domingo, 28 de enero de 2024

¿PROGRESISMO O CENTRISMO?

 Comentario 29/01/2024

 

¿PROGRESISMO O CENTRISMO?

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Año y medio después de iniciada la administración de Gustavo Petro ya tenemos evidencia suficiente para analizar su pensamiento político, económico y social con la certeza de sus ejecuciones, no de sus grandilocuentes discursos. Realizaciones, en realidad, muy pocas, contradicciones y reveses muchos, veamos: 

En las realizaciones totales o parciales podemos citar las más singulares, como son:

·         La reforma tributaria actualmente en plena ejecución, con impactos inconvenientes por el momento económico recesivo que atravesamos, no hay lugar a mayores contribuciones impositivas, es momento de permitir que el sector privado actúe en la economía, dada la ineficacia del gobierno para ejecutar sus presupuestos y sus acciones de gobierno.

·         La aprobación del plan de desarrollo como guía y derrotero de su gestión y ante la falta de aprobación de sus reformas sociales.

·         Los subsidios otorgados en materia de pobreza, transporte, servicios públicos, a los jóvenes por no matar, etc., de corte asistencialista.

Las realizaciones fallidas más representativas:

·         La paz y las reformas sociales: tales como la laboral, la pensional, la de salud, la de servicios públicos, etc. Algunas en proceso, pero con fuerte oposición y enredados trámites.

·         Las otras reformas tales como las educativas, las de la rama judicial y penitenciaria, etc.

·         Las innumerables promesas de reivindicaciones sociales y de desarrollo o infraestructura, entre otras. Todas con criterio sectario, sólo para sus favorecedores, siendo presidente de todos los colombianos y de todo el país -Ver el caso de vías 4G y agencia minera en Antioquia-.

En realidad, el balance es muy pobre en términos de realización, pero muy fecundo en la radicalización de la polarización que atraviesa el país desde el proceso de paz en el 2016, firmado por el presidente Juan Manuel Santos, al violar el plebiscito donde ganó el no, pero imperó el sí. Esa polarización ha hecho evidencia en el país de dos corrientes de opinión con ideas políticas, económicas y sociales diferentes, antagónicas, y verdaderamente dos polos, para decirlo en forma breve: el progresismo (genéricamente conocido como el Petrismo, movimiento de izquierda radical) y el centrismo (las opiniones contrarias que votaron el 29 de octubre en la elección regional de gobernadores y alcaldes, conocidas como tendencias de centro o centristas). Veamos las diferencias fundamentales: (ver cuadro página siguiente):

En un país fuertemente polarizado entre esas mismas tendencias, de centro o de izquierda, la confrontación política es más dura, porque no hay punto de encuentro entre esas corrientes de opinión y de acción, y, según la elección del 29 de octubre, con la representación dividida y particionada para el Congreso, entre muchos grupos, ninguno de ellos con mayorías decisorias, se avecina un período de un gobierno negociando (“enmermelando”) a los congresistas de los diferentes movimientos, para buscar las mayorías que le permitan avanzar en los proyectos e iniciativas que se presenten al Congreso.

Las diferencias de enfoque y de principios entre estas dos corrientes políticas son tan abismales que estamos hablando de dos países distintos, con resultados económicos, políticos y sociales muy diferentes. Basémonos en la experiencia para calificarlas. Para mencionar algunos casos en Latinoamérica, las economías estatistas, centralizadas y autocráticas del progresismo de izquierda han sido un fracaso en toda la región, basta mirar algunos de los vecinos, como Argentina (antes de Milei), Venezuela, Nicaragua o Cuba. Con razón al progresismo otros lo llaman el “pobresismo”. Por ejemplo, los migrantes masivos salen de esos países para llegar a USA, Estado democrático y con libertad privada por excelencia. Por el contrario, las economías abiertas a la inversión y a la propiedad privada, sin intervencionismo estatal, han generado resultados muy importantes como en Costa Rica, Panamá, la propia Colombia-hasta ahora- y hasta la llegada de los movimientos socialistas y progresistas, como lo ha sido Chile, modelo de progreso social y económico antes de su estallido social, el cual no terminó por reformar su constitución.

LAS DIFERENCIAS

Tema

Petrismo – de izquierda o progresismo

Centrismo

Rol del Estado democrático, con constitución política y con instituciones ejecutivo, legislativo y judicial

Tendencia a un fuerte control de todo el sector público, el Estado, por parte del gobierno, injerencia en todas las ramas del poder y de los órganos de control.

Independencia entre poderes del Estado, ejecutivo, legislativo y judicial separados

Gestión económica, política y social

Estado interventor en toda la gestión económica, política y social privada y pública

Sector público y privado diferenciados en la gestión económica, política y social

Actividad y Propiedad privada

Tendencia a nacionalizar o estatizar sectores y sus recursos, tales como los sociales: salud, educación, pensiones, como también, cámaras de comercio, ONG sociales, etc.

