lunes, 18 de agosto de 2025

EL MERCADO DE DIVISAS Y LA ECONOMÍA NACIONAL

 Comentario 19/08/2025

 

EL MERCADO DE DIVISAS Y LA ECONOMÍA NACIONAL

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

El mercado de divisas, también conocido como mercado cambiario o Forex (Foreign Exchange), es el espacio global donde se compran, venden e intercambian las monedas de diferentes países. Aunque opera de forma descentralizada y no está supervisado por una única autoridad, su importancia es crucial para las transacciones internacionales. Su versión moderna se divide en tres mercados principales: al contado, a plazo y de futuros.

Tipos de cambio

Existen dos tipos principales de sistemas de tipo de cambio:

Tipo de cambio flexible o flotante: El valor de la moneda está determinado por la oferta y la demanda del mercado. Este es el sistema que opera en Colombia para monedas como el dólar y el euro. Las fluctuaciones en el precio de estas divisas se ven influenciadas por factores económicos y políticos como la inflación, la estabilidad económica del país o las tasas de interés.

Tipo de cambio fijo: En este sistema, el Banco Central vincula el valor de su moneda a una divisa extranjera. Algunos países, como El Salvador, Panamá y Ecuador, han optado por adoptar directamente una moneda extranjera (en este caso, el dólar) como moneda nacional, un proceso conocido como dolarización.

 

Submercados y operaciones

Las actividades en el mercado de divisas se clasifican en tres submercados:

Mercado al contado (Spot): Se intercambian monedas utilizando la tasa de cambio actual del momento. Por ejemplo, si se compran 50 euros con dólares y el tipo de cambio es de 0.92 euros por dólar, se pagarían 54.34 dólares.

Mercado a plazo (Forward): Es un acuerdo privado entre dos partes para intercambiar monedas en una fecha futura a una tasa de cambio previamente acordada. Este mecanismo es útil para protegerse de posibles pérdidas si el valor de la moneda disminuye.

Mercado de futuros (Futures): Funciona de forma similar al mercado a plazo, pero las operaciones se realizan a través de contratos estandarizados y públicos en una bolsa de valores.

El mercado de divisas en Colombia

El mercado de divisas en Colombia es un componente crucial de la economía nacional y opera bajo un sistema de flexibilidad cambiaria. El precio del dólar y de otras monedas no es fijado por el gobierno, sino que depende de las condiciones del mercado, es decir, de la oferta y la demanda.

Las transacciones de divisas en Colombia se realizan a través de dos mercados principales:

Mercado Cambiario: Aquí se registran y llevan a cabo operaciones obligatorias como importaciones, exportaciones, endeudamiento e inversiones. Estas transacciones se realizan a través de los Intermediarios del Mercado Cambiario (IMC), que incluyen bancos, corporaciones financieras, compañías de financiamiento y sociedades comisionistas de bolsa.

Mercado Libre: Este mercado se utiliza para negociar las divisas que no requieren registro ante las autoridades. Por ejemplo, las casas de cambio operan en este mercado, permitiendo a personas naturales comprar y vender dólares. Al igual que en el mercado cambiario, el precio se rige por la oferta y la demanda.

 

Principales actores y la TRM en Colombia

  • ·         Diversos actores participan en el mercado de divisas colombiano:
  • ·         Bancos y Entidades Financieras: Actúan como intermediarios.
  • ·         Casas de Cambio: Facilitan las transacciones para personas naturales.
  • ·         Importadores y Exportadores: Realizan transacciones internacionales.
  • ·         Inversores y Especuladores: Buscan beneficiarse de las fluctuaciones.
  • ·         Banco de la República: Aunque no fija la tasa, puede intervenir para estabilizar la moneda nacional.

La Tasa Representativa del Mercado (TRM) es un precio de referencia calculado diariamente por la Superintendencia Financiera de Colombia con base en las operaciones del mercado cambiario. Es una guía para el mercado, pero su uso no es obligatorio para todas las transacciones.

