Comentario 30/10/2023
EL
MUNDO MULTIPOLAR Y LA GUERRA COMERCIAL
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
Hemos
llegado a una verdadera guerra comercial en el mundo. Por muchos años las ideas
del rechazo al proteccionismo y la bienvenida a la apertura económica, los
tratados de libre comercio y la globalización de las economías han sido el
pensamiento dominante, con innegables beneficios en el progreso y desarrollo de
la humanidad, aunque no necesariamente en una completa y equilibrada equidad.
Por supuesto, unos países han obtenido más beneficios que otros en ese enfoque
globalizado.
Hasta
que llegó el presidente Trump a plantearle al mundo y a sus conciudadanos
“América primero y para los americanos”, pensamiento que tuvo la fuerza de
llevarlo a la Presidencia de la nación más poderosa e influyente del mundo. Con
este lema de su campaña, Trump le decía al mundo entero que USA no sería en
adelante una fuente de subsidios o beneficios para otros y que no se
comprometía a seguir siendo la locomotora del tren de la economía mundial, a
expensas de su país.
De
hecho, esta conducta proteccionista, de nuevo está cambiando la geopolítica
mundial y las relaciones de comercio. Sirva de ejemplo el caso de China y los
EE UU otrora fuertes aliados en comercio e inversiones, pero con un
desequilibrio comercial en contra de los segundos, con ventajas para los
primeros, con acusaciones, además, de robo de secretos industriales de las
compañías americanas que tienen fábricas de producción o de servicios ubicadas
en China y también de plagio y abuso en el uso de patentes.
Como
consecuencia, USA estableció impuestos o barreras arancelarios de importación y
exportación de diversas materias primas, productos y suministros al comercio
con China y viceversa, y así lo hicieron también con otros países. Hasta
Colombia, por ejemplo, quedó sometida a aranceles en la exportación de algunos
productos. Aún por encima de acuerdos o tratados de comercio, en forma
unilateral USA y sus aliados afectaron gravemente la economía mundial y el
orden comercial prevaleciente, con su régimen de aranceles y restricciones
(cupos de importación, países vetados, restricciones fitosanitarias, etc.) y lo
propio están haciendo China y sus aliados.
El
asunto ya está mostrando sus verdaderas dimensiones, varios otros países han
tomado retaliaciones contra el comercio y la inversión globalizada,
restableciendo también aranceles y restricciones que devuelven al mundo a buena
parte del viejo proteccionismo. Por supuesto, la afectación es severa, no sólo
para China, también para el propio EE UU, y de revuelta para el resto del
mundo, quien “tendrá” que recibir las producciones chinas que iban para USA y
las de USA que iban para China. Vale recordar también que China es el mayor
inversionista mundial en los bonos del tesoro norteamericano, lo cual crea
expectativas por el régimen de inversiones cruzadas entre esos dos gigantes y
de ellos con el resto del mundo.
No
es sólo el comercio mundial el que está mutando de nuevo hacia el
proteccionismo y los acuerdos regionales más que globales, la geopolítica
mundial también está influyendo en esas corrientes y tendencias comerciales,
dada la creación de bloques de influencia política en diferentes regiones del
mundo. Vamos a un mundo multipolar, con centros de “gravedad” e influencia
política muy marcados alrededor de países líderes y sus aliados, como son: EEUU,
la China, Rusia, la India, la Unión Europea, los países árabes y algo en
Latinoamérica.
Es
notoria la influencia de la China en otros países a través de su inversión en
obras de infraestructura a cambio de deudas onerosas que comprometen la
independencia del respectivo país, pero aseguran el abastecimiento de materias
primas para China y la compra de tecnología y servicios de proveedores de ese
país. La llamada iniciativa de la Franja y la Ruta especialmente diseñada para
influir en países de Asia Central y de África, como también en otras
geografías. El programa de la Franja y la Ruta de China es una iniciativa que
busca impulsar la cooperación económica, comercial y cultural entre más de 140
países a través de la construcción de infraestructuras y el fomento de la
conectividad.
Todo
esto está creando y creará mayor estímulo a la multipolaridad y al
proteccionismo mundial, los países tendrán que tomar previsiones frente al
comercio mundial, bien para que no los afecte esta segregación de orden
comercial o político o bien para sacar provecho de este, porque indudablemente
para algún país muy competitivo y capacitado podrán existir oportunidades. Las
demandas en los organismos de comercio mundial no se han hecho esperar, pero
apenas están en trámite, vamos a ver qué sucede apenas salgan los fallos.
De
hecho, recientemente el grupo de países llamados BRICS (Brasil, Rusia, India,
China y Sudáfrica) que son un grupo que buscan tener una mayor influencia en el
orden y en el comercio mundiales y ofrecer una alternativa al sistema
financiero liderado por Occidente, han anunciado la admisión de seis nuevos
miembros: Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e
Irán. Quieren crear su propia moneda para separarse del patrón dólar y
complementarse entre ellos. Vale decir que China no es miembro, pero sí figura
como aliado del grupo, con toda su capacidad e influencia. Estos países se
unirán oficialmente al grupo el 1 de enero de 2024, lo que aumentará la cuota
de los BRICS en el producto interno bruto global del 27% al 32%, según estiman
organismos de comercio mundial.
Como
la piedra que cae al estanque y produce el efecto de las olas en todas las
direcciones, el “América primero y para los americanos”, fue la piedra que cayó
en el comercio mundial y continúa produciendo verdaderas “marejadas” en
restricciones y retaliaciones, en la reversa o revisión de los TLC (Tratados de
Libre Comercio) y en los acuerdos geopolíticos firmados en todo el mundo, con
el volcamiento de ciertas regiones y fronteras para animar el comercio regional
ante la dificultad de participar activamente en el comercio mundial.
Es
claro que cada país debe defender sus intereses y los de sus ciudadanos, pero
la globalización produjo una apertura saludable a las economías en el mundo, lo
cual estimuló el comercio, la inversión, el flujo de personas y de ideas, de
ciencia y de tecnología, y todo esto volvió a los países más competitivos y
productivos para sacar provecho de estas posibilidades.
No
es bueno para la economía mundial y menos para los países de menor desarrollo
enfrentar distorsiones del comercio global y de la geopolítica de tipo
proteccionista o de bloques, es un verdadero retroceso que tendrá grandes
consecuencias. Lo malo es que retornar la senda de la normalidad en la
globalización podrá tardar muchos años, dejando en el camino muchos “lisiados
comerciales”.
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