sábado, 25 de septiembre de 2021

EL VACÍO DE PODER

 Comentario 27/09/2021

 

EL VACÍO DE PODER

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

En los países latinoamericanos existe la tendencia a generar vacíos de poder, especialmente en épocas preelectorales, dado que los viejos copartidarios se alejan del actual gobernante para quedar con las manos sin ataduras y poder presentar sus opiniones y propuestas sin las reservas que pudo haber dejado la actuación del gobierno anterior.

Y, el gobernante, a su vez, debe generar la efectiva independencia de las tendencias y eventos electorales, porque, de lo contrario, los hechos de gobierno, el desarrollo de iniciativas o la promoción de nuevas leyes pueden ser vistos como tendenciosos y favorecedores de sus correligionarios y opuestos a los contradictores, frecuentemente con violación de códigos o normas que prohíben estas actuaciones y las sancionan, entre ellas las llamadas leyes de garantías.

Generalmente, en época electoral, se congelan ciertos gastos del presupuesto o la iniciativa de nuevas contrataciones o de campañas de promoción y publicidad de proyectos o ejecuciones gubernamentales. La oposición enfila baterías para cuestionar cada acto de gobierno que consideran de intervención en política electoral y favorecimiento de los candidatos y las ideas de su corriente política.

En esas circunstancias, lo que puede ocurrir es una especie de vacío de poder, real o imaginaria, si el gobernante no se "amarra los calzones” y deja de lado el momento electoral para enfocarse decididamente en terminar su obra de gobierno. Simplemente, esto no es una conducta fácil por estar cerca el término de su mandato y verse sometido a todo tipo de críticas, no en vano este período se ha llamado “con el sol a la espalda”, para significar que ya viene el ocaso de un gobierno, un poco en el sentido de que ya su turno terminó.

Sin embargo, lo peor que debe hacer un gobernante es abandonar su programa de gobierno dadas las circunstancias diferentes que atraviesa y, en ocasiones, las circunstancias difíciles de ese último año de mandato. Eso es, precisamente, el vacío de poder es como si viviéramos en la sombra, pero con el sol de frente, porque el país y sus soluciones no se pueden aplazar hasta que pase el período electoral, con toda su fanfarria de promesas y, muchas veces, con profundos vacíos de soluciones reales, sólo promesas, que suenan lindas y redentoras, pero que no consultan las realidades y las capacidades que el país y sus presupuestos tienen.

Lo frecuente es que los políticos con pretensiones electorales lanzan todo tipo de propuestas, sin indicar ni el cómo las van a realizar, con cuáles recursos y con qué duración en su ejecución y cumplimiento. Palabras llenas de vacío, pero convincentes ante las necesidades de la población, la cual, ingenuamente, y, a pesar de que la historia les demuestra que los cumplimientos son muy pocos, siguen creyendo en los candidatos y más en los que hábilmente, dicen y predican lo que el pueblo quiere oír.

Así, por acción del gobernante y sus colaboradores o por las actuaciones de la clase política, sobreviene un vacío real de poder en la decisión o en la gestión. Con frecuencia escuchamos que ya como viene el último año del gobierno de turno, hay que aplazar las iniciativas en curso y ni hablar de las que apenas están en los inicios de su trámite.

Ahora, se aducen restricciones legales, inconveniencias políticas o cualquier otra excusa para aplazar las decisiones y las acciones. Se indica que no son sólo las ataduras que se derivan del cumplimiento de las leyes, sino también de los presupuestos que se agotan y los tiempos que se achican, así como la escasa voluntad de los funcionarios por permanecer en el gobierno hasta su último día, los cuales, generalmente buscan otros refugios alternativos en forma pronta, sobre todo si tienen aspiraciones políticas y electorales.

Si el gobernante no se para al frente del país y de sus compromisos para cumplirlos, o, al menos, avanzarlos, puede pasar un largo período de tiempo sin ejecuciones o realizaciones significativas. Así las cosas, se puede volver a un período de parálisis.

Pero si a lo anterior sumamos el primer año del gobierno siguiente, el cual apenas entra a “afinar los instrumentos y el grupo de músicos”, de nuevo podemos tener otro vacío de poder en la ejecución de las obras que el país requiere.  Todo nuevo gobierno, normalmente, tiene que “formar” equipo de gobierno en el propio ejecutivo, en el legislativo y en el poder judicial, sintonizando tiempos y prioridades, aprobaciones y avances, para poder empezar a ejecutar lo que se propone.

