sábado, 26 de noviembre de 2022

¿COGOBERNAR CON EL ELN?

 Comentario 28/11/2022

 

¿COGOBERNAR CON EL ELN?

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), es una organización guerrillera insurgente, narcotraficante y terrorista colombiana, de extrema izquierda, que opera en Colombia y Venezuela. Se define como de orientación marxista-leninista y pro-revolución cubana. Desde su conformación en 1964 es un actor del conflicto armado interno en Colombia. El ELN es considerado un grupo terrorista por Colombia, Perú, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. Los gobiernos de algunos países como Nicaragua, Argentina y hasta antes del 2018, el gobierno de Ecuador, no lo consideran ni terrorista ni beligerante. Brasil y Chile no le aplican esta calificación. En 2008 el presidente venezolano Hugo Chávez solicitó a los países de Latinoamérica y de Europa que se le otorgará estatus de grupo beligerante al ELN, beligerancia que no es reconocida pero sí tenida en cuenta por la ONU y el Parlamento Latinoamericano.

Desde el rompimiento de los diálogos de paz con el ELN, producto del atentado contra la escuela de policía General Santander el 17 de enero de 2019, donde murieron 23 cadetes, el gobierno de Iván Duque declaró esta guerrilla como Grupo Armado Organizado (GAO), cuyos integrantes se deben desmovilizar para ser juzgados por delitos políticos y criminales, ya no en la justicia transicional sino en la ordinaria. Sin embargo, el presidente Petro ahora les concede una nueva oportunidad de paz, con condiciones restaurativas favorables, la sexta negociación, si las cuentas no me fallan, pues muchos gobiernos de diferentes “colores” políticos han tratado de llegar a un acuerdo de desmovilización y cese al fuego, para a lograr una paz estable y duradera en el país. Lo que en todos los casos se ha solicitado es la verdad, la justicia, la reparación a las víctimas y la no repetición, con efectiva dejación de las armas. Pero esto nunca se ha logrado con el grupo guerrillero ELN, son huidizos y escurridizos, la razón es que en la negociación no han logrado lo que quieren lograr.

Escuchando a Pablo Beltrán (Israel Ramírez Pineda), uno de los avejentados líderes del ELN, es claro lo que esperan lograr: Cogobernar en el país, sin pasar por las urnas, ni por el Congreso como los de las FARC, así dicen, pero ganas no les faltan. Ellos se sienten la solución para los problemas de desigualdad, desarrollo, bienestar y crecimiento del país, si se remueven las causas que las impiden, según afirman, lo que, inevitablemente, los lleva a señalar a otros como culpables, tales como a las instituciones, el llamado establecimiento, la clase política y las oligarquías, especialmente estas últimas, en su opinión.  

La solución es que ellos estén en el cogobierno del país y puedan implementar las reformas salvadoras, por encima de las demás instituciones y sin consultar la voluntad de 50 millones de ciudadanos, lo que quieren es no pasar por las urnas, después de ver lo mal que le fue a las FARC en las elecciones, hoy partido Comunes, donde sacaron menos de 55.000 votos en todo el país. No hay una descripción sesuda de las reformas que plantea el ELN, simplemente todo se fundamenta en el intervencionismo del Estado, como ser todopoderoso, para dirigir la economía, la sociedad, la propiedad privada, sus instituciones y sus ideales.

No son buenos los antecedentes de esta revolucionaria guerrilla, dadas las condiciones de afectación que han causado en 50 años de existencia, en ciudades y campos, infraestructura energética y de oleoductos, extorsiones y secuestros (llamados retenciones) de ciudadanos y miembros de la fuerza pública, asalto con lanzamiento de explosivos a poblaciones inermes, narcotráfico, lavado de activos y un sin número de atentados por todo el país. Recordar el Club el Nogal en Bogotá, por ejemplo. La pregunta es si es justo con Colombia, sus ciudadanos e instituciones, su constitución y sus tradiciones, concederles nuevas y ventajosas oportunidades de paz a estos desalmados guerrilleros, ¿hasta cuándo y hasta dónde?, ¿por siempre y para siempre la sociedad colombiana estará sometida a sus caprichos y sus delitos?