El impacto de las remesas en Colombia

Un ejemplo significativo de la dinámica del mercado cambiario son las remesas, los giros que los colombianos que residen en el exterior envían a sus familias en el país. Estas remesas han mostrado un crecimiento constante y son una fuente vital de ingresos para muchos hogares.

En los primeros cuatro meses de 2024, las remesas totalizaron 3,650 millones de dólares, lo que representa un incremento del 13.6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este flujo de dinero tiene un impacto económico significativo, especialmente en departamentos como Valle del Cauca, Cundinamarca, Antioquia y Risaralda, donde contribuye a mejorar el consumo y el bienestar de las familias receptoras.

Principales países emisores de remesas a Colombia:

  • ·         Estados Unidos: 50 - 60%
  • ·         España: 12 - 15%
  • ·         Otros países: (incluyendo Portugal, Chile, Reino Unido y Ecuador) 15 - 20%
  • ·         El resto: Otros países.
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El mercado de divisas es un pilar fundamental de la economía global y local, sirviendo como el motor que facilita el comercio, la inversión y la especulación a nivel internacional. En el caso de Colombia, su sistema de tipo de cambio flexible ha permitido que el valor de su moneda refleje de manera transparente las dinámicas de la oferta y la demanda, aunque esto también la expone a las fluctuaciones de la economía mundial.

Desde la compleja estructura del mercado cambiario hasta el impacto directo en la vida de los colombianos a través de las remesas, el mercado de divisas no es solo un concepto financiero abstracto, sino una fuerza que moldea la estabilidad económica del país y el bienestar de sus ciudadanos. La interacción entre los diferentes actores, desde el Banco de la República hasta las casas de cambio, asegura un ecosistema financiero dinámico y, en gran medida, eficiente. Comprender este mercado es clave para interpretar la economía nacional y las decisiones que influyen en el valor del peso colombiano.

lunes, 11 de agosto de 2025

LA UNIDAD NACIONAL

 Comentario 11/08/2025

 

LA UNIDAD NACIONAL

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Independientemente de la ideología de los diferentes partidos políticos y grupos de opinión, debería existir un acuerdo sobre lo fundamental para solucionar los problemas del país, respondiendo a lo que sus ciudadanos esperan y necesitan de sus gobernantes. Esta idea fue propuesta por el difunto Álvaro Gómez Hurtado, asesinado en 1995, un destacado político conservador, periodista y abogado colombiano.

El "Acuerdo sobre lo Fundamental" de Gómez Hurtado era una invitación a construir consensos nacionales en torno a los valores y prioridades esenciales del país. Su idea era dejar de lado las divisiones políticas y enfocarse en temas clave que permitieran superar la violencia y el estancamiento político, económico y social. Este acuerdo buscaba que los debates se centraran en la búsqueda de soluciones, en lugar de disputas ideológicas o la repartición de cargos y presupuestos públicos. Gómez Hurtado creía que este enfoque podría fortalecer la democracia y fomentar un diálogo más constructivo entre los diferentes sectores de la sociedad. Un buen ejemplo de esto es que en la práctica existen temas de importancia, trascendencia y prioridad en los que todos estamos de acuerdo, como la salud o la educación.

Desafortunadamente, este no es el criterio que guía a los políticos. Para ellos, la dominancia ideológica y el tamaño de la cuota burocrática están en el centro de su atención, sin importar la verdadera solución a los problemas.

Identificar estas prioridades nacionales de manera conjunta entre los partidos políticos y grupos de opinión debería ser una misión prioritaria del Gobierno, —independientemente de su color político— y del Congreso, sin dar peso a los frentes de opinión individuales o de colectivos políticos. Si, con independencia del gobierno de turno, existiera en el país un verdadero derrotero de objetivos, planes y programas sobre los temas fundamentales de mutuo consenso, se avanzaría mucho en su solución o, al menos, en su progreso.

Pero si cada gobierno hace borrón y cuenta nueva con lo hecho por sus antecesores, o se dedica a criticar y destruir sus logros, el progreso será de "unos pasitos para adelante y unos pasitos para atrás", como un corcho en un remolino, dando vueltas sin avanzar realmente hacia las soluciones.