Es de suma importancia que el gobierno que está de salida termine lo mejor posible su labor, y, el que está de llegada, no se demore en la ejecución de su programa de gobierno, que en ese momento debería estar completamente definido, de tal manera que el país se gane, entre los gobiernos salientes y entrantes, hasta dos años de ejecución.

sábado, 18 de septiembre de 2021

EL PENSAMIENTO SOCIALISTA Y SUS RESULTADOS

 Comentario 20/09/2021

 

EL PENSAMIENTO SOCIALISTA Y SUS RESULTADOS

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

En los últimos años, Latinoamérica se ha visto fuertemente influenciada por varios gobiernos de corte socialista y, como consecuencia, estos países han tenido que ver sus economías atravesando momentos de dificultad, dado que los modelos de este corte ideológico afectan gravemente la estabilidad macroeconómica, la propia democracia, las relaciones internacionales y la seguridad de la inversión e iniciativas privadas.

No han pasado muchos años de haber escuchado, fuerte y claro, al comandante Hugo Chaves en Venezuela pronunciar las palabras “Exprópiese”, al referirse a empresas y propiedades que pertenecían a familias que tuvieron que huir del país para buscar un refugio para sus vidas, sus negocios y su propia libertad, amenazadas por el régimen socialista, autocrático, populista, nacionalista y autoritario.

Los resultados de Venezuela han sido dramáticos desde cualquier punto de vista:  destrucción del aparato productivo económico, éxodo de venezolanos, con sus recursos, ilusiones y proyectos de vida y de empresas tradicionales y productiva con empleo e inversión, corrupción y narcotráfico, terrorismo, lavado de activos, persecuciones políticas, familias divididas, pérdida de recursos petroleros por haberlos dilapidado por su asociación con países, como Cuba, de la misma órbita de pensamiento, reservas internacionales prácticamente agotadas, cierre de crédito externo, entre muchos otros terribles hechos, que los venezolanos han tenido que padecer.

La inflación es galopante, de hecho, su moneda ya no tiene valor monetario, por más que traten de corregirla borrándole ceros o cambiándola por nuevos iconos monetarios. También las relaciones internacionales del país se han visto alteradas para girar en la geopolítica de los países de corte comunista o fundamentalista como Rusia, Irán, Turquía y China, por supuesto. Se han granjeado, además, la enemistad de sus antiguos socios de comercio, de vecindad, de inversión y de desarrollo.

Pues bien, este ejemplo viene siendo empleado también en países como Cuba o Nicaragua, con resultados igualmente desastrosos, recordemos, además, en el caso de estos países la terrible persecución y encarcelamiento de opositores y la restricción de libertades ciudadanas y de opinión.  Recientemente, además, en Perú con el nombramiento de Pedro Castillo, donde apenas comenzando y el país ya muestra gran éxodo de capitales, freno a la inversión extranjera y deteriorar macroeconómico significativo y un ambiente político totalmente polarizado por su orientación ideológica y la conducta política radical de varios de los miembros de su gabinete. Recordemos también el Ecuador de Rafael Correa que llevaba su país a un despeñadero económico por su déficit fiscal, los subsidios populistas, el endeudamiento externo y la corrupción, frente a la cual ya ha sido acusado y encontrado culpable.

Triste ver cómo ese mismo el “bicho socialista” picó a Argentina y de la mano de la familia Kirchner y de Alberto Fernández, el deterioro económico y social es cada vez peor, no es gratuito el revés electoral que han tenido recientemente, y, aunque buscan a quién endilgarle la culpa, la responsabilidad es de ellos, especialmente de la corrupta familia Kirchner. No ha sido tampoco feliz el gobierno de Andrés Manuel López obrador en México, acusado de fuerte represión a los órganos judiciales y a la prensa por oponerse a la prórroga de su mandato, como indica la constitución. Son sinuosas y poco ortodoxas sus conductas populistas y de acendrado nacionalismo proteccionista. Lo mismo puede afirmarse de Luis Arce en Bolivia, con su “segundo de a bordo”, Evo Morales, dada su persecución a la oposición -como le ha ocurrido a la expresidenta Yanine Áñez, hoy en procesada y amenazada con 30 años de prisión por traición a la patria- y su desafío con las instituciones de financiamiento internacionales.

Para muestra estos botones de gobiernos de corte socialista, los cuales, defienden más sus intereses políticos y económicos, que las reivindicaciones sociales, o los criterios de respeto por la constitución y los propios de la oposición. Todos terminan por volverse autocráticos en nombre del pueblo que dicen gobernar y terminan siendo un desastre para la estabilidad de la democracia, el respeto a la Constitución y la Ley, a la división de poderes, a la inversión privada, la propiedad privada, la libertad de opinión y los derechos de los demás ciudadanos.