La experiencia del país con los acuerdos FARC-Santos del 2016, los cuales no han reportado verdad, justicia, reparación y no repetición. Justicia aún no tienen y sólo tendrán penas restaurativas, que no significan cárcel sino trabajo comunitario, con limitación de desplazamiento y quien va a reparar es el Estado (los colombianos asumiremos la indemnización de las víctimas por los delitos cometidos por los guerrilleros), no ellos. En cuanto a la no repetición, existen las llamadas disidencias con Iván Márquez a la cabeza. Los dirigentes de las FARC se han llenado de beneficios y privilegios, sin reparación alguna, para ellos curules y privilegios en el Congreso y una justicia con poca sanción, si se puede llamar justicia. Con el ELN de nuevo tendremos largas y nutridas comisiones negociadoras, países garantes, tribunales especiales, con justicia independiente, y otra parafernalia de organismos y personas buscando la llamada paz total del gobierno de Petro.  Más de lo mismo, en síntesis.

Nadie discute el concepto de la paz, como necesidad, conveniencia y mandato constitucional para todos los ciudadanos, lo que se plantea es que ya no debe haber soluciones favorables para el ELN, o se someten a la justicia, como todos los ciudadanos, o se les debe derrotar militarmente. No puede ser que esta guerrilla, amparada en el territorio y el gobierno venezolano, con el tufillo cubano, merezca nuevos procesos de paz, el sexto, según las cuentas.

En mi opinión el ELN no tiene voluntad de paz, utiliza el nombre de la paz para favorecer los intereses de sus aprovechados dirigentes, para que les den una justicia favorable y se les ofrezcan condiciones de re-vinculación a la sociedad ventajosas y mucha publicidad por todos los medio de comunicación, en los cuales van a ser nuevos profetas de las buenas conductas, de la pacificación del país y la defensa del medio ambiente, este último, su favorito para la destrucción en miles de atentados como el minado de oleoductos, por ejemplo. Ya Petro anunció que en estos procesos se les concederá permanecer con hasta el 10% de su riqueza para favorecer la entrega de sus demás activos, supuestamente para las víctimas. A propósito de estas últimas, las víctimas, siempre se dice que estarán en el centro de los acuerdos, pero nunca, en realidad, son beneficiarios reales de la tal reparación o restitución de los bienes de la guerrilla. Basta ver la triste experiencia de las FARC que al final salieron con que ellos no tenían recursos, que eso no era verdad, y apenas entregaron bienes no significativos y poco valorados. El país debe pensar de nuevo en la conveniencia de más procesos de paz con estos delincuentes reincidentes, quienes dicen abrazar ideales políticos de noble significado social y comunitario, los cuales nunca han aplicado en realidad.

 

Nota: algunas de las memorias históricas de este documento son tomadas de Wikipedia.

sábado, 19 de noviembre de 2022

EL PETRISMO DE PETRO

 Comentario 21/11/2022

 

EL PETRISMO DE PETRO

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Centrado en la redistribución del ingreso y el intervencionismo del Estado como las grandes fórmulas orientadoras de su gestión, acompañadas de una fuerte ideología de izquierda, avanzaron los primeros 100 días del gobierno de Gustavo Petro. Acciones concretas, hasta ahora, la reforma tributaria que ha quedado en firme, el proyecto de la Paz Total y el acuerdo de Escazú, lo demás, es mucho “tilín tilín y nada de paletas”. De hecho, su favorabilidad ha caído y ya se ven elementos de desespero e impaciencia entre sus áulicos y seguidores por el logro de más resultados de los prometidos durante la campaña. También hay que reconocerle su habilidad política de rodear su gobierno de una coalición alrededor del pacto histórico, su movimiento político, con los muy aceitados y “enmermelados” partido liberal, conservador y de la U. Vamos por partes:

