domingo, 29 de octubre de 2023

EL MUNDO MULTIPOLAR Y LA GUERRA COMERCIAL

 Comentario 30/10/2023

 

EL MUNDO MULTIPOLAR Y LA GUERRA COMERCIAL

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Hemos llegado a una verdadera guerra comercial en el mundo. Por muchos años las ideas del rechazo al proteccionismo y la bienvenida a la apertura económica, los tratados de libre comercio y la globalización de las economías han sido el pensamiento dominante, con innegables beneficios en el progreso y desarrollo de la humanidad, aunque no necesariamente en una completa y equilibrada equidad. Por supuesto, unos países han obtenido más beneficios que otros en ese enfoque globalizado.

Hasta que llegó el presidente Trump a plantearle al mundo y a sus conciudadanos “América primero y para los americanos”, pensamiento que tuvo la fuerza de llevarlo a la Presidencia de la nación más poderosa e influyente del mundo. Con este lema de su campaña, Trump le decía al mundo entero que USA no sería en adelante una fuente de subsidios o beneficios para otros y que no se comprometía a seguir siendo la locomotora del tren de la economía mundial, a expensas de su país.

De hecho, esta conducta proteccionista, de nuevo está cambiando la geopolítica mundial y las relaciones de comercio. Sirva de ejemplo el caso de China y los EE UU otrora fuertes aliados en comercio e inversiones, pero con un desequilibrio comercial en contra de los segundos, con ventajas para los primeros, con acusaciones, además, de robo de secretos industriales de las compañías americanas que tienen fábricas de producción o de servicios ubicadas en China y también de plagio y abuso en el uso de patentes.

Como consecuencia, USA estableció impuestos o barreras arancelarios de importación y exportación de diversas materias primas, productos y suministros al comercio con China y viceversa, y así lo hicieron también con otros países. Hasta Colombia, por ejemplo, quedó sometida a aranceles en la exportación de algunos productos. Aún por encima de acuerdos o tratados de comercio, en forma unilateral USA y sus aliados afectaron gravemente la economía mundial y el orden comercial prevaleciente, con su régimen de aranceles y restricciones (cupos de importación, países vetados, restricciones fitosanitarias, etc.) y lo propio están haciendo China y sus aliados.

El asunto ya está mostrando sus verdaderas dimensiones, varios otros países han tomado retaliaciones contra el comercio y la inversión globalizada, restableciendo también aranceles y restricciones que devuelven al mundo a buena parte del viejo proteccionismo. Por supuesto, la afectación es severa, no sólo para China, también para el propio EE UU, y de revuelta para el resto del mundo, quien “tendrá” que recibir las producciones chinas que iban para USA y las de USA que iban para China. Vale recordar también que China es el mayor inversionista mundial en los bonos del tesoro norteamericano, lo cual crea expectativas por el régimen de inversiones cruzadas entre esos dos gigantes y de ellos con el resto del mundo.

No es sólo el comercio mundial el que está mutando de nuevo hacia el proteccionismo y los acuerdos regionales más que globales, la geopolítica mundial también está influyendo en esas corrientes y tendencias comerciales, dada la creación de bloques de influencia política en diferentes regiones del mundo. Vamos a un mundo multipolar, con centros de “gravedad” e influencia política muy marcados alrededor de países líderes y sus aliados, como son: EEUU, la China, Rusia, la India, la Unión Europea, los países árabes y algo en Latinoamérica.

Es notoria la influencia de la China en otros países a través de su inversión en obras de infraestructura a cambio de deudas onerosas que comprometen la independencia del respectivo país, pero aseguran el abastecimiento de materias primas para China y la compra de tecnología y servicios de proveedores de ese país. La llamada iniciativa de la Franja y la Ruta especialmente diseñada para influir en países de Asia Central y de África, como también en otras geografías. El programa de la Franja y la Ruta de China es una iniciativa que busca impulsar la cooperación económica, comercial y cultural entre más de 140 países a través de la construcción de infraestructuras y el fomento de la conectividad.

