domingo, 23 de junio de 2024

UN SALUDABLE “FRESQUITO”

 Comentario 24/06/2024

 

UN SALUDABLE “FRESQUITO”

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

La transición entre los Ministros de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, quien fue un excelente, moderado y centrado funcionario, y el nuevo ministro, Luis Carlos Reyes, introdujo un saludable “fresquito” a las ideas estatizadoras del gobierno, por un lado, y de enfoque frente al sector privado, por el otro, sector que, hasta ahora, ha sido menospreciado como el más importante y eficaz agente de desarrollo, progreso y bienestar para la comunidad.

En una entrevista concedida a EL TIEMPO el domingo 16 de junio de 2024, el doctor Reyes afirmó sobre su misión y visión de lo que hacer y lograr: "Lo más importante será fortalecer la relación entre el Gobierno y el sector privado".

Teniendo esto como punto de partida, expuso sus ideas, las cuales resumimos a continuación para poder comentarlas:

¿Cómo enfocará la relación entre gobierno y sector privado?

Luis Carlos Reyes hace un llamado a los inversionistas para dialogar y trabajar conjuntamente. Entre sus prioridades está fortalecer la relación entre el Gobierno Nacional y el sector privado, además de trabajar con los gremios en medidas que contribuyan a aumentar la certeza jurídica.

También revela las medidas que implementará para cumplir con las tareas que le puso el presidente Gustavo Petro el día de su posesión. Dos de ellas son fortalecer la política industrial y promover a Colombia como destino turístico en todo el mundo.

Desde hace mucho tiempo, Colombia no ha intentado políticas industriales de la magnitud que consideramos necesarias. Si bien ha existido una serie de programas de apoyo a la industria, tenemos que hacer cosas 10 o 20 veces más grandes que las que se han venido haciendo. Hay que hacer grandes apuestas y lo más importante es que sean concertadas con el sector privado.

Queremos que el sector privado sepa que el Gobierno lo ve como un aliado clave en el fortalecimiento de la economía, y que vamos a trabajar de la mano.

Este ministerio, según sus palabras, está para escuchar al sector privado, para plantear apuestas productivas más grandes que lo que se ha hecho en los últimos 30 años y conjuntamente sacar adelante el crecimiento económico del país.

Otra de las apuestas fundamentales del Gobierno es el turismo. Algo que aún hace falta es una promoción del turismo colombiano que llegue a cada rincón del planeta. Necesitamos una campaña de publicidad masiva de Colombia en todo el mundo.

Además, la economía colombiana tiene que descarbonizarse porque es la única manera para que la especie se salve. La descarbonización no es solo un imperativo ético al que estamos yendo, así nos cueste dinero, sino que es una inversión en el futuro económico del país y para eso el turismo nos ayudará.

¿Están dadas las condiciones para invertir en Colombia?

No dudo de que los gremios estén diciendo la verdad respecto a que ellos sienten incertidumbre. Se habla mucho de incertidumbre para los inversionistas, pero yo los invito a venir al ministerio para que hablemos de qué se trata exactamente esa incertidumbre y cómo está afectando sus planes de negocios. Queremos hablar con ellos para transmitirles la certeza que necesitan.

Estamos viendo una mayor inversión extranjera directa en Colombia y eso nos dice que desde afuera nos están viendo como un país que tiene condiciones para invertir. Hay que revisar qué les está pasando a los inversionistas colombianos para que no nos vean de la misma manera.

No dudo de que los gremios estén diciendo la verdad respecto a que ellos sienten incertidumbre. La invitación es a hablar acerca de esa incertidumbre y revisar qué ajustes normativos podemos hacer desde el Ejecutivo y en qué medidas legislativas podemos trabajar conjuntamente para aumentar la certeza jurídica.

Lo que nos interesa es que inviertan, hagan dinero y generen empleo. La discusión sobre la política social puede ir en paralelo sin frenar el crecimiento económico.