En Colombia tenemos mucho que aprender y demasiado que reflexionar sobre esas experiencias dolorosas y cercanas, para prepararnos en nuestra propia selección de candidatos idóneos, democráticos, con respeto por la propiedad, las instituciones y el modelo económico, político y social que nos acompaña y que le ha permitido al país niveles de progreso notables en los últimos 50 años.

No estamos exentos de experimentos socialistas y candidatos populistas, con falsos nacionalismos, y generación de odio de clases. La campaña de la izquierda radical en Colombia actualmente consiste en desprestigiar, a como dé lugar, el gobierno de Duque y las instituciones democráticas, generando odio de clases. Podemos estar o no de acuerdo con los aciertos de Iván Duque, quien ha conducido al país en el más terrible escenario de pandemia, paros y violencia, narco guerrillera y de problemas importados de vecinos indeseables como el gobierno venezolano, sin embargo, dejará al país con un crecimiento económico importante y superior a los niveles pre pandemia, con un gasto social como nunca antes había sucedido y con la integridad de sus instituciones y de su modelo democrático.

Cuando el expresidente Uribe le dice al país “ojo con el 22” sabe muy bien porqué lo dice, el temible socialismo acecha la nación, sus instituciones, su sector privado y las libertades de sus ciudadanos.

lunes, 13 de septiembre de 2021

LA DESCONFIANZA

 Comentario 13/09/2021

 

LA DESCONFIANZA

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Es muy triste ver cómo cada vez creemos menos, si bien estamos en un país caracterizado por una democracia pluralista, con instituciones estructuradas y en funcionamiento y un gobierno elegido por mandato popular. Sin embargo, la incredulidad en los anteriores factores es mayor a cada momento, como lo demuestran las encuestas de opinión, que frecuentemente hacen diferentes agencias de investigación.

En particular, los jóvenes manifiestan gran desconfianza en las promesas del gobierno, el Congreso, los organismos de justicia y especialmente en los partidos políticos y aún en los diferentes credos y organismos religiosos.

Veamos, por ejemplo, cuál es su pensamiento con relación a las elecciones, como mecanismo democrático por excelencia para expresar la opinión ciudadana y elegir dignatarios a los diferentes cargos públicos. Esta evidencia surge de las anteriores elecciones (2018) y se proyecta como una sombra para las del 2022.


Publicación de El Tiempo 21 de agosto, 2021

La primera pregunta es si votó, frente a lo cual se observa que sólo el 56% de los jóvenes con derecho a votar y edad inferior a los 25 años, lo hicieron. Esto se contrasta con los demás rangos de edad (mayores de 25 años en adelante) en los cuales los votantes ascendieron a más del 75% de quienes tenían derecho a votar.

Ahora, cuando se le pregunta a la población joven si está satisfecha con la democracia, como muy satisfecha se manifiesta sólo el 14.1% y entre indiferente y muy insatisfecha el resto, el 85.9%.

En cuanto a las convicciones políticas de los jóvenes, el 15% se manifiesta en la izquierda, cerca del 20% en la derecha y el 41% en el centro, con un notorio 24% aproximadamente que no sabe o no responde. En otras encuestas recientes, los jóvenes, especialmente, reafirman no creer en los partidos políticos ni en las instituciones del Estado, sus convicciones no obedecen tampoco a la identificación con personas o grupos políticos, más bien con ideas, rasgos o tendencias políticas, como conceptos.

Muy preocupante para el país que esta incredulidad y desconfianza esté presentándose especialmente en los jóvenes que son los llamados a relevar con caras nuevas las instituciones y los escenarios futuros de desenvolvimiento político, económico y social del país. Es casi como decir que los “siguientes corredores” no quieren tomar los “testigos” que les entregarán sus antecesores en la “carrera de relevos”, para defender la democracia, sus instituciones, sus valores y su sociedad.

En nuestra opinión, la credibilidad y la confianza se han perdido por las actuaciones de la mayoría de la clase política, por su falta de coherencia, de integridad y de transparencia, donde participan también, y por desgracia, los correligionarios de cada partido que se han convertido en corruptos, en verdaderas sanguijuelas del presupuesto público, sin ningún compromiso real por las regiones y sus ciudadanos, ni por los valores de la democracia y su división de poderes. Su función es obtener su propio beneficio a como dé lugar y, para ello, se rodean mutuamente de privilegios y prebendas que el resto de los ciudadanos no tienen y no pueden alcanzar, a los habitantes del común sólo nos toca, según la posición de esos políticos, la tarea de pagar los impuestos y contribuciones y votar cuando corresponde.