Todo esto está creando y creará mayor estímulo a la multipolaridad y al proteccionismo mundial, los países tendrán que tomar previsiones frente al comercio mundial, bien para que no los afecte esta segregación de orden comercial o político o bien para sacar provecho de este, porque indudablemente para algún país muy competitivo y capacitado podrán existir oportunidades. Las demandas en los organismos de comercio mundial no se han hecho esperar, pero apenas están en trámite, vamos a ver qué sucede apenas salgan los fallos.

De hecho, recientemente el grupo de países llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que son un grupo que buscan tener una mayor influencia en el orden y en el comercio mundiales y ofrecer una alternativa al sistema financiero liderado por Occidente, han anunciado la admisión de seis nuevos miembros: Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Quieren crear su propia moneda para separarse del patrón dólar y complementarse entre ellos. Vale decir que China no es miembro, pero sí figura como aliado del grupo, con toda su capacidad e influencia. Estos países se unirán oficialmente al grupo el 1 de enero de 2024, lo que aumentará la cuota de los BRICS en el producto interno bruto global del 27% al 32%, según estiman organismos de comercio mundial.

Como la piedra que cae al estanque y produce el efecto de las olas en todas las direcciones, el “América primero y para los americanos”, fue la piedra que cayó en el comercio mundial y continúa produciendo verdaderas “marejadas” en restricciones y retaliaciones, en la reversa o revisión de los TLC (Tratados de Libre Comercio) y en los acuerdos geopolíticos firmados en todo el mundo, con el volcamiento de ciertas regiones y fronteras para animar el comercio regional ante la dificultad de participar activamente en el comercio mundial.

Es claro que cada país debe defender sus intereses y los de sus ciudadanos, pero la globalización produjo una apertura saludable a las economías en el mundo, lo cual estimuló el comercio, la inversión, el flujo de personas y de ideas, de ciencia y de tecnología, y todo esto volvió a los países más competitivos y productivos para sacar provecho de estas posibilidades.

No es bueno para la economía mundial y menos para los países de menor desarrollo enfrentar distorsiones del comercio global y de la geopolítica de tipo proteccionista o de bloques, es un verdadero retroceso que tendrá grandes consecuencias. Lo malo es que retornar la senda de la normalidad en la globalización podrá tardar muchos años, dejando en el camino muchos “lisiados comerciales”.

lunes, 16 de octubre de 2023

¿IDEOLOGÍA O BUEN GOBIERNO?

 Comentario 17/10/2023

 

¿IDEOLOGÍA O BUEN GOBIERNO?

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

La tradición popular nos ha enseñado que “desde el desayuno se sabe cómo va a ser el almuerzo” y si este simbólico mensaje lo aplicamos al gobierno de Gustavo Petro, nos faltan tres años de mal “desayuno y pésimo almuerzo”. Hay una diferencia sustancial con el presidente y sus colaboradores, por un lado, demasiada ideología de izquierda radical, rancia y obtusa, que ha demostrado su fracaso con los modelos socialistas de estado que se han implementado en muchos países y que conducen generalmente a la pobreza, la pérdida de libertades es estatismo, el sectarismo y el autoritarismo. El segundo elemento es la demasiada improvisación, falta de criterio, de experiencia y de decisión. Veamos cada tema:

Un país con democracia liberal e institucionalidad a través del separación de poderes, como Colombia, se puede gobernar con una orientación política de izquierda o de derecha, de hecho, la alternancia de “sabores  y colores” en el pensamiento político de los gobiernos locales y regionales en los últimos años y particularmente desde la constitución del 91, demuestra a las claras  que sí es posible, en ocasiones gobernarán personas de centro, otras de derecha y otras de izquierda, en ciudades diferentes en los mismos períodos.

