Comentario 29/04/2023
EL
AUTISMO DEL PRESIDENTE
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
“La mayor violencia siempre
proviene de un gobierno que se vuelve indolente y sordo”, Gustavo Petro Senador de la república
2021.
Las
marchas del 21 de abril de 2024 constituyeron, por su concurrencia y su
conducta pacífica, ciudadana, ordenada y sin destrucción de bienes públicos ni
privados, con asistencia de viejos, jóvenes, niños, bebes de brazos, hombres y
mujeres por igual, el mayor símbolo político de protesta jamás realizado en
Colombia en los gobiernos que se recuerdan.
Los
marchantes protestaban justamente por un gobierno indolente y sordo a las
solicitudes ciudadanas de un cambio de rumbo en el estilo, la ejecución y las
formas de gobierno, más sindéresis con el pensamiento de quienes no están de
acuerdo con el desenvolvimiento del gobierno de Petro, puesto que él es el
presidente de todos los colombianos y su responsabilidad es velar y propugnar
por el bienestar y progreso de los ciudadanos sin distingo alguno, no sólo de
sus áulicos.
Tres
mensajes eran claros, dentro de un sin número de estribillos que se lanzaron:
- Replantear
las reformas sociales
(laboral, salud y pensiones), no porque no se requiera sino porque en la forma
en que fueron concebidas son contraproducentes, no sostenibles funcional y
financieramente o son inconstitucionales. Por supuesto todos somos conscientes
que leyes que originalmente fueron hechas treinta años atrás, merecen ser
actualizadas a las realidades de hoy y con visión de futuro, pero en el marco
de la sostenibilidad, la equidad y la legalidad para las actuales y las futuras
generaciones.
- No
al proceso constituyente
que quiere impulsar Petro Urrego con el poder constituyente que es, en sus
palabras, el pueblo, y fuera de las normas constitucionales para citar a una
asamblea nacional constituyente, la cual, a ciencia cierta, no se sabe
exactamente para reformar qué y cómo, salvo que se trate de temas relacionados
con la continuidad suya como presidente o de su movimiento el progresismo de
izquierda. Nótese que Petro habla de un proceso constituyente y no de una
asamblea nacional constituyente, como todos sabemos cada palabra del presidente
no es gratuita, ¿qué querrá decir con “proceso constituyente” y cuáles serán
sus trámites, decisiones e implicaciones?
- El
proceso de paz que de tumbo en tumbo
se intenta estructurar con todo tipo de alzados en armas, en condiciones de
legalidad, seguridad y cesación de la violencia, la garantía de no repetición y
la reparación a las víctimas todas las cuales son más un decir que un actuar.
Hay regiones del país perfectamente en estado de guerra como en el Cauca, el
Catatumbo o el norte del Valle y Chocó o el norte de Antioquia.
Hubo,
por supuesto, un popurrí de solicitudes con carácter nacional o regional sobre
servicios públicos y sus tarifas, sobre la CREG, sobre el agua, sobre
infraestructura, sobre vías, sobre educación y, en fin, un sin número muy
diverso de iniciativas de menor significación. Sin embargo, las tres más
sonadas son las que hemos descrito antes.
Ahora,
todos esperábamos que después de tan impecable y sonora marcha hubiera una
reacción favorable del gobernante, sin embargo, Petro indicó que las marchas
habían sido débiles y ratificó su invitación a una marcha de sus
correligionarios políticos para el 1° de mayo, día del trabajo, donde los
sindicatos habitualmente reclaman sus reivindicaciones, para contraponer las
marchas del 21 de abril.
Mientras
tanto Petro, que no es ningún aparecido, va introduciendo sus reformas e
iniciativas por fuera de los procedimientos constitucionales, como sucede con
la reforma a la salud, que, a pesar de haberse hundido, él la está
implementando tanto con decretos como con acuerdos con diversos grupos de
interés y por fuera de la respuesta que obtuvo en la Comisión 7° de Congreso
que la negó por improcedente y no financiable.
De hecho, todavía no se conocen los estudios de sostenibilidad
financiera de las reformas sociales producidos por el Ministerio de Hacienda.
El
temperamento impositivo, autocrático y totalitario de Gustavo Petro no se
detendrá hasta lograr que muchas actividades donde hoy participa el sector privado
pasen al sector público, bajo el supuesto que lo hace mejor el Estado que el
privado, lo cual la historia ha demostrado que no es así, por la racha de
clientelismo, politiquería, ineficiencia y corrupción del sector público.
Petro
no se detendrá ante nada ni ante nadie, y, como afirma el columnista Thierry
Ways en su columna de EL tiempo del 28 de abril de 2024: “…aunque todos los
días se publican quejas sobre la baja ejecución del gobierno, que es un
reproche cierto, la transformación profunda que el Pacto Histórico desea para
el país va viento en popa. Esta transformación consiste en convertir a Colombia
en una sociedad menos libre, más estatizada, más dependiente de la clase
política, y por lo tanto más subordinada al clientelismo, la corrupción, la
burocracia y la politiquería. Y ese proyecto no adolece de baja ejecución”.
De
ahí que Petro se haga el de los oídos sordos, él está logrando lo suyo, aunque
los logros sociales y económicos no sean su fuerte, su ideologización del
Estado va en marcha y para eso se ha vuelto autista con los mensajes de los
ciudadanos no políticos y de los partidos opositores. Poco le importan, siembra
violencia por indolente y sordo, ese es Gustavo Petro Urrego.