Pero, además, las rencillas politiqueras en que continuamente se mantienen los miembros de los partidos, donde no se defiende una visión de país para encontrar sus soluciones urgentes y necesarias, cada vez más aleja a los partidos de la sociedad, y, como hemos visto, de los jóvenes en particular. No es gratuito que los partidos políticos y el Congreso de la República tengan las más altas opiniones negativas o desfavorables en la opinión pública, más del 80% de rechazo.

La responsabilidad de los partidos en la conducción del Estado y sus instituciones no se puede ni menospreciar ni volverse poco trascendental, no es algo ligero y pasajero, es real, actuante y primordial. Requiere conocimiento, compromiso y vocación sincera de servicio para el país y sus ciudadanos, independientemente de su color político. Y, si los relevos no quieren recibir la “posta” de la democracia ni de los partidos, “la carrera” muy probablemente terminará mal.

martes, 7 de septiembre de 2021

EL PROBLEMA DE LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

 Comentario 06/09/2021

 

EL PROBLEMA DE LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Es sorprendente pensar en cómo la humanidad no reacciona en forma adecuada frente al problema del cambio climático, acelerado por la enorme contaminación ambiental y el efecto invernadero de las descargas de CO2 que continuamente enviamos a la atmósfera, dados nuestros sistemas de producción manufacturera, de los métodos de cultivos agropecuarios y de las costumbres de movilidad que priman en todas las ciudades del mundo.

Desde muchos años atrás, en diferentes foros mundiales, se ha advertido la necesidad de revertir este fenómeno so pena de volverse irreversible. De hecho, el 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 10 años. Son los llamados objetivos de desarrollo sostenible (ODS), donde hemos resaltado con negrilla el número 13, específico sobre el tema:

  1. Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
  2. Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible.
  3. Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos en todas las edades.
  4. Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
  5. Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
  6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.
  7. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos.
  8. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.
  9. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.
  10. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos.
  11. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
  12. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenible.
  13. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).
  14. Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible.
  15. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica.
  16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
  17. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.

Pues bien, como vamos, vamos muy mal, veamos por qué:

  • Los modelos de producción industrial y agrícola que hoy dispone la humanidad son por esencia contaminantes de muchas maneras.
  • La energía que se produce no es limpia, en muchos lugares del planeta.
  • Las ciudades no son sostenibles por los problemas ambientales que causan.
  • Los comportamientos humanos son en su gran mayoría contaminantes.
  • Los medios de transporte privados y públicos frecuentemente con combustión de derivados de hidrocarburos.
  • Los procesos de descontaminación aún son incipientes y están muy lejos de ser eficientes y de costo adecuado para las magnitudes que el hombre produce como contaminación en la atmósfera y en el agua.
  • La población crece día a día y esto complejiza las soluciones.
  • Mientras más aumenta el ingreso per cápita, más aumenta el consumo y con esto la contaminación que muchos residuos y desechos no recuperados producen.
  • Además, las tecnologías que hoy dispone la humanidad, son esencialmente contaminantes. Entre otros factores.

De hecho, según la cantidad de CO2 que día a día arrojamos a la atmósfera, para los años 2050 a 2100 la contaminación habrá aumentado en 40 veces lo que es hoy, según las previsiones de los científicos, los cuales hablan de las terribles palabras de “momentos de no retorno”, cuando ya puede ser irreversible el problema.

Ahora, este tema es una verdadera encrucijada para la humanidad porque habrá que “volcar el mundo de cabeza”, empezando inmediatamente, para poder modificar lentamente las condiciones desfavorables. ¿Qué hay que hacer?

Lo primero es la convicción de los gobiernos, las organizaciones mundiales, los partidos políticos y los empresarios de todo el mundo que esto es una prioridad para la supervivencia de la raza humana, tarea muy difícil de lograr frente a los impresionantes intereses económicos que rodean el mundo oficial y privado de todas las naciones. Ahora, estos cambios requieren mucho dinero, dinero que sólo las naciones ricas podrían con voluntad política aplicar, pero y ¿a los países pobres quién los apoya?, ellos no tienen la capacidad económica, técnica, política y social para cambiar su entorno

Lo segundo, es modificar los métodos de producción industrial y agrícola, cambiar los medios de transporte a energías limpias, “descontaminar” las ciudades y sus ciudadanos de las producciones masivas de CO2, todo lo cual suena como un sueño, porque, no tenemos las tecnologías habilitadas, ni los medios de transporte apropiados y cambiar ciudades y ciudadanos en tan corto período de tiempo parece imposible. Sin embargo, si no iniciamos, nunca lo lograremos.

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...