Tomemos, por ejemplo, el agua potable como prioridad nacional. Si se han identificado claramente los datos, hechos y fuentes de solución, un programa a largo plazo para superarlo, que podría involucrar varios gobiernos, podría ser acogido por el gobierno de turno, tanto en el Congreso como en el Ejecutivo, como un tema de Unidad Nacional, sin importar la orientación política de los gobernantes del momento. De hecho, temas como este, que deben formar un programa de Unidad Nacional, son temas de nación, no de gobierno.

Se requieren dos decisiones con un gran consenso nacional: 1. ¿cuáles son los temas prioritarios? y 2. ¿cómo se pueden abordar para su solución? Esto exige verdaderos líderes en los grupos políticos, capaces de trascender la realidad del país con sus soluciones, e impedir que primen los intereses y apetitos burocráticos de cada líder y sus grupos de opinión.

Un buen ejemplo de Unidad Nacional surge de la experiencia colombiana de la redacción de la Constitución de 1991, la carta magna que rige actualmente en Colombia. Su aprobación representó un cambio significativo en la estructura política y social del país, marcando el inicio de una nueva era de derechos, democracia participativa y justicia social.

Su redacción y aprobación fue el resultado de un proceso histórico. En los años ochenta y noventa, Colombia enfrentaba una crisis de violencia, narcotráfico y conflictos armados. En este contexto, surgió la necesidad de una transformación profunda. El proceso comenzó con el gobierno de Virgilio Barco y se consolidó durante la presidencia de César Gaviria. En 1990 se convocó una Asamblea Nacional Constituyente, integrada por representantes de diversos sectores políticos y sociales, incluidos partidos, sindicatos y comunidades indígenas.

La Asamblea trabajó intensamente para redactar una nueva Constitución que reflejara los intereses y necesidades de la sociedad colombiana. Finalmente, el 4 de julio de 1991, se promulgó la Constitución, reemplazando la de 1886 y estableciendo un marco jurídico más inclusivo y moderno. La redacción de la Constitución de 1991 en Colombia fue liderada por un grupo diverso de representantes de diferentes partidos y movimientos políticos, con la colaboración de los 70 miembros de la asamblea. Entre los líderes más destacados estuvieron:

·         Horacio Serpa Uribe: representante del Partido Liberal Colombiano, uno de los partidos tradicionales del país.

·         Álvaro Gómez Hurtado: líder del Movimiento de Salvación Nacional, con una visión conservadora y reformista.

·         Antonio Navarro Wolff: proveniente de la Alianza Democrática M-19, un movimiento político de izquierda surgido tras la desmovilización del grupo guerrillero M-19.

Estos tres líderes compartieron la presidencia de la Asamblea Nacional Constituyente, reflejando la diversidad política y social.

¿Será posible que el país vuelva a pensar en programas de Unidad Nacional que sean de nación y no de gobierno, y que permanezcan como verdaderas prioridades con una planificación a largo plazo? Esto solo ocurriría si se superan las barreras que la intensa polarización política ha creado en el país, especialmente durante el gobierno de Gustavo Petro, quien ha preferido la radicalización y la confrontación en lugar del consenso.

lunes, 4 de agosto de 2025

LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

 Comentario 04/08/2025

 

LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

La riqueza de las naciones y regiones del mundo es bastante desigual, lo cual explica, parcialmente, muchas de las presiones sociales, políticas y económicas que buscan mejores condiciones de vida y bienestar.

En una publicación del Boston Consulting Group de los Estados Unidos se exploró este tema, definiendo riqueza como la diferencia que se determina con la suma de los activos reales (propiedades e inmuebles) y los activos financieros (activos monetarios), restando de ellos el valor de los pasivos. (La República, miércoles 8 de julio de 2025).

A continuación, se presentan los datos de algunas regiones para hacer una comparación entre ellas y observar la posición relativa de Colombia:

El mundo, globalmente considerado, tiene una riqueza de $512,3 billones de dólares, la cual creció un 4,4 % entre 2023 y 2024. Por su parte, América Latina tiene una riqueza de solo $17,5 billones de dólares, con un crecimiento del 2,2 %, y Colombia, una riqueza de solo $0,42 billones de dólares, con un crecimiento del 1 %, el más bajo entre las regiones analizadas.

Si comparamos el tamaño relativo de esas regiones con relación a América Latina, encontramos que la riqueza del mundo es cerca de 30 veces la de América Latina; la de América del Norte es 10,8 veces; la de Europa Occidental es 6 veces; y la de Colombia, con un valor de 0,024 veces, es poco significativa. Por su parte, América del Norte es cerca de 5 veces el tamaño de la riqueza de Europa Occidental. La pequeñez de la riqueza de Colombia nos invita a reflexionar en dos temas:

Por un lado, somos un país relativamente pobre y con insuficiente riqueza para mejorar el estándar de vida de todos los ciudadanos a un nivel superior. Ni aun repartiendo la riqueza total por partes iguales entre todos los ciudadanos se lograría una condición que signifique un aumento sustancial en la capacidad económica y el bienestar de cada uno. Por consiguiente, el progreso de toda la comunidad no se generará a partir de la distribución de la riqueza. Esta es una vieja tesis del socialismo de Estado, que se cae por su propio peso con la evidencia en todos los países que erróneamente han seguido ese camino. La única forma de generar más riqueza no es repartiendo pobreza, sino generando más crecimiento y desarrollo en la economía para que se traduzca en nuevas y mejores oportunidades para todos los ciudadanos y, por supuesto, en más riqueza en general.

Los ciudadanos que tienen riqueza y la han invertido o ahorrado en su país ya están contribuyendo a generar condiciones de mayor progreso y bienestar. Sin embargo, aunque se eleve la productividad del capital invertido hasta ahora en la economía, no será suficiente para aumentar significativamente los niveles generales de riqueza.

Lo segundo, entonces, es reconocer que somos un país con amplios recursos, pero inexplorados e inexplotados; tenemos una gran riqueza potencial, pero si no la ponemos a producir en niveles de explotación superiores, es como si no la tuviéramos. Por ejemplo, la riqueza de los dos mares que Colombia posee se está explotando muy poco, o la riqueza potencial de sus extensas zonas de llanura y tierras fértiles para la explotación agrícola y ganadera en los llanos orientales, en la altillanura y en otras regiones, también es como si no la tuviéramos. El potencial de Colombia es enorme en el turismo, los servicios, la producción de frutas y flores, el café y sus derivados, algunos sectores industriales o comerciales y, por supuesto, la agricultura. En inversión en infraestructura y progreso nos faltan montos significativos, y en ciencia y tecnología también.

Nos falta tecnología, conocimiento, organización y un propósito común y compartido, no solo más capital de inversión y de trabajo. Colombia tiene un recurso humano de buena calidad y preparación, y puede capacitarse más si se abre el camino de la educación en la ciencia y la tecnología como un insumo disponible, siempre presente y al más bajo costo posible. El empresariado comparte esta visión y quiere desarrollarla si las condiciones de seguridad jurídica, política y social lo permiten, siempre y cuando la incertidumbre y la desconfianza no sean el lugar común para todo tipo de empresarios.

Pero se necesita un gobierno y un Estado que remen junto al sector privado, todos mirando hacia el mismo lado y empujando en la misma dirección para impulsar el crecimiento, el progreso y el desarrollo por encima del enfoque de la estatización y la distribución de la riqueza. El gobierno, con sus políticas públicas y la orientación de sus esfuerzos de forma eficaz y eficiente en temas tales como justicia, paz, educación, gasto social, seguridad y proyectos productivos e infraestructura, sería un gran impulsor de la generación de mayor riqueza en Colombia, junto con el sector privado. Más gestión de desarrollo y progreso, y menos ideología, es lo que el país necesita.

EL MERCADO DE DIVISAS Y LA ECONOMÍA NACIONAL

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