Aunque del “dicho al hecho hay mucho trecho”, como dice el refranero popular, la sola intención del ministro Reyes, si es ejecutada por todos los miembros del gabinete y por el presidente, sería un cambio de proporciones gigantescas para el progreso y desarrollo del país. La experiencia con este gobierno nos lleva a ponerlo en duda, pero seamos optimistas y concedámosle una oportunidad.

domingo, 16 de junio de 2024

¿SI ES PETRO EL PRESIDENTE QUE NECESITA COLOMBIA?

 Comentario 17/06/2024

 

¿SI ES PETRO EL PRESIDENTE QUE NECESITA COLOMBIA?

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

La situación que atraviesa el mundo es compleja, desafiante y peligrosa, con un bajo crecimiento de las economías, en general, que puede generar un efecto contagio que afectará vastas zonas geográficas, como ya de hecho sucede con los países de la OCDE y con la evolución de su PIB a niveles inferiores al 1%, generalmente hablando, para la mayoría de los países que conforman ese grupo de economías con las mejores prácticas y alto desempeño. Colombia no es ajena a esos malos resultados pues su evidencia para el 2024 habla de un pobre crecimiento cercano a ese guarismo o menos, totalmente insuficiente para la superación de su pobreza y para proyectar su progreso futuro con paso firme.

La geopolítica del mundo está cargada de conflictos que amenazan con extenderse a otras zonas geográficas, no es sólo un problema de violencia y guerras, es también una tensión política que divide al mundo en bandos de fuerza y de poder.

Se agudizan, cada día más, las contradicciones y desigualdades Norte-Sur, mientras se concentran más los ingresos y la riqueza del mundo en los países más desarrollados, los demás países aumentan sus inequidades y no logran derrotar suficientemente su pobreza y sus niveles de atraso en desarrollo y progreso.

Nuestro gran aliado comercial, político y estratégico, USA, en medio de una campaña presidencial muy tensa y polarizante, por un lado, protege más su mercado con establecimiento de aranceles y medidas proteccionistas de diferente tipo. Ahora, el ayuda político militar que le conceden a Colombia por US400 millones de dólares nos la van a reducir al 50% como retaliación por las políticas de Petro.

Los flujos migratorios están creando un problema mayúsculo de tipo humanitario, por un lado, pero económico y cultural, por el otro, con presión de largas filas de ciudadanos buscando una oportunidad de vida, pero con muy pocos países dispuestos a apoyarlos o, si lo hacen, absorben el fenómeno en forma limitada, creando más pobreza en los que no logran esta opción.

El mundo ahora se estructura bajo bloques multipolares, con poderosos países de gran peso e influencia política y económica como ejes, los cuales ejercen intervención política, económica y un dirigismo e injerencia en las decisiones autónomas y soberanas de los respectivos países que se someten a su influencia. Cada bloque multipolar tiene, además, el ánimo de influir en el mundo entero dado su propio poder político, económico, también el militar y, por supuesto, el regional.

Este marco de referencia demuestra la complejidad del escenario para un país que en el contexto mundial no es significativo y su importancia regional es limitada, a más de las muy duras realidades internas, como es Colombia, las cuales resumiríamos en los siguientes hechos:

Economía en fase decreciente por una combinación de los factores externos comentados, como también por la desconfianza e incertidumbre de los particulares, quienes se sienten agredidos y desplazados por el estatismo y el asistencialismo del presidente Petro y su campaña de desprestigio al sector privado. La visión del gobierno es ideológica de izquierda radical y no de progreso, desarrollo y crecimiento.

Probablemente enfrentaremos un tiempo de estanflación con decrecimiento económico y persistente resiliencia de la inflación, lo cual ha impedido que se realice una reducción más acelerada de las tasas de interés por parte del Banco de la República. Esta situación agravará aún más el desempleo y la informalidad.

Colombia tampoco es ajena a los conflictos bélicos no sólo por el impacto mundial que tienen en la política, la economía y el comercio globales, sino también por sus propios conflictos internos: los procesos de conversaciones de paz no prosperan y hay amplias zonas del país en situación de verdadera guerra, la cual amenaza con extenderse a regiones vecinas. La tan anhelada paz no ha llegado todavía ni con los gobiernos anteriores, ni con el gobierno actual, aunque fue la principal promesa de la campaña del cambio liderada por el pacto histórico y por Petro.