Libertad de iniciativa, de empresa y de inversión privadas

Política general

La estatización

La privatización

Inversión extranjera y sectorial

Con restricciones o prohibiciones por cambio climático y medio ambiente

Con apertura, pero con normas especialmente de protección al cambio climático.

 

Los primeros países citados hicieron un cambio hacia el estatismo y la autocracia de su estructura económica, política y social, desde un estado democrático, con economía y propiedad privadas, y con división de poderes y hay que ver lo mal que les ha ido. Una experiencia que nos debe quedar en la mente. Los segundos países, por el contrario, han tenido progresos, libertades, inversión pública y privada, y democracia, con mejoramiento paulatino de sus niveles de vida y cada vez mejor calidad en sus condiciones de bienestar. Hay problemas por superar y oportunidades por realizar, claro, pero se van logrando paulatinamente.

El modelo de Petro, claramente socialista y autocrático, autocalificado como el progresismo, conduce, además, a que los ciudadanos esperen, especialmente los más pobres, el estado de bienestar por cuenta de “los más ricos", a quienes se les impondrán cargas fiscales excesivas para subsidiar a los demás, a través de un gobierno intervencionista en la actividad pública nacional, regional y local y en la privada en todos los sectores de la economía. Pura lucha de clases. Con este enfoque político de subsidios habrá ciudadanos zánganos y otros productivos.

Pero los problemas del modelo de Petro no terminan allí, él quiere cerrar la economía, acabar con la economía petrolera, apropiarse de las pensiones privadas, acabar con la independencia del Banco de la República, revisar los Tratados de Libre Comercio, estatizar los servicios que antes se privatizaron y así sucesivamente, un verdadero caos económico, político y social. Muchos años de retroceso, no de progreso.  En consecuencia, lo que no debe cambiar en la orientación de Colombia es el modelo democrático y con libertad privada que ya tenemos, el cual ha imperado desde los albores de la independencia, buscando, eso sí, superar cada vez más las limitaciones en su desarrollo, con nuevas oportunidades para beneficio de todos y especialmente en favor de los más pobres a partir de su educación y la capacitación. El crecimiento y el desarrollo económicos les permitirán a todos los ciudadanos capitalizar sus propias oportunidades y favorecer condiciones de mayor equidad.

 

domingo, 21 de enero de 2024

LAS PRIORIDADES NACIONALES

 Comentario 22/01/2024

 

LAS PRIORIDADES NACIONALES

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Nadie puede negar que en Colombia existen inequidades y aún falta de oportunidades para todos, no alcanzamos a satisfacer tantos frentes de carencia o aspiración, pues somos una población que ha crecido muy rápido y ya casi llegamos a los 51 millones de habitantes, sin embargo, los niveles de calidad de vida, esperanza de vida y satisfacción de vida de los ciudadanos colombianos han mejorado en forma significativa a través de los últimos 30 años. La pregunta es: ¿por qué hemos mejorado, pero aún no hemos logrado todo el avance posible y necesario para patrones de bienestar y equidad superiores?, aunque nos consideramos a nosotros mismos como uno de los países más felices del mundo.

 

Muchos son los análisis que se realizan, los de tipo político, económico, social, regional, de aplicación de las normas, sobre las conductas para los ciudadanos, sus instituciones y sus gobernantes, etc. Vamos a hacer un esfuerzo en comentar, al menos, algunos temas prioritarios de carácter económico-social, con gran impacto en la estructura institucional del capitalismo democrático que tiene implementado el país:

 

1.         El modelo económico y social del país.

La gran pregunta es ¿por qué somos un país dotado de todas las posibilidades para producir más y vivir mejor y, sin embargo, aún no lo logramos? La respuesta está en la productividad del país la cual es muy baja y crece muy lentamente, si bien sabemos que en la medida en que la producción crezca, generaremos más ingresos, más oportunidades y más desarrollo. Nos va a ayudar en las próximas décadas que nuestra tasa de natalidad está disminuyendo, con lo cual el PIB per cápita tenderá a subir, pero ese no es un buen consuelo. El problema está en el insuficiente crecimiento de la producción de bienes o servicios, bien porque no hemos decidido una vocación que nos permita especializarnos y profundizar unos campos de desarrollo donde tengamos especiales competencias y capacidades, o bien porque no tenemos el capital, la tecnología y el conocimiento para hacerlo. El modelo económico que se conciba para que el país eleve su productividad debe tener un enfoque ampliamente participativo del recurso humano del cual disponemos, de tal manera que sea socialmente incluyente y un gran generador de oportunidades de actividad productiva.

