Comentario 01/07/2025
SÍ
PODEMOS ENFOCARNOS EN EL PROGRESO DEL PAÍS
Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/
Propuesta
para el progreso y desarrollo de Colombia
Para
enfocarse en las soluciones que el país necesita, recomendamos que el siguiente
itinerario sea analizado por todos los interesados en el progreso y el
desarrollo de Colombia. Sin ser excluyente o exclusivo, por supuesto, admite
comentarios y otras ideas.
Este
es un momento en el que se requiere recuperar la democracia, la
institucionalidad y la confianza ciudadana en el gobierno. Para el 2026,
Colombia aspira a tener un presidente totalmente distinto, que muestre
disciplina, compromiso con las soluciones que necesitan los ciudadanos, que sea
sensato y que no tenga rastros de radicalismos ideológicos. Es fundamental
recuperar una relación de respeto con el Congreso, las Cortes, los medios, los
empresarios y los partidos políticos de oposición.
Desafíos
actuales y soluciones propuestas
Tenemos
dos males evidentes: la política de seguridad y la llamada paz total, las
cuales han fracasado. Hoy lo que ven los colombianos es el fortalecimiento de
las estructuras criminales y un debilitamiento de la fuerza pública. Siempre se
ha insistido en una política de seguridad integral, que entienda que seguridad
y justicia son inseparables. Si no superamos los niveles de impunidad, será muy
difícil garantizar la efectividad de cualquier política de seguridad. Es
urgente desfinanciar financieramente las estructuras criminales con todos los
organismos de inteligencia del Estado. También es necesario recuperar la
capacidad operativa, de inteligencia y de contrainteligencia del ejército, la
policía y los organismos de investigación.
Creemos
en la libertad económica, en el sector privado como motor de desarrollo y de
crecimiento, y también estamos de acuerdo con la desregulación, menores
controles, restricciones y limitaciones a este sector. Es urgente reducir los
impuestos y garantizar la estabilidad jurídica. No se debe perseguir más a los
empresarios ni a ningún sector productivo.
Reforma
estatal y ética pública
Tenemos
un aparato estatal enorme y burocrático; hay que hacerle una poda a la
burocracia, el clientelismo, la politiquería y el amiguismo que de ese estado
gigante e ineficiente se derivan. Se requiere una cultura ética de la legalidad
y el cumplimiento en todo el aparato estatal. Sería ideal que un menor gasto
público se invirtiera en educación productiva como motor del desarrollo.
También
es fundamental combatir la corrupción a todo nivel, en el sector público y en
el privado. A los colombianos la corrupción se les volvió paisaje y muchos
creen que no hay forma de erradicarla. A medida que el Estado se reduce y los
trámites se digitalizan, es mucho más fácil generar transparencia y reducir
significativamente la corrupción. Qué importante sería que en Colombia el
sector público y el privado realizaran sendas campañas por el cumplimiento de
la ley, el rechazo a la corrupción y la conducta ética de los ciudadanos y de
los funcionarios públicos, que permeen a toda la comunidad.
Apuestas
económicas clave
Hay
que apostarles a los siguientes sectores:
Fortalecer
el sector agropecuario es clave: podemos producir los doce meses del año, el
agro ha sido el de mejor desempeño y es una ventaja comparativa y competitiva.
Hay
que apostarle también al sector minero-energético. La transición energética es
importante, pero aún más lo es la seguridad energética. Debe impulsarse la
exploración de hidrocarburos y gas, y hay que realizar pilotos de fracking.
Además,
se debe impulsar el turismo y el entretenimiento, que son sectores
estratégicos, así como las industrias creativas (cine, música, diseño, moda,
publicidad, literatura, etc.) donde Colombia tiene un potencial enorme. Lo
mismo aplica al sector de servicios (médicos, educativos, informáticos,
profesionales, etc.) donde también hay un potencial impresionante.
Estas
líneas económicas deberán estar acompañadas de impulsores de competitividad y
productividad, como la desregulación, los menores impuestos, la seguridad
jurídica y las mejoras sustanciales en infraestructura, conectividad y red
vial. Hay que estructurar políticas públicas integrales que impulsen el
desarrollo de los demás sectores. El país debe apuntarle a lograr el progreso
con el mayor crecimiento de la economía, de las empresas y de los empresarios,
lo cual generará nuevas oportunidades para todos los ciudadanos. No debemos
depender del sector público para crecer; se requiere un Estado pequeño, pero
eficiente, haciendo lo que le corresponde, no tratando de sustituir al sector
privado.
Visión
internacional y plan de choque
El
gobierno de Petro ha obrado con un criterio de afinidad ideológica en la
relación con otros países. No se deben manejar las relaciones internacionales
con criterios partidistas, sino bajo un criterio basado en los intereses de la
nación y en la tradición democrática de Colombia.
El
nuevo gobierno debe llegar con un paquete de decretos para reducir el tamaño
del Estado y un plan para reactivar y relanzar la economía y el sector privado.
Para ello se requiere un acuerdo nacional con todos los gremios, para tener una
lista de chequeo con el plan de choque necesario para sacar a Colombia
adelante. Lo más importante será enviar señales claras de tranquilidad a los
colombianos y a los mercados internacionales, porque hoy hay una gran
desconfianza debido al manejo irresponsable de la economía, algo que no
habíamos visto antes.
Vamos
a recibir un país con problemas serios: crisis de seguridad, sector energético
debilitado, endeudamiento público insostenible, sector salud en crisis, las
pensiones desfinanciadas y una economía profundamente deteriorada, con un
enorme déficit fiscal. Todo eso requiere planes de choque bien estructurados.
También hay que convocar a los colombianos alrededor de la seguridad para
iniciar, desde el comienzo, una nueva política en esa materia. Es clave que los
colombianos vuelvan a creer y a confiar.