Comentario 10/07/2023
RESISTE
VENEZUELA
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
En
la ya por más de un año invasión y agresión rusa a Ucrania han sucedido muchas
manifestaciones de apoyo al valiente pueblo ucraniano quienes, con una
inferioridad en capacidad bélica, han resistido con la firme voluntad de su
pueblo para preservar sus territorios, costumbres, derechos, democracia y
libertades, contando con el apoyo decidido de potencias aliadas en la OTAN.
Ucrania es una democracia parlamentaria con tres poderes separados: ejecutivo,
legislativo y judicial, en este modelo, el presidente del país presenta un
candidato a primer ministro, que debe ser confirmado por el Parlamento.
De
hecho, Ucrania espera formar parte de este bloque de defensa internacional y
coaligado de países de Europa y Norteamérica que constituye un enlace único
entre estos dos continentes, lo que les permite consultar y cooperar en el
campo de la defensa y de la seguridad y realizar juntos operaciones
multinacionales de gestión de crisis. Lo que atraviesa Ucrania es precisamente
una severa crisis por el ataque injustificado de Rusia, bajo el supuesto de que
va a ser atacada por los países de la OTAN. La expresión más utilizada en el
mundo que apoya a ese país es “resiste ucrania”, tal como lo ha hecho
hasta ahora, sin que nadie pueda estar seguro de cuál, cuándo y cómo va a ser
el desenlace de tan infausta situación.
Pues,
en el otro extremo de la geografía, tenemos una situación de “agresión” de otra
naturaleza en otra democracia, la cual no cesa desde la llegada al poder de
Hugo Chávez en Venezuela y su sucesor Nicolás Maduro. El primero llegó al poder
en Venezuela el 6 de diciembre de 1998 después de ganar las elecciones
presidenciales con la promesa de reformar la Constitución y liderar procesos de
cambio en ese país. Este proyecto político se terminó llamando “el
socialismo del siglo XXI”
Por
su parte el primer gobierno de Nicolás Maduro comenzó el 8 de marzo de 2013, de
forma interina, debido a la muerte del presidente Hugo Chávez, pero fue
ratificado el 19 de abril de 2013 como presidente constitucional tras la
celebración de unas elecciones presidenciales, las cuales Nicolás Maduro ganó estrecha
y dudosamente. La oposición acusó, de hecho, dicho proceso electoral como
fraudulento. Este periodo termina el 10 de enero de 2019 con la toma de
posesión para un segundo mandato después de unas nuevas controversiales
elecciones presidenciales en 2018.
Todos
somos conscientes de lo que ha sucedido en el vecino Venezuela como fruto de
esos dos gobiernos: pérdida de libertades, de la propiedad privada, agresión y
expropiación al empresariado, camarillas de gobierno, comandos chavistas y
persecución política a los opositores, muchos de ellos encarcelados
injustamente. Todo lo cual ha conducido a la devaluación extrema de su moneda
(ya casi no tiene valor) y a un empobrecimiento feroz del pueblo venezolano
quienes a duras penas con el equivalente a 10 salarios mínimos legales
mensuales alcanzan a comprar una canasta familiar de consumo. Un país petrolero
que hoy no tiene cómo abastecer el tanque de sus vehículos por el deterioro al
que han conducido a PETROVEN (Petróleos de Venezuela) y por la corrupción rampante
sobre todos los recursos públicos. No es meramente gratuito que cerca de 7.1
millones de venezolanos (según Naciones Unidas, EL Colombiano 5 julio 2023)
caminen por el mundo buscando mejor vida, en países de Centroamérica y
Suramérica, en los Estados Unidos y en Europa.
Especial
significación ha tenido Colombia en ese éxodo venezolano, por la vecindad,
tradición y familiaridad de ambos pueblos. De hecho, se estima en cerca de 2.5
millones de ciudadanos de esa nación aproximadamente (Portafolio 6 julio 2023)
hoy están viviendo y laborando en Colombia y que de ellos el 81.7% tiene
intenciones de permanecer en el país, lo último que piensan es regresar a su
Venezuela en las condiciones actuales. Con satisfacción los vemos progresar en
muchos lugares, en actividades diversas del comercio, el turismo, la industria
y los servicios. Pero, también, y lamentablemente, muchos de ellos aún están
buscando monedas haciendo de saltimbanquis en los semáforos de las calles en
todas las ciudades.
La
solución de Venezuela es la democracia, el camino de las sanciones y las
restricciones políticas y económicas que se le han impuesto por diversos
países, sólo ha conducido a atornillar más en el poder la esquiva y truculenta
dictadura de Maduro, y a refugiarse en Irán, Rusia y China como fuentes de
financiamiento, quienes condicionan su gobierno para ser más radical y
comprometen los recursos del país a futuro para su abastecimiento. Hoy, en ese
país no hay un régimen democrático con libertades a la oposición y a los
ciudadanos, con respeto por las instituciones y por la constitución. Las
instituciones, por cierto, han sido cooptadas por el gobierno. El último
sinsabor es el nombramiento de la esposa de Nicolás Maduro como presidente del
Consejo Nacional Electoral, ¿habrase visto más descaro y más pérdida de
derechos políticos para la oposición? La esposa de Nicolás Maduro es Cilia
Flores, quien es una política y abogada venezolana, además, es diputada al
Parlamento Nacional y es la mujer más poderosa del chavismo.
Pero,
la gota que rebosa la copa es la inhabilitación de los candidatos de la
oposición a las presidenciales del 2024, los cuales se postulan para elecciones
primarias con el fin de unificar fuerzas y acertar en las propuestas al pueblo
venezolano, para cesar el nefasto gobierno de Maduro, recuperar su país, su
economía, sus libertades, sus instituciones y su democracia.
Ya
van tres candidatos inhabilitados por el régimen de Maduro, encausados sin
causa, como efectivamente lo aseguran distintos medios de comunicación, es sólo
represión para sacar del paso a potenciales opositores de buen talante
electoral. La más notoria de estas arbitrarias descalificaciones fue la
recientemente aplicada a Maria Corina Machado, líder indiscutible de la
oposición y con alto reconocimiento entre la población. De hecho, según las
encuestas recientes hechas por agencias independientes de ese país, la
favorabilidad de los sectores opositores llega al 68% y la de Maduro sólo al
10% (EL Tiempo 2 julio 2023).
Es
evidente la causa de la radicalización de Maduro contra los comicios y los
opositores. Lo único que nos queda por decir, como demócratas en Colombia y
ojalá desde muchos lugares del mundo, es: Resiste Venezuela, como dice
el refranero español “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo soporte”.
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