Comentario 08/05/2023
DEMOCRACIA
LIBERAL Y NEOLIBERALISMO
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
Las
tesis estatistas y autocráticas que han inspirado el gobierno y las reformas de
Petro para darle preponderancia al Estado sobre lo privado, como ocurre con los
proyectos de salud y de pensiones, por ejemplo, bajo las supuestas pretensiones
de que, con relación al sector privado, el Estado lo hace mejor, con enfoque
social y con principios de equidad e igualdad y es quien está llamado a
administrar los recursos públicos, no así los particulares. Esta es una
concepción ideológica de izquierda que favorece la gestión del Estado frente al
desarrollo privado, según la cual los intereses privados en la ejecución de los
asuntos estatales son sólo el lucro y el aprovechamiento del dinero del Estado
proveniente de los impuestos y contribuciones de todos los ciudadanos. En la
práctica, el estilo de gobierno del presidente Petro está atentando contra la
democracia, las instituciones y la empresa privada, veamos algunos de los
porqués, con hechos recientes:
- Invitación a movilizarse en las calles a jóvenes, trabajadores, indígenas, estudiantes, obreros, etc., para debatir sobre las obras de su gobierno.
- Coacción al congreso y a las cortes: “lo que no se apruebe en el Congreso se logrará en las calles” y “la teoría del enemigo interno que no lo deja gobernar”
- Amenazas a los partidos políticos: a raíz de la crisis de gobernabilidad de su coalición de gobierno: “Si no se aprueban las reformas habrá una revolución”.
- Petición de facultades extraordinarias por todo y para todo, como si no existiera el Congreso para legislar.
- Reforma del papel de las fuerzas armadas y de la policía y desmonte gradual de su accionar contra el delito y la guerrilla.
- Disposición a revisar el modelo de desarrollo económico del país en la negociación con el ELN, con más impunidad y gabelas a los alzados en armas, además.
- Intervención en gremios para que obren según su voluntad.
- Reformas estatizadoras: salud y pensional
- Amenazas al sector privado: “AFP y EPS van a desaparecer”.
- Y, para no alargar, muchos otros etc.
Nada
más lejos de la verdad que pensar que el Estado, por no tener fines de lucro,
lo hace mejor que el sector privado en materia empresarial. Por supuesto, y hay
que decirlo con todo el énfasis, el ánimo de generar crecimiento, desarrollo,
beneficios económicos, empresariales, sociales y ambientales es lo que acompaña
el interés del sector privado. Todas estas motivaciones son legítimas y
necesarias, de hecho, son los “motores” que impulsan al empresario privado a
enfrentar los riesgos de los negocios y de los mercados, la competencia de sus
émulos o pares y los desafíos cotidianos de hacer empresa y progresar. En esto
no hay nada de raro ni de malo, por el contrario, es el acelerante de la
dinámica de los negocios a nivel micro y de los resultados económicos de todo
un país a nivel macro y, por consiguiente, de los resultados sociales de
progreso y bienestar de todos sus ciudadanos. Con estas reflexiones no estamos
desconociendo el papel y la dinámica que los Estados pueden y deben realizar en
favor de la economía, las instituciones, el desarrollo público y privado y el
mejoramiento en el nivel de vida de todos los ciudadanos.
Ahora,
dos conceptos fundamentales para el buen desempeño del sector privado son,
precisamente, la democracia liberal y el llamado neoliberalismo, veamos:
La
democracia liberal es una forma de gobierno que consiste en la participación de
los ciudadanos en la dirección de los asuntos del Estado y de las comunidades a
través de la opinión y del voto para elegir representantes en las instancias de
gobierno. Se caracteriza por la realización de elecciones en las cuales
participan múltiples partidos políticos y distintas corrientes de opinión, una
separación de poderes en diferentes ramas del gobierno, que están sujetas al
Estado de derecho (Constitución), una economía de mercado con propiedad privada
y la protección equitativa de las libertades civiles y políticas. En resumen,
la democracia liberal es un sistema político que se basa en la libertad
individual y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley (tanto en derechos
como en obligaciones).
Por
su parte, el neoliberalismo es una teoría política y económica que tiende a
reducir al mínimo la intervención del Estado en la economía, favoreciendo la
actuación del sector privado, de los empresarios, de los empleados, de las
organizaciones gremiales y de la ciudadanía en general. También ha sido
definido como “una forma de liberalismo que apoya la libertad económica y el
libre mercado”, cuyos pilares básicos incluyen la privatización y la
desregulación, lo cual se asocia, en forma despectiva, por los sectores de
izquierda como el llamado “capitalismo salvaje (afán de lucro y explotación
económica del capital al trabajo)” o el famoso sálvese quien pueda en términos
económicos y sociales.
Al
contrario, de acuerdo con un estudio de Fedesarrollo, en los últimos 20 años
avanzamos notablemente en reducir la pobreza, gracias al crecimiento de la
economía. El 72% de esa disminución se explica por los aumentos en la
inversión, en las ocupaciones productivas y en la educación, mientras que sólo
9% se debe a las transferencias monetarias que hace el gobierno. Hay que crear
riqueza para combatir la pobreza, y, quien crea esa riqueza, es el sector
privado.
El
presidente Petro y su gobierno son la mayor prueba de que la democracia liberal
funciona, de sus instituciones, del pago de impuestos y contribuciones del
sector privado, de la generación de inversión, crecimiento, empleo y desarrollo
del llamado neoliberalismo, que no es más que la economía privada, la cual, si
el Estado y el gobierno de turno, no se atraviesa con una ideología radical y
anti empresarial, seguirá generando desarrollo, progreso y bienestar. Hay que
defender la democracia liberal y el empresariado privado, si queremos avanzar
como sociedad.
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