 

2.         La producción alimentaria.

La falta de alimentos es un problema número uno para el mundo en el presente, y más hacia el futuro, con la expectativa del cambio climático. No es difícil pensar que Colombia, por sus características orográficas, topográficas, hídricas y climáticas, tiene un papel muy importante que jugar en la solución de esta aguda problemática mundial. Además, si atamos este punto con el anterior, quizás tengamos una gran solución. Alrededor de esta oportunidad están los grandes mercados de exportación de productos agropecuarios o agroindustriales, como ya ocurre con algunos productos bien, como materia prima o como procesados de esta, como el café, las flores, el aguacate hass, las frutas y sus derivados, las carnes procesadas, los lácteos, etc.

 

3.         El sector servicios.

Colombia por su ubicación geográfica puede volverse un verdadero centro de actividad regional para la prestación de servicios de educación, salud, provisión de energía, servicios técnicos, de comunicaciones, de mantenimiento, de ciencia y tecnología, etc., para muchos tipos de industrias, comercios y servicios. A partir de estos desarrollos se podrán generar también encadenamientos productivos, clústeres de compañías, alianzas nacionales y extranjeras de empresas diversas quienes verían en Colombia elementos de estabilidad económica, jurídica y social, de ubicación y de costos muy atractivos.

 

4.         Turismo y sus empresas relacionadas.

De nuevo, por su ubicación, diversidad geográfica, de regiones, de climas y de facilidades de servicio, etc., Colombia puede fortalecer su vocación para un turismo diverso, tal como: el científico, el recreativo, el educativo, el de negocios, el de eventos, el gastronómico, el de compras, el ecológico, el de retiro para jubilados, etc., de hecho, por ejemplo, Medellín ha convertido su fortaleza en moda y confección en una verdadera marca país como referente en toda Latinoamérica.

 

5.         Impulso a las exportaciones y sustitución de importaciones.

Frente a las guerras comerciales, los nacionalismos y los populismos que se están presentando en el mundo, Colombia debe defender su mercado nacional, la producción del país y su marca país, fomentando en todos los colombianos el valor de lo nacional y el consumo de lo producido en el país para favorecer la producción nacional de bienes y servicios, así como para no depender de la importación desde otros países. Afortunadamente, Colombia tiene una población importante y el ingreso por habitante ha ido creciendo paulatinamente en todos estos años, además los colombianos quieren mucho a su país, por lo cual no será difícil lograrlo. El tamaño de su mercado local y el de países vecinos es, en la práctica, un gran atractivo para la inversión extranjera en Colombia mediante mecanismos como el nearshoring (empresas extranjeras ubicadas en el país) para aprovechar las ventajas de ubicación y facilidades del país en el acceso a mercados suramericanos y centroamericanos.

 

Así mismo, si logramos desarrollar a profundidad producciones de bienes y servicios exportables y con valor agregado, como los son actualmente los de origen agropecuario, los de salud, los de turismo y algunas producciones manufactureras, mejoraremos notablemente la productividad de nuestra economía y la generación de las divisas necesarias para incrementar los niveles de desarrollo, con la importación de los conocimientos y tecnologías que no se desarrollan en el país.

A modo de conclusión podríamos decir que estos imperativos del momento pueden ayudarnos a superar con éxito las dificultades en la economía y en la generación de oportunidades para las familias y los negocios, y catapultarnos a un mayor crecimiento y desarrollo, con nuevas fuentes generadoras de equidad. El país requiere ponerse norte y definir las prioridades nacionales, independientemente de sus gobiernos de turno, condición necesaria para elevar la productividad, la ocupación y el ingreso per cápita de sus ciudadanos. Poco a poco, el país puede desarrollar una mayor velocidad de crecimiento y un gran impacto en el bienestar.

 

domingo, 14 de enero de 2024

ANTIOQUIA FEDERAL

 Comentario 15/01/2024

 

ANTIOQUIA FEDERAL

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Desde la elección popular de alcaldes y gobernadores realizada el 29 de octubre de 2023, se observó que durante las campañas y después de ellas, muchos de los candidatos proponían la idea de volver a un país federal, como lo fuimos cuando existieron los Estados Unidos de Colombia, una federación que existió entre 1863 y 1886. Durante ese período, Antioquia tuvo su propia constitución, moneda, ejército y diplomacia, y se destacó por su desarrollo económico, social y cultural.

Antioquia Federal es una propuesta que busca que el departamento de Antioquia tenga más autonomía política, económica y administrativa dentro de Colombia, igualmente que para otros departamentos y regiones. Esta idea se basa en el modelo de estado federal, en el que cada entidad territorial tiene su propia constitución, leyes, tribunales y gobierno, pero concentra muchas competencias en el gobierno central. Existen países que son Estados unitarios, es decir, un solo Estado con autonomías regionales. Sin embargo, también hay países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, Alemania o México, que están organizados como Estados federados.

La propuesta de un Estado Federal ha generado debate y controversia en el país por muchos años, ya que implica un cambio radical en el modelo político de Colombia, y plantea interrogantes sobre la viabilidad, conveniencia y legalidad de una eventual federación de estados. Algunos defensores del Estado Federal argumentan que esta sería una forma de fortalecer la democracia, la participación y el desarrollo regional, mientras que otros críticos la consideran una expresión de separatismo, egoísmo y regionalismo. El centralismo, por el contrario, es una forma de gobierno que se caracteriza por un poder central que congrega todos los poderes del Estado y las facultades necesarias para crear leyes que afectan al resto del país.

Sin embargo, con el artículo primero de la Constitución de 1886, Colombia se convirtió en un Estado unitario y centralista, y el país perdió su condición de Estado Federal. Desde entonces, algunos sectores políticos y sociales de Antioquia han reclamado mayor autonomía y descentralización para el departamento, y han revivido la idea de Antioquia Federal como una alternativa. Este artículo de la Constitución política del país significa que Colombia dejó de ser una federación de estados soberanos, como lo era bajo la Constitución de 1863, y se convirtió en un estado centralizado, en el que el gobierno nacional tiene el control parcial sobre las entidades territoriales. Sin embargo, se han dado pasos hacia la descentralización en temas tales como la elección popular de alcaldes en 1986. Como también se reforzó este concepto en el artículo primero de la Constitución Política de Colombia de 1991, que establece lo siguiente:

Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.

Lo que hemos subrayado indica precisamente lo que no está sucediendo con el gobierno de Petro en términos de descentralización y autonomías territoriales, todo lo contrario, este singular gobierno de izquierda quiere más centralización y por decisiones nacionales que le competen se manifiesta en acciones que coartan la autonomía de las regiones. Decisiones tales como las recientes en el caso de Antioquia sobre:

  • La continuidad de las vías 4G y la habilitación del Túnel del Toyo, dándole continuidad a la conexión del centro del país con el puerto de Urabá.
  • El no desarrollo de una infraestructura moderna de puerto en Urabá antioqueño como prolongación de un gran puerto marítimo y zona turística regional y nacional.
  • Los desplantes con el proyecto Hidroituango.
  • El intervencionismo en la Cámara de Comercio de Medellín
  • La restricción en la adjudicación de los Títulos mineros desde Antioquia
  • La intervención en Savia salud y Comfenalco Antioquia.
  • Etc.

El exgobernador Juan Gómez Martínez ha sido un gran promotor del federalismo, ha defendido la idea de Antioquia Federal como una forma de preservar la identidad, la cultura y el desarrollo de la región, frente al centralismo y la corrupción del gobierno nacional. También ha argumentado que Antioquia tiene el potencial económico, social y político para ser un estado federado, y que esta figura no implica separatismo ni desintegración nacional. Los nuevos mandatarios de Medellín y Antioquia, en sus actos de posesión, afirmaron en relación al gobierno de Petro, que es centralista y autoritario por excelencia:

  • “Presidente Petro mire a Antioquia con cariño y no con desdén” Federico Gutiérrez.
  • “No hacerle el feo a Antioquia por temas ideológicos” Andrés Julián Rendón.

Adicionalmente, Andrés Julián Rendón, gobernador electo de Antioquia, propuso un proyecto para lograr que las regiones del país tengan más autonomía. Esto, a través de un referendo:

"Nosotros no podemos seguir alimentando ese centralismo asfixiante y fastidioso que hoy tiene Colombia y que no permite que las regiones se estén desarrollando, cuando son las que aportan fundamentalmente a su riqueza, por eso nosotros estamos planteando una forma de entregarles realmente autonomía económica y fiscal a los departamentos, que son nuestro nivel intermedio de gobierno, el que nosotros definimos desde la Constitución del 86 y 91", explicó el mandatario. Sobre el referendo, agregó:

"Hay que vigorizar el artículo 298 de la Constitución, como es la pretensión del referendo que estamos promoviendo y anexa solamente estas líneas. Solo los departamentos podrán gravar la renta y el patrimonio de las personas naturales y jurídicas de sus territorios. Con eso sólo, hacemos una verdadera revolución fiscal que permitirá que las regiones tengan cómo atender las necesidades de su gente y las exigencias de los territorios, pero nada de apartarnos de Colombia, ni de librar otro tipo de discusiones que no le sirven a la unidad nacional".

Los conceptos sobre las autonomías y la descentralización regionales están evolucionando, al igual que las ideas sobre Colombia Federal y, en particular, las de Antioquia Federal.

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

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