La reforma tributaria es consecuente con su idea obsesiva de que hay que redistribuir el ingreso y beneficiar a los más pobres con subsidios y beneficios pagados por los más ricos, sean estos, empresas, empresarios u otras personas naturales, nacionales o extranjeras, con actividad económica en el país. En su intención todos estamos de acuerdo con los tributos, pero en su contenido y alcance diferimos sustancialmente. Crear o mantener subsidios es generar dependencia de la población por los mismos y preferencia por sus favorecedores, quienes los emplean con el sentido político de buscar adeptos, lo cual, les impide a estos ciudadanos desarrollar sus competencias, sus capacidades, su labor productiva y buscar su propio progreso, a partir, eso sí, del apoyo del Estado en la formación, el fortalecimiento de sus habilidades y en el desarrollo de sus potencialidades. Volvemos a si es mejor darles peces para comer o enseñarles a pescar. Los subsidios, salvo casos extremos, deberían ser ocasionales y transitorios.

Olvida también el petrismo de Petro, el sabio consejo que le dio la importante economista de origen italiano Mariana Mazzucato en su reciente visita al país, indicándole que para poder redistribuir hay que crecer. Quien además entiende la redistribución del ingreso como generación de oportunidades más que de subsidios.

Inoportuna también la reforma tributaria, impuesta a “pupitrazo limpio”, por su coalición de gobierno, por el momento en el cual va a tener incidencia, a partir del primero de enero de 2023, es decir, cuando se espera inicie en Colombia y en el mundo un período de decrecimiento o recesión económica, durante el cual hay que cuidar con esmero las fuentes de producción, empleo y ocupación para que las personas y sus familias no se vean enfrentadas a singulares dificultades y carencias. La reforma se “chupa” los recursos para favorecer el gasto social del gobierno, pero con ello debilita las finanzas privadas y afecta, por esa vía, la desaceleración de la economía. Podríamos decir que el gasto del gobierno obrará como efecto anticíclico, pero no es así, será más consumo, no más inversión o proyectos de desarrollo.

En síntesis, en vez de crear factores de crecimiento, desarrollo, progreso o mitigación de los impactos de los choque externos e internos, como la devaluación y la alta inflación, la reforma lo que hace es desestimular la actividad empresarial y darle un “mazazo” a ciertos sectores económicos como el sector minero energético por una supuesta contaminación ambiental, donde Colombia genera el 0.4% de la contaminación mundial y dispone de una de las mejores matrices de energía limpia y renovable, a partir de la generación hidráulica, la eólica y la solar de las que dispone y puede continuar desarrollando. Estos sectores difícilmente levantarán cabeza hacia el futuro y, además, están amenazados con la no existencia eventual de nuevos contratos de exploración y explotación.

Los empresarios norteamericanos con actividad productiva en Colombia, especialmente minera y petrolera ya han manifestado su inconformidad con dicha reforma y le han pedido al gobierno del presidente Biden rechazarla por ser violatoria de los tratados de libre comercio suscritos entre Colombia y USA.

Por otra parte, la reforma política es sujeta de amores y odios, con temas tales como sus listas cerradas, su transfuguismo autorizado, la financiación de las campañas sin prohibición del efectivo y su intención del voto obligatorio. Y, la paz total aún en ciernes, pero ya se avisa como otro catálogo de beneficios a favor de los delincuentes y reincidentes, sin contraprestación para el país y sus ciudadanos de bien.

También, el acuerdo de Escazú introduce elementos de información, protección a líderes ambientales, zonas de reserva y consultas populares, con injerencia de organismos extranjeros, cuyo efecto es redundante ante la constitución colombiana, pero crea nuevas instancias de intervención extrajera en la solución de problemas ambientales que dependen exclusivamente de las necesidades, capacidades y posibilidades del propio país. Aquí podremos ver un efecto de parálisis en muchos proyectos de desarrollo e infraestructura futuros en el país.