La ideología no es el problema, la esencia del asunto es el buen gobierno, es decir, diseñar, decidir, ejecutar y controlar obras de desarrollo, progreso y crecimiento para toda la comunidad, tal que se generen nuevas, mejores y más diversas oportunidades para todos los ciudadanos, sin distinción de clase, raza, credo político o religioso, nivel de educación, ubicación, en una palabra, sin ningún tipo de segregación.

Cuando decimos gobernar para todos, es claro, para todos. El gobierno lo eligen sus partidarios, pero una vez en el mando, debe cumplir con la constitución y las leyes y debe ejecutar un buen gobierno para la ciudadanía. Un gobierno nacional o regional está diseñado para solucionar los problemas de la comunidad y propender por su mejoramiento y progreso, no para imponer la ideología de su partido, dado que entre todos los ciudadanos habrá también las más variadas ideas política concurrentes o divergentes. Un buen gobierno aglutina a sus conciudadanos con las soluciones, no con las preconcebidas ideas políticas, que, si las quiere imponer, le darán un grado de confrontación política y polarización que puede llegar aún a paralizar su gestión ejecutiva y sus relaciones con los demás órganos del poder público. Todo lo descrito es lo que sucede con el mandato de Gustavo Petro, demasiada ideología que se quiere imponer y poca acción de gobierno.

Veamos el otro frente de las ocurrencias de este malhadado gobierno, su ejecución es muy pobre, las realizaciones pocas y mal hechas. Baste mencionar las crisis que se han ido generando, acumulando y profundizando, bien por falta de atención oportuna, por no enfrentar sus consecuencias o por aplazar sus impactos, más con cálculo político que por falta de recursos los cuales la reforma tributaria le ha proporcionado generosamente, a todo lo cual se suma la mala gestión de sus funcionarios más cercanos, mencionemos sólo unos pocos casos donde se han generado verdaderas crisis:

  • En el sector energético.
  • En el sector de vivienda.
  • Con los precios de combustibles, el SOAT y el transporte colectivo o de mercancías.
  • En los organismos de regulación como la CREG.
  • En el trámite de las reformas sociales.
  • Con la coalición de gobierno que él mismo destruyó.
  • Con sus posiciones radicales con el medio ambiente versus la explotación racional de recursos minerales.
  • El proceso de paz de tumbo en tumbo.
  • La compra de tierras agrícolas para la solución agraria a paso de tortuga.
  • Manejo presupuestal inacabado o mal ejecutado.
  • De “pelea” con los que piensen diferente.
  • Las obras de infraestructura, las 4G particularmente, envolatadas o con proyectos como el metro de Bogotá atrancados por su decisión.
  • Viene el niño y nos cogerá mal preparados, con proyecto sin terminar y problemas en toda la cadena de valor energética.
  • Soluciones para el campo, anunciadas, no ejecutadas.
  • El sector privado es “el enemigo malo del país” y el sector financiero es una maldición para el desarrollo del país.
  • Pelea con gremios y falta de entendimiento para acciones conjuntas y mancomunadas.
  • Afán de estatización de todo tipo de servicios, organizaciones y decisiones.
  • Influencia política en temas eminentemente técnicos o gremiales.
  • Problemas en las relaciones internacionales al emplear criterios ideológicos y no diplomáticos.
  • Sus conductas personales de ausencias, falta de decisiones y continuas contradicciones no permiten saber para dónde va o dónde está.
  • Las acusaciones contra su campaña previa a la elección como presidente, dejan un manto de duda y de desconfianza sobre su legitimidad.
  • Y así sucesivamente.

