Comentario
27/04/2020
Por: Carlos Alberto Mejía Cañas
Ingeniero Industrial y Administrativo
http:/reflexiones-de-cam.blogspot.com
Durante el paso de esta pandemia del
Covid 19, algunos analistas han hecho un énfasis excepcional sobre el papel del
Estado en el liderazgo que debe asumir en concebir las soluciones económicas y
de salud y garantizar su oportuna y eficaz aplicación y en la inconveniencia de
algunos de los modelos económicos y políticos actuales. El papel del Estado es fácil
de entender y asimilar por todo tipo de personas, sin distinción de sus
características civiles o políticas, en las circunstancias de emergencia que
atravesamos. Sin embargo, las afirmaciones realizadas sobre los modelos
económicos y políticos van más allá del suceso de este coronavirus y sus
efectos. Voy a reflexionar sobre dos fuentes de opinión diversas – y como ellas
otras- para hacer ver la trascendencia del tema, específicamente me refiero a las
opiniones de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe)[1] y de Cecilia López Montaño[2]. Veamos:
La Cepal.
Al
examinar las consecuencias del Covid 19 en Latinoamérica, concluye que:
“Llegó
en un momento en que la economía mundial se estaba desacelerando. Los niveles
de deuda eran históricamente altos, y los salarios y la productividad se habían
estancado en muchos países en desarrollo y desarrollados. La crisis sanitaria
ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema globalizado”. El Colombiano,
jueves 16 de Abril de 2020.
Cecilia López
Montaño.
Al
comentar el informe de la Cepal, ya citado, y las consecuencias del
coronavirus, comenta:
“Así el neoliberalismo[3]
colombiano no lo quiera aceptar, están quedando en claro: primero, que muchas
de las debilidades actuales que enfrentan los Estados para atender esta crisis
de salud y en el campo económico, son el resultado de las políticas aplicadas
bajo sus premisas durante cuatro décadas. Por ejemplo, no haber podido resolver
la informalidad laboral sino por el contrario haber incrementado la precariedad
del trabajo. Y segundo, que queda demostrado que ante crisis de esta magnitud
se rompe su premisa básica que es que el sector privado maneja mejor los
recursos que el Estado”. Portafolio,
18 y 19 de Abril 2020.
Se concluyen de las afirmaciones
anteriores dos grandes temas: Primero, la globalización tiene culpabilidad ante
la crisis de económica y de salud y segundo, los principios económicos liberales,
de corte capitalista, quienes se centran el sector privado como factor
principal del desarrollo económico y social, son culpables de las
circunstancias de debilidad económica de los países, incluidos el menor
crecimiento económico y la informalidad laboral.
Nada más lejos de la realidad, vamos por
partes: si algo ha favorecido el crecimiento económico, el desarrollo
tecnológico, el informático, el científico y el social es la globalización que
ha permitido, con mayor libertad y flexibilidad, a partir de los tratados
mundiales de comercio y los tratados regionales de libre comercio, el flujo de
personas, inversiones, mercancías y capitales, lo cual se ha traducido en mayor
progreso y mayor bienestar. Baste mirar que los países que no han participado
activamente en la globalización se han estancado o retrocedido (Corea del
Norte, por ejemplo), por el contrario los activos participantes de la
globalización han crecido y se han desarrollado. La globalización lo que
significa es ampliación de los mercados, complementariedad, aprovechamiento de
ventajas comparativas y competitivas y nuevas oportunidades de inversión, de
comercio, de intercambio científico y tecnológico para los participantes.
La globalización no está exenta de
desbalances y en ocasiones ha creado desequilibrios de unos países mas
avanzados, frente a los menos avanzados, pero para esto están los tratados de
libre comercio que se acuerdan en forma bilateral, con condiciones de
desgravación y acceso específicas, que consultan las particularidades de
desarrollo de los respectivos países, su capacidad y su estructura económica y
social. Valga como ejemplo sobre los beneficios logrados por cada uno de los
participantes, el tratado de libre comercio de USA-Canada-México.
Por otra parte, la globalización no
tiene ninguna responsabilidad por la existencia de la pandemia, este es una
hecho de la evolución de los virus y las bacterias en la naturaleza, no de las
leyes comerciales y económicas entre los países. En el momento de la pandemia los
países han cerrado sus fronteras no por el comercio, pero sí para evitar la
propagación de la enfermedad. Superados los problemas de salud, el comercio se
restablecerá, con algunas diferencias probablemente, pero con fronteras
abiertas entre los países de economía privada.
Adicionalmente, pensar que las debilidades
económicas o las desigualdades sociales y los problemas estructurales como la
informalidad en los países de menor desarrollo, son debidas al papel de los
sectores privados en la economía, es algo traído de los cabellos. Hay economías
fundamentadas en el sector privado, ampliamente desarrolladas y socialmente más
avanzadas, como por ejemplo Noruega, Japón, Singapur, Tailandia, etc., con
menores niveles de informalidad, por ejemplo.
Los problemas sociales en muchas
economías no desarrolladas se deben precisamente a eso, a su menor desarrollo,
hay problemas de competitividad, de productividad, de corrupción, de carencia
de recursos, de delincuencia, de falta de educación, de investigación o de
infraestructura, etc. Es cierto sí que debe existir moderación del sector
privado por parte del Estado con el establecimiento de reglas de juego (leyes, impuestos,
normas, procedimientos, etc.) tales que morigeren sus ambiciones o sus
desigualdades, pero esto no invalida de por sí el modelo económico liberal fundamentado
en el sector privado. Por el contrario, y baste mirar a nuestros vecinos
Venezuela o Cuba, por ejemplo, los países con economías estatizadas y centralizadas,
quienes se acompañan con gobiernos totalitarios, no demuestran los avances y el
progreso de los que están en la otra orilla el modelo de desarrollo económico y
político.
Tanto el Estado como el sector privado
tienen un papel en la economía, que es propio de su existencia, son
complementarios y ambos se requieren, con un adecuado equilibrio entre ellos.
[1] La Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL) es una de las cinco
Comisiones Regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago
de Chile. Se
fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas
a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y
con las demás naciones del mundo. Posteriormente, su labor se amplió a los países
del Caribe y se incorporó el objetivo de
promover el desarrollo social.
[2] Cecilia
Matilde López Montaño es una
economista y política colombiana. Siempre ha militado en el Partido Liberal.
Como liberal ha sido Ministra de Agricultura, Ministra de Medio Ambiente,
Directora de Planeación Nacional y Senadora de la República para el periodo
2006-2010.
[3] Movimiento de
actualización del liberalismo económico y político, aparecido después de la
Primera Guerra Mundial, que limita la intervención del Estado en asuntos
jurídicos y económicos, para evitar que se convierta en un estado gigante, de
carácter estatista y totalitario.