Varios de los anuncios y promesas en el petrismo de Petro, que más parece en campaña que en gobierno, se están volviendo promesas vacías, por imposibilidad de darles cumplimiento, o por hacerse el de las “gafas” en su ejecución, como las 3.000.000 de hectáreas a repartir, la solución de las invasiones, el combate al narcotráfico, la seguridad ciudadana, la reforma a las fuerzas militares y de policía, entre muchas otras.

Se anuncian las reformas a la salud, la reforma rural, al contrato de trabajo, a las pensiones, y muchas otras en trámites, más burocracia y procedimientos, no precisamente austeridad (nuevos ministerios y carrera consular), etc. Desde ahora, ya crean confrontación y choque de opiniones, por efectos que se consideran inconvenientes, como sería, por ejemplo, la supresión eventual del sistema de aseguramiento de la salud a través de las EPS en el país.

Muchos argumentan que son pocos 100 días de mandato, pero otros pensamos que “desde el desayuno se sabe cómo va a ser el almuerzo y la comida”.

sábado, 12 de noviembre de 2022

LOS DESAFIOS

 Comentario 14/11/2022

 

LOS DESAFIOS

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Aparte de lo descoordinado y fuertemente desalineado discurso del presidente Petro y sus ministros, los cuales se contradicen frecuentemente o afirman sí pero luego dicen no, pero más tarde tal vez, todo lo cual crea una sensación de ausencia de una clara orientación sobre cuáles son sus prioridades y sus criterios de gobierno, su direccionamiento del país y el verdadero propósito de futuro que lo acompaña. Lo planteado, hasta ahora, es un verdadero desafío a la estabilidad macroeconómica y al progreso de sus empresas y ciudadanos.

El país atraviesa por un escenario macroeconómico complejo, al igual que las muchas de las economías mundiales, debido a la crisis de abastecimiento alimentaria y de materias primas, al encarecimiento de los diversos energéticos, la alta inflación, la depreciación de las monedas frente al dólar y las altas tasas de interés, combinado con las confrontaciones geopolíticas, todo lo cual en Colombia se suma a la incertidumbre que está creando el nuevo gobierno con su estilo de administración, desordenado y errático, desconectado de las realidades macroeconómicas del mundo y del propio país. Hasta el presidente del Congreso, Roy Barreras, férreo defensor del programa de gobierno de Petro, ha tenido que llamar la atención a los ministros para que ordenen sus ideas y moderen su comunicación pública. Para el efecto, el ministro del interior, Alfonso Prada, ha sido nombrado “comunicador” del equipo de gobierno, para ver si de esa manera meten menos la pata.

Sin embargo, el daño está hecho y ya no habrá forma de enderezarlo, salvo un drástico cambio de decisiones y acciones del gobierno, no previsible en su estilo autocrático. Veamos varias de sus posturas, promesas y anuncios:

  • Su marcado acento social en el interés de apoyar a los pobres, lo ha llevado a plantear una lucha de clases de los ricos versus los pobres: “los ricos deben pagar para poder apoyar a los pobres”, con lo cual crea el concepto que los pobres están en su situación económica vulnerable como consecuencia de los ricos. Se ha olvidado además de la clase media, Colombia tiene cerca de 23 millones de habitantes considerados clase media, para los cuales parece no gobernar. El presidente lo es para todos los colombianos, no sólo para los de sus afectos.
  • Las 3.000.000 de hectáreas, que negoció con Fedegan, ofrecidas a los campesinos, son una promesa para endulzar el oído, ya que no puede cumplir por carencia de recursos financieros y humanos para realizarlo, como lo reconoce su ministra de Agricultura, Cecilia López, difícilmente los recursos del presupuesto del país cumplirán con las metas del gasto social, lleno de subsidios, y lo necesario para el funcionamiento, el pago del servicio de la deuda, la inversión en infraestructura, a más de la calamidad por el invierno, y eso que estamos en un año virtuoso de recaudo de impuestos.
  • Ha descalificado sectores económicos como el comercio o la banca de los cuales afirma que no le aportan a la economía. Sin embargo, para el pago de impuestos, al sector financiero le ha asignado una sobretasa del 5%, más el 35% por supuesto, parece que, en su concepto, este sector es para lo único que sirve, para el pago de enormes impuestos.
  • Con las entidades gremiales como la ANDI, Fenalco o la Asobancaria, tiene una batalla ideológica permanente, son pensamientos de economías capitalistas con empresa y propiedad privadas y al gobierno sólo le interesa la economía socialista, con estatización de todo tipo de actividad económica. Estos gremios han censurado duramente la reforma tributaria por el momento económico que atraviesa el país y el cual se prevé empeorará en el próximo año, con lo que aseguran, se acrecentará el desempleo. Y nos falta el incremento del salario mínimo, con una gran dosis de populismo, seguramente.
  • Ya hizo aprobar el tratado de Escazú, el tratado ambientalista, cuya protección ya estaba en la legislación colombiana, pero sin la injerencia internacional que este tratado promueve, la cual puede condicionar o limitar el desarrollo del país sin consultar sus necesidades y posibilidades.
  • Del sector minero energético, es triste hablar, lo quiere acabar por posiciones ambientalistas radicales, para lo cual ha urdido una persecución fiscal y de controles insoportables. Por un lado, ha afirmado que no habrá nuevas exploraciones y explotaciones a futuro o que serán absolutamente limitadas y por el otro, un futuro insostenible de impuestos y contribuciones, permisos y restricciones. Esas empresas pasarán a tener tributos del 80% o más de sus ganancias, lo cual las volverá poco rentables y atractivas para los inversionistas, quienes, por supuesto, se sentirán desprotegidos y sin garantías jurídicas y fiscales en el país, y tocarán la retirada de sus nuevas inversiones o de las actuales. ¿Qué va a pasar en Colombia en 8 a 10 años que se nos acaban las reservas probadas de petróleo y de gas?
  • Las empresas verán caer sus ganancias con el mínimo de contribución del 15% establecido en la ley tributaria, independientemente del escenario económico que estén atravesando.
  • Las personas naturales de mayores ingresos o patrimonio van a ver una progresiva e incremental tributación por sus niveles de rentas o de activos patrimoniales, por las menores deducciones o con la determinación de las tarifas tributarias según el valor total de sus ingresos por todo concepto, excepto pensiones. Esto afianzará el riesgo fiscal de esos ciudadanos en Colombia, por lo cual buscarán generar rentas o contabilizar sus activos en países con normas tributarias más benignas. En vez de estimularlos a generar empleo, desarrollo o inversión en el país, por la carga fiscal podrán concluir que es mejor hacerlo en el exterior.
  • De nuevo, el impuesto al patrimonio, que es un gravamen “antediluviano” se vuelve a establecer como permanente y creciente para ciertos rangos de patrimonio. Esto conduce también a esconder o sacar más que preservar en Colombia ahorros, negocios o inversiones.
  • Por el lado de la paz total sólo se ve impunidad y beneficios a todo tipo de delincuentes, disidentes, reincidentes y renuentes. La justicia por ningún lado.
  • Nos falta ver el engendro que van a imponer para el sector salud, con médicos itinerantes dependientes del gobierno nacional, lo cual afectará la estabilidad de las empresas del sector en el país, reconocido como uno de los mejores sistemas de salud por su cobertura y su calidad médica, por propios y ajenos. Puede volverse, además, un elemento de influencia política, como los famosos médicos cubanos que obran en varios países de Latinoamérica.
  • El estilo del “pupitrazo” autoritario en el Congreso o en la aplicación imperativa de las decisiones del gobierno tampoco ayuda al interés de una Colombia democrática y pluralista. Habla más de totalitarismo, autocracia y estatismo.