O el presidente no gobierna o no deja cogobernar a sus más cercanos colaboradores, ministros y viceministros, o bien éstos tampoco lo hacen por temor a reacciones de agresión verbal y descalificación del propio presidente. O por falta de conocimiento y preparación, demasiada improvisación, lo cual configura un escenario de pésimo gobierno como lo muestra las encuestas de favorabilidad donde le presidente ya tiene una aceptación inferior el 30%. ¿Cómo irá a ser el “almuerzo” si así ha sido el “desayuno”? Más buen gobierno y menos ideología es lo que requerimos.

domingo, 8 de octubre de 2023

LA DESCONFIANZA

 Comentario 09/10/2023

 

LA DESCONFIANZA

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Por donde uno “camina” se siente, cada vez con mayor fuerza, un ánimo de desconfianza sobre el estado presente y el futuro inmediato de la evolución del país, en materia económica, política, social y de seguridad. Las inquietudes e insatisfacciones afloran tanto del lado de las personas como del de las empresas y de muchos organismos sociales o comunitarios que avizoran cómo el panorama se está ennegreciendo y los correctivos y soluciones no se están ejecutando, para aminorar los impactos negativos de la desaceleración económica nacional e internacional que ya se siente y que puede profundizarse, prolongarse y agravarse con el correr de los acontecimientos y el pesimismo que cada vez acompaña las decisiones de compra o inversión de los negocios y las familias.

Vamos por partes y veamos cada caso:

El 2023 será un año de muy bajo crecimiento económico, medido por la evolución del producto interno bruto (PIB), el cual se espera que se ubique en un rango entre el 1% y el 1.3%. Históricamente Colombia ha tenido un crecimiento moderado alrededor del 3% al 5% promedio entre los años, así que un descenso, hasta el rango esperado al cierre del año, habla con fuerza de la pérdida de dinámica económica en los sectores especialmente de: industria, comercio, construcción, y agropecuario, que son los de mayor contribución al empleo y al crecimiento económico. Sólo se destaca con algún crecimiento el Gobierno (quien ejecuta un presupuesto elevado), y los sectores de tecnología y de servicios, especialmente. Muchos nubarrones en el sector energético y en la exploración y explotación de hidrocarburos, por restricciones regulatorias y de consultas populares, sin solución a la vista. En otros sectores la evolución habla de un muy bajo crecimiento y aún estancamiento. Especialmente grave es el caso del sector de vivienda que presenta decrecimientos en el 2023 versus el 2022 superiores al 50%, particularmente uno de los sectores que más dinamiza la economía y el empleo.

Si no hay un repunte en la demanda de todo tipo de bienes en el cierre del año, octubre-diciembre, el crecimiento del año será aún más bajo y afectará con severidad la expectativa del 2024. Lo malo es que, a la altura del año, la inversión y el consumo se muestran de “capa caída”, prácticamente paralizados.

En materia política el escenario está lleno de nubarrones por la inestabilidad y falta de gobernabilidad del ejecutivo, ante las persistentes acusaciones de violación a las normas y topes electorales en la campaña de Petro del 2022, bien por recibir dinero de partes non sanctas o bien por exceder los topes de ingreso u ocultar algunos de los gastos, con violaciones que podrían conducirlo a la inhabilidad política. A esto se suma el pobre respaldo en el Congreso pues el Pacto Histórico, movimiento político que acompaña al presidente Petro, cada vez está más sólo, si no es a punta de “mermelada”, los proyectos del gobierno no caminan. Las elecciones departamentales y municipales del 29 de octubre muestran a los candidatos y relacionados con el petrismo en bajos niveles de aceptación y popularidad, en general, según las encuestas de opinión de diferentes medios de comunicación de diversa tendencia editorial o política.

Las reformas planteadas por el gobierno Petro, laboral, pensional, salud, educación, entre ellas, recorren un camino tortuoso y lleno de sobresaltos en el Congreso, la razón fundamental es el cambio abrupto en temas que hoy funcionan bien, pues no se corrige lo necesario para mejorar, sino que se establece un nuevo ordenamiento, lleno de incertidumbre, falta de claridad en su funcionamiento y poca o ninguna viabilidad económica, de hecho las encuestas de opinión demuestran que cerca del 70-80% de los ciudadanos no aprueban las reformas. Si bien hay temas por mejorar, hay que construir sobre lo construido y no usar una política de borrón y cuenta nueva. Demasiada ideología de extrema izquierda por parte del gobierno nacional les impone un tinte político grave a las reformas, lo cual las aleja de la evaluación y discusión técnica y funcional durante su aprobación, como debería ser.

