin antes decir que el enfoque fiscalista del actual
gobierno es ampliar cada vez más el número de contribuyentes y de conceptos de
contribución para que la “torta“ fiscal sea cada vez mayor. De hecho, esta
reforma se enfocó en elevar la tasa efectiva de tributación de los
contribuyentes, es decir, que cada vez paguen más de sus ingresos los que están
obligados a declarar, casi por todo tipo de concepto de ingreso, excepto por
las pensiones que se han considerado un ahorro de las personas para su
jubilación, el cual en su momento se derivó de unos ingresos que ya habían sido
gravados.
En
efecto, se emplearon varios mecanismos en la reforma tributaria para lograr
dicho propósito:
- Limitar o suprimir los beneficios que existían a montos inferiores a lo que se tenían, en la práctica a una tercera parte, aproximadamente.
- Incremento en tarifas de ganancias ocasionales.
- Tope máximo a las deducciones en la liquidación final de impuesto, no importando de dónde surja la deducción (costo, renta exenta, ingresos no constitutivos de renta, etc.).
- Unificación de rentas en la liquidación final del impuesto para elevar el pago efectivo.
- Introducción, de nuevo, pero en forma permanente, del impuesto al patrimonio.
- Tasas mínimas de tributación, por debajo de las cuales no se podrá obtener ningún beneficio. En el caso de personas jurídicas, por ejemplo, no podrá ser inferior al 15%.
- Otras normas y reglas tributarias novedosas y más exigentes.
No
se debe omitir del análisis, además, que a algunos sectores de la economía se
les despojó de importantes conceptos de deducción como en el caso de las
regalías para el sector minero o en otros casos se elevaron sus tasas de
tributación por diferentes mecanismos. Algunas normas como las de declaración
de activos poseídos en el exterior se regularon y otras como los beneficios en
impuesto en el caso de compra-venta de vivienda se les puso límite, así como
también se gravó en mayor proporción los ingresos por dividendos, o conceptos
tales como contribuciones o provisiones empresariales también se verán
afectados.
Sin
ir más lejos ni con más detalles, se puede comprender fácilmente que
efectivamente la carga impositiva se elevó en forma sensible para los contribuyentes
personas naturales o jurídicas. Otros proyectos del gobierno de Petro están
enderezados a incluir mayor número de contribuyentes, por ahora, serán
prácticamente los mismos de antes quienes verán sus impuestos aumentados. Todo
tiene consecuencias, veamos:
Competitividad.
Los
países son más o menos atractivos para la inversión y el ahorro según sus tasas
impositivas, entre otros factores, siendo el de impuestos demasiado sensible.
Subir tasas efectivas no siempre es buena idea pues puede alejar la inversión
que es la que genera oportunidades.
Crecimiento.
En
un entorno con tendencias recesivas o regresivas en el crecimiento económico,
como el que se avizora para los años 2023 y 2024, subir impuestos y contribuciones
es un contrasentido ya que podría agravar la profundización del decrecimiento
económico, puesto que el gasto público es generalmente no productivo, a
diferencia del privado que suele ser productivo y busca optimar su
rentabilidad.
Evasión
y elusión.
La
elevación de impuestos suele ser connatural a la evasión y la elusión, por
muchas talanqueras que se creen, hay ciudadanos y empresas que buscaran
defenderse de esos impuestos que consideran inconvenientes o injustos para sus
intereses.
Oportunidad
y conveniencia.
Algunas
reformas tributarias también tienen enfoques de favorecer sectores,
iniciativas, proyectos o geografías del interés nacional, esta nueva reforma lo
que hace es poner talanqueras y quitar o limitar beneficios, los cuales, como
se dijo, en el escenario, son inoportunos, Por ejemplo, en este momento, subir
el IVA a aerolíneas y hoteles es un impacto muy sensible para los consumidores,
de cualquier naturaleza.
Consenso
Aunque
se habló de buscar consenso, en realidad la reforma tributaria de Petro tuvo
más presión política que concurrencia de opiniones. Obvio que esto no es bueno
para su aceptación y aplicación y más si en el período de este gobierno se van
a tramitar nuevas reformas fiscales.
Con
estos razonamientos, la redistribución de la “torta” no se ve tan conveniente
ni oportuna.
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