En fin, basten estos comentarios para decir que el daño está hecho, será un verdadero desafío lograr un progreso económico creciente y generador de oportunidades para todos, cuando quienes pueden crearlo son afectados o perseguidos de esa manera. Con sólo las promesas del gobierno y mayores impuestos y contribuciones el país no progresará.

Y viene el 2023 cargado de negros nubarrones. Y nos falta ver también, cómo sigue el dólar y su impacto en la canasta familiar…

martes, 8 de noviembre de 2022

LOS MODELOS DE DESARROLLO

 Comentario día 08/11/2022

LOS MODELOS DE DESARROLLO

Por: Carlos Alberto Mejía C.

Ingeniero Industrial y Administrativo.

https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Con la confirmación de Lula como presidente del Brasil, es claro reconocer que la gran mayoría de los países de Latinoamérica tendrán, en los próximos años, gobiernos de izquierda, algunos de tono moderado como el de Chile, pero la gran mayoría de corte muy radical, como Venezuela, Nicaragua o Argentina, por ejemplo. De hecho, varios comentaristas ya llaman a la región la “zona rosa”, dado que aún se conservan unos pocos gobiernos de derecha como en el Salvador o Ecuador, por ejemplo.

Tendremos, entonces, la oportunidad de ver en acción dos modelos económicos, políticos y sociales diferentes, con resultados, seguramente muy distintos. Sin embargo, hay que indicar que el entorno internacional es muy agresivo por el deterioro de muchas de las economías mundiales que han sido motores del crecimiento y del desarrollo, a más de un ambiente geopolítico de gran confrontación y tensión, y amenazas de muchos tipos.

Los países latinoamericanos, por su parte, no están exentos de esas complejidades. La alta inflación, las altas tasas de interés de sus bancos centrales, precisamente para combatir la inflación, y la depreciación acelerada de sus monedas frente al dólar, las han puesto en condiciones macroeconómicas difíciles. Todas estas economías, además, acompañadas por problemas de déficit fiscal y de balanza de pagos, con desempleo y pobreza crecientes, polarización política y, también, en unas de ellas, con fenómenos de violencia armada. Naciones afectadas concurrentemente por grupos criminales, especialmente de narcotráfico, con sus secuelas y complejidades. No faltan tampoco los problemas de corrupción y sus respectivas mafias que atentan contra el buen funcionamiento de los Estados y los Gobiernos.

Ahora veremos en acción los dos modelos de desarrollo, y podremos analizar sus decisiones, implementaciones y consecuencias. Son en realidad, no sólo dos modelos de pensamiento ideológicos, sino, y, muy especialmente, de relaciones entre el Estado y el sector privado.

Así, sin entrar en muchos detalles, los modelos de desarrollo de los países de la región se han caracterizado por dos enfoques que se contrastan en sus características y ventajas en cuanto al papel del sector privado y el del sector estatal. El primer enfoque, el de los gobiernos que tratan de tener una intervención estatal profunda en la dirección de la economía (los de izquierda) y en el gasto social o las que, por el contrario, le conceden preponderancia al sector privado como motor del desarrollo y del bienestar social y comunitario (los de derecha). Además, hay diferencias en el marcado respeto por las leyes, la propiedad privada y las libertades ciudadanas en los gobiernos de corte liberal democrático de derecha, lo cual es menos afianzado en los de corte estatista y más autocrático de izquierda. En estos últimos, no siempre el respeto por las leyes y los períodos de gobierno constitucionales son de feliz cumplimiento.

Además, aunque puede haber populismo de izquierda y de derecha, los campeones en este campo han sido generalmente los gobiernos de izquierda, los cuales, para elegirse, han prometido redentoras soluciones de todo tipo, sin contar con la financiación y la tozuda realidad de las debilidades y complejidades de nuestras naciones latinoamericanas.