El hecho más inquietante es el desplazamiento de los servicios que hoy presta el sector privado en cada campo de atención, con una razonable calificación de calidad y oportunidad, para fortalecer los servicios del Estado, quien no ha sido, hasta ahora, un modelo de virtudes en los servicios a su cargo, más cuando la complejidad, el número de beneficiarios, la demanda por servicios y por recursos se concentre sólo en el Estado y en sus agencias. Hay enormes peligros de politización, sindicalización, corrupción y clientelismo en este tipo de concentración de servicios y recursos en el Estado.

En materia de seguridad, ni hablar, los esfuerzos de paz total, de desmantelamiento de bandas criminales y de narcotráfico, no han producido resultados reales y apreciables, los territorios son más vulnerables a la acción guerrillera (ataques, secuestro y extorsión) y delincuencial, la producción de estupefacientes aumenta y la delincuencia común se enseñorea en cada rincón del país, los ciudadanos ya tenemos verdadero temor de salir a las calles. Además, hay una fuerte tendencia, estimulada de alguna forma con el discurso populista y oportunista del gobierno a que se fomente la invasión de tierras productivas en diferentes regiones del país. La acción de las autoridades o poco se ve o no se tiene por la propia voluntad del presidente Petro. De otro lado, la polarización política cada vez es más pugnaz y desafiante, es una “chispa” por explotar.

En el campo social urbano y rural los desafíos son enormes y los logros pocos, el desempleo, especialmente en el campo, la pobreza, los retos en educación, salud e inclusión, los problemas con el crecimiento de la población de niños y de adultos mayores para poder atenderlos adecuadamente, los servicios públicos, el encarecimiento de las tarifas y de la gasolina, la inflación persistentemente alta, las tasas de interés elevadas y la nula o muy baja generación de nuevas oportunidades se vuelven poco esperanzadoras.

Los empresarios se encuentran solos, sin el acompañamiento del gobierno, quien ha sido reacio a un trabajo mancomunado con el sector privado o a escuchar sus argumentos y planteamientos, más bien hay una acción de menosprecio y aún de desprecio por parte del Ejecutivo, los problemas del país son causados por ellos, según muchas e inopinadas declaraciones dadas por los funcionarios públicos. Los empresarios sienten inseguridad jurídica, condiciones de negocios poco propicias para su crecimiento y desarrollo y sólo le “juegan” al mantenimiento y a la sostenibilidad, en un entorno que consideran adverso, amenazador y con tendencia cada vez a mayor deterioro.

El año 2023, en consecuencia, será un mal año económico, político, social y de seguridad, lo malo es que el 2024 se avizora también con muchas amenazas en la economía nacional e internacional, lo cual se suma al estado de desconfianza que hoy tenemos en la economía y en el gobierno. Y viene el fenómeno del niño, con mayor fuerza hacia los meses de febrero a junio del próximo año, éste puede tener, según su severidad, consecuencias complejas en materia de alimentos y suministro de energía, con todos sus costos e implicaciones.

Lo anterior, sumado a los temores individuales que cada quien siente, por la inestabilidad y falta de condiciones favorables que su situación particular puede tener, está generando un elevamiento sin par en la incertidumbre de las personas, las familias, las empresas y las organizaciones sociales y comunitarias. Esta sensación se traduce en parálisis de decisión y acción, menor dinámica pues los “riesgos son mayores que los beneficios”, en ese caso buscamos sólo dejar pasar el momento, con lo cual afectamos nuestras decisiones de compra o inversión, lo que retroalimenta el ciclo de bajo crecimiento o desaceleración y aún nos puede conducir a una recesión, que en el caso de Colombia sería una estanflación, pues tendríamos muy bajo, ningún o negativo crecimiento con una inflación elevada y persistente.

Si no se restablece la confianza, la incertidumbre se afianzará y todos los ciudadanos la sentirán como menor calidad de vida, de oportunidades o de bienestar.

 

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...