La confrontación interna es tan enconada que conduce a la polarización y por esta vía a la radicalización de las posiciones políticas, económicas o sociales, y a la estigmatización de la que en forma despectiva Petro llama la oligarquía. Petro ha hablado muchas veces de acuerdos nacionales para impulsar el país, pero o bien no se concretan en propuestas reales o bien no se gestionan pues continuamente rechaza a los sectores privados, así no va a llegar a verdaderos acuerdos que comprometan la gestión de unos y otros, gobierno por un lado y particulares por el otro, a lograr metas comunes de progreso y desarrollo.

Su gestión de gobierno deja mucho que desear, parece que “no le gusta” gobernar y sus segundos, es decir, sus ministros, son un conjunto de personas sin mayor experiencia y criterio de gestión pública, hacen más política petrista que administración y gestión del país.

Petro, por su parte, tiene más de un odio visceral con el sector privado, es egocéntrico, ególatra, imperativo, autocrático, radical, demagogo y populista; no concierta y no se detiene en los problemas; su enfoque parece ser que con los solos discursos los problemas se arreglan y estos crecen todos los días. Tuvo mayorías en el Congreso y él mismo las disolvió. Su visión es centralista y no de regiones.

Y su vida política está poblada de irregularidades, corrupción, componendas y mentiras desde su campaña electoral hasta su gobierno actual. En su campaña están los líos revelados por Nicolás Petro, su hijo, sobre ingresos y gastos no reflejados en las cuentas de la campaña, así como la violación a topes y normas electorales. En su gobierno, los escándalos como los de la UNGRD, los carrotanques, los maletines con dinero, los políticos comprados para aprobar sus reformas, entre muchos otros hechos.

Por otro lado, dos años después de haber iniciado su gobierno, sus llamadas reformas sociales han resultado un verdadero fiasco; su trámite en el Congreso no ha concitado la opinión mayoritaria y por la tortuosa aplicación que sin embargo poco a poco viene ejecutando. ¡Qué horror!

Descrito todo lo anterior sobre un escenario tan exigente dadas las circunstancias internacionales y nacionales nos hacemos la pregunta: ¿si es Petro el presidente que necesita Colombia? Claramente no; se requiere un gobernante con más gestión de gobierno que ideología y odio de clases; menos radicalización ideológica y más solución de problemas; no más discursos y sí más soluciones.

 

lunes, 10 de junio de 2024

LA LEY DE MURPHY EN LA SALUD DE LOS COLOMBIANOS

 Comentario 11/06/2024

 

LA LEY DE MURPHY EN LA SALUD DE LOS COLOMBIANOS

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Ed Murphy era capitán militar e ingeniero de desarrollo del laboratorio aéreo de **EE. UU.** en Wright Field, y en uno de sus proyectos, acuñó la famosa frase “si algo puede fallar, fallará”. También dijo que “si se dejan al azar las cosas, tenderán a ir de mal en peor”, surgiendo esto a raíz de pruebas y ensayos realizados con modelos nuevos y mejorados de aviones de combate. De allí se derivaron las conocidas leyes de Murphy, las cuales, aunque parezcan sin sentido, la práctica demuestra que sí suceden.

Ambas frases describen muy bien lo que está aconteciendo en Colombia con su sistema de salud, el cual presenta deficiencias que, de no ser atendidas, podrían empeorar. Situémonos inicialmente en lo que está ocurriendo: lo primero es reconocer que la salud en Colombia es un derecho fundamental que garantiza que todas las personas tengan acceso a servicios de salud necesarios, atención de calidad y tratamientos adecuados. Según la Ley Estatutaria de Salud (Ley No. 1751 de 2015 que regula el derecho fundamental a la salud en Colombia):

  • Su objetivo es garantizar, regular y establecer mecanismos de protección para el acceso a servicios de salud.
  • El derecho a la salud es autónomo, irrenunciable y comprende el acceso oportuno, eficaz y de calidad a servicios para la preservación, mejoramiento y promoción de la salud.
  • El Estado tiene la responsabilidad de respetar, proteger y garantizar este derecho, y su prestación como servicio público esencial es obligatoria.

En resumen, el derecho a la salud en Colombia implica que todos los ciudadanos deben recibir atención médica adecuada y contar con los recursos necesarios para preservar su bienestar. Lo segundo es que el financiamiento del sistema de salud en el país se basa en diversas fuentes para garantizar el acceso a los servicios médicos. En síntesis, el sistema de salud en Colombia se financia mediante una combinación de cotizaciones de los afiliados, recursos fiscales y otras fuentes.

La estructura de la salud en Colombia, hasta ahora, está fundamentada en tres tipos de instituciones diferentes:

  • La ADRES, institución que recauda los dineros aportados por los contribuyentes, empleadores y trabajadores. Esta institución le paga a las EPS la unidad de pago por capitación (UPC) o pago por persona anual, que corresponde a la prima por los riesgos en salud que deben cubrir las aseguradoras, es decir, las EPS, que se mencionan a continuación.
  • Las EPS, empresas promotoras de servicios de salud: las que estructuran las redes de servicios y actúan como aseguradoras para afianzar los riesgos en salud (pagos por servicios médicos, hospitalarios, tratamientos, medicinas, laboratorios, etc.). Las EPS pagan a las IPS los servicios que prestan a sus respectivos pacientes, a partir de lo que reciben como UPC o pago por persona anual vinculada a su institución.
  • Las IPS, instituciones prestadoras de servicios de salud conformadas por toda la red médica, hospitalaria, terapéutica y de servicios de salud que se prestan a los pacientes.

Cuando la UPC es insuficiente para cubrir los gastos de las IPS, se compromete la solvencia y la solidez de las EPS. Esto, por supuesto, vuelve inviable el sistema y se traduce en la “quiebra” de estas instituciones, las cuales entran en incapacidad de operar.

No es difícil entender el concepto anterior; sin embargo, el Gobierno nacional, con un enfoque puramente ideológico, no ha querido entenderlo y ha permitido que las cosas vayan mal y cada vez peor, hasta llevar a las EPS a una verdadera encrucijada para poder seguir prestando sus servicios, los cuales son de tremenda delicadeza e importancia para el buen funcionamiento del sistema. Las cosas van mal y por la ley de Murphy, cada vez podrán ir peor. Las EPS tenderán a fallar una a una en su capacidad financiera y operativa, por la asfixia económica a la cual se las somete. El camino se “cerró” y las EPS no tendrán viabilidad de continuidad en su operación, en las condiciones descritas. Es responsabilidad esencial del gobierno actual, sin descartar algún manejo inopinado en las finanzas de alguna que otra EPS.

Murphy también acuñó otra frase: “Si existe la posibilidad de que varias cosas puedan salir mal, saldrá mal aquella que cause el mayor daño”. Esto es justamente lo que está ocurriendo; de los tres tipos de instituciones mencionadas están fallando las EPS, que son el corazón del sistema, las que permiten que todo funcione, desde el dinero que se recauda y fluye de la ADRES a las EPS y de estas a las redes prestadoras IPS que tienen contratadas para que atiendan a los pacientes remitidos. Lo malo es que no se ven soluciones prontas y eficaces en el horizonte, lo cual tenderá por agravar todo el sistema de salud de Colombia, con unos costos en la protección de la salud de los colombianos inimaginables, y no hablamos de costos económicos solamente, nos referimos a costos en calidad y en bienestar de vida, y aún en eventualidades de muerte por falta de atención oportuna.

Es claro que la salud es un derecho de los colombianos y que, finalmente, el obligado a proporcionarla es el Estado con las diferentes fuentes de recursos que dispone. El ser intencionalmente cicatero con el pago de la UPC está reventando al sistema y destruyendo la institucionalidad que con miles de esfuerzos se ha construido durante los últimos 30 años, con una opinión favorable del público en general de más del 80%, sobre la calidad y oportunidad de los servicios de salud que reciben los ciudadanos. ¿Vale la pena poner en riesgo el sistema de salud de los colombianos por el punto de vista ideológico del gobierno? Con la salud no se juega.

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...