lunes, 21 de agosto de 2023

LA EDUCACIÓN Y EL PROGRESO

 Comentario 22/08/2023

 

LA EDUCACIÓN Y EL PROGRESO

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Los países se transforman a partir de las inversiones privadas y públicas en sus emprendimientos, en sus empresas, en la infraestructura y en sus desarrollos en educación, ciencia, tecnología e innovación, tomados estos temas en forma amplia en su diversidad y complejidad. La evidencia de los países más avanzados lo demuestra, fueron los hechos de esa naturaleza los que les permitieron mayores niveles de crecimiento, desarrollo y generación de progreso y riqueza. Es cierto que una dotación de recursos naturales aprovechables aporta significativamente al mejor estar de vida, si se saben explotar apropiadamente, sin causar daño irreversible a la naturaleza y al propio suministro de los mismos recursos.

Sin embargo, en nuestra opinión, el hecho detonador del avance de una sociedad es la educación. Esta noción no es un pensamiento nuevo, viene desde la antigüedad, para citar una reflexión llena de sabiduría, empleemos el texto tomado de Irene Vallejo[1] en su muy importante libro: El infinito en un junco (Biblioteca de Ensayo / Serie mayor, p. 180. Siruela. Edición de Kindle):

«Lo único que merece la pena es la educación —escribe en el siglo II un seguidor de este culto—. Todos los otros bienes son humanos y pequeños y no merecen ser buscados con gran empeño. Los títulos nobiliarios son un bien de los antepasados. La riqueza es una dádiva de la suerte, que la quita y la da. La gloria es inestable. La belleza es efímera; la salud, inconstante. La fuerza física cae presa de la enfermedad y la vejez. La instrucción es la única de nuestras cosas que es inmortal y divina. Porque solo la inteligencia rejuvenece con los años y el tiempo, que todo lo arrebata, añade a la vejez sabiduría. Ni siquiera la guerra que, como un torrente, todo lo barre y arrastra, puede quitarte lo que sabes».

La prioridad para todos los seres humanos es, entonces, la educación, según esta reflexión, la cual comparto ampliamente. Recuerdo a mi padre en la época de la niñez, decirnos a todos los hermanos: “Hijos: estudien que es lo único que les quedará en la vida y háganlo bien, de eso dependerá su bienestar”.

Sin embargo, educar no es apropiar un salón, un profesor, unas ayudas y equipos y un material didáctico para que los alumnos asistan y asimilen las enseñanzas de sus maestros. La educación y la formación, que suelen emplearse como palabras afines, son en realidad dos caras de la misma moneda. La educación son los conocimientos adquiridos, pero la formación son los criterios desarrollados, es decir, un ciudadano debe estar bien educado en contenidos, pero mejor formado en valores, principios, criterios, normas y conductas éticas, con relación a sus conciudadanos, para participar positivamente en la comunidad donde vive. Así, sólo una educación de buena calidad y de buen contenido capacita al individuo para ejercer un oficio o una actividad, tanto como una buena formación, habilita a la persona para una convivencia armoniosa y constructiva en comunidad.

Pues bien, la educación debe ser un verdadero derecho para todos, pero especialmente para las poblaciones de bajos ingresos. Una buena transformación de la educación debería propender por ambas cosas: educar tanto como formar, ya que este binomio son el hecho transformador y potenciador del hombre y su sociedad. Todos los esfuerzos que se canalicen hacia el ciudadano para rodearlo de competencia para el desempeño en un oficio, así como en la modelación de su conducta para una vida en comunidad son totalmente bienvenidos.

Lamentablemente, los medios de comunicación masiva, con un sin número de programas y actividades con alto contenido de violencia, sexo, antivalores e ideales malsanos, van formando una sociedad de jóvenes frecuentemente desadaptados para una buena pertenecía a la sociedad y para la generación de progreso individual y colectivo, tales que garanticen una sociedad mejor cada vez.

Es preocupante ver a los jóvenes y aún a los mayores, que se mantienen pegados de sus celulares, tabletas, televisores, videojuegos, etc., donde, prácticamente, ya no interactúan entre sí, por estar absortos en las imágenes o sonidos que reciben. Estos medios están sustituyendo, en muchos casos, la educación de calidad y la formación con valores, por conductas violentas, desadaptadas y con frecuencia drogadictas.

No estamos creando una nueva sociedad mejor y más próspera, estamos destruyendo la sociedad que en miles de años y con grandes esfuerzos nuestros antepasados construyeron. Si permitimos que la interacción humana sea con los dispositivos y no con otras personas, estamos deseducando y mal formando a las nuevas generaciones.

Toda la sociedad debería ser consciente de la trascendencia de la educación y tratar de encauzar hacia un nuevo nivel de excelencia en los educandos, para ello, los educadores, así como los padres de familia, tienen mucho que ver, que decir y qué hacer. Qué bueno sería lograr un compromiso por una educación de calidad, con formación en valores y principios comunitarios que integren la sociedad y que éste fuera un compromiso de todos, independientemente de sus colores políticos, sus posiciones sociales o sus privilegios, para convertirla en norte y guía de la sociedad.



[1] Irene Vallejo Moreu (Zaragoza, 1979) es una filóloga y escritora española. Entre otros premios ha recibido el Premio Nacional de Ensayo 2020 por su libro “El infinito en un junco” y el Premio Aragón 2021.

No hay comentarios.:

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...