Para no ir muy lejos miremos lo que ha pasado, hasta ahora, con el Gobierno de Gustavo Petro, quien prometió “el oro y el moro” y ya en la realidad se le ha ido desmoronando su “castillo”. Mencionemos algunos ejemplos:

1.    Tierras y reforma agraria: ha sido su principal propósito, el cumplimiento del punto número uno del acuerdo de paz, según el cual, el Estado debe hacer entrega de tierras a los campesinos y acompañarlos en su dotación y sistemas de producción adecuados para volverlas tierras rentables. Petro anunció, con bombos y platillos, un acuerdo con Fedegan para comprar 3.000.000 de hectáreas, pero ya su ministra de Agricultura respondió en forma contraria, diciendo que eso era imposible, que no había ni plata ni capacidad para atender tan compleja tarea, en todo el país, que, a lo más, una parte, la mitad, se podría implementar, pero también lo puso en duda. Esta promesa de “democratizar la tierra” ha traído, como colofón, múltiples invasiones en toda la geografía del país.

2.    Reforma política: con paz total para los grupos insurgentes, con sometimiento y acogimiento de las bandas criminales e indulto y amnistía para las primeras líneas. Ya esta última parte de las primeras líneas se le cayó en el congreso y la JEP ya indicó que no había cabida para los insurgentes que fueran reincidentes después del proceso de paz de Santos, léase, Iván Márquez y sus correligionarios.

3.    En la defesa del medio ambiente, en la cual todos estamos de acuerdo pues no es una convicción exclusiva de los de izquierda como tratan de abanderarla, en forma inopinada el gobierno quería cancelar los nuevos programas de exploración y explotación de nuevos pozos de petróleo hacia el futuro y gravar con altos impuestos a las compañías mineras y petroleras actuales, Dos resultados: Ya tuvo que anunciar que sí podrán estudiarse nuevos contratos futuros, y las compañías mineras y petroleras ya anunciaron que se incrementaba el riesgo país y que se hacía poca atractiva su labor en Colombia, como quien dice, que pueden tocar la retirada. La fuerte pérdida de valor del peso frente al dólar y la “llamada al orden” de la banca internacional y de los empresarios extranjeros con sede en Colombia al Gobierno de Petro, lo han hecho recapacitar.

4.    La reforma tributaria, que ha sido el coco para todos los sectores económicos, por lo inoportuna y regresiva (en plena antesala de una recesión anunciada por el propio Petro), la cual se ha presentado como el camino donde los ricos pagan para favorecer a los pobres (populismo), ya fué “peluqueada” en múltiples formas, sin descartar que lo que quede y se aplique igualmente hará gran daño a la economía. Por este tema, los propios partidos que formaron su coalición de gobierno están tocando la retirada.

 

Hay otros temas que podríamos mencionar, pero el espacio es limitado, baste con la contundencia de los anteriores. Sin embargo, están pendientes temas como la reforma laboral, con jornada de menos horas, reforma a horas extras y cancelación de contratos de servicios, entre otras, las cuales ya se avisan como inconvenientes en el momento económico actual y atentatorias contra la generación de empleo. Pendiente también está la reforma pensional con contribución de pensión hasta 4 SMLV a través de Colpensiones, lo cual haría desaparecer a los Fondos Privados de Pensiones. No se ha presentado, pero ya origina toda clase de rechazos.

 

En fin, su gobierno, el de Petro, ha estado caracterizado además por la confrontación política, al sembrar odio de clases, una difusa y confusa campaña contra el narcotráfico y un nuevo enfoque frente a la extradición que contraviene los acuerdos internacionales, y no se ven, por ningún lado, las anunciadas campañas anticorrupción y de austeridad. Por algo será que la imagen favorable de Petro ha bajado 10 % en dos y medio meses y su contemporáneo Boric en Chile ya tiene el 66% de desaprobación en menos de ocho meses.

 

El invierno y el cambio climático pueden alterar también la voluntad y decisión de los gobiernos de turno en cualquier latitud del territorio latinoamericano, no todo es ofrecer y prometer sino también cumplir y afrontar las contingencias.

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...