lunes, 11 de agosto de 2025

LA UNIDAD NACIONAL

 Comentario 11/08/2025

 

LA UNIDAD NACIONAL

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Independientemente de la ideología de los diferentes partidos políticos y grupos de opinión, debería existir un acuerdo sobre lo fundamental para solucionar los problemas del país, respondiendo a lo que sus ciudadanos esperan y necesitan de sus gobernantes. Esta idea fue propuesta por el difunto Álvaro Gómez Hurtado, asesinado en 1995, un destacado político conservador, periodista y abogado colombiano.

El "Acuerdo sobre lo Fundamental" de Gómez Hurtado era una invitación a construir consensos nacionales en torno a los valores y prioridades esenciales del país. Su idea era dejar de lado las divisiones políticas y enfocarse en temas clave que permitieran superar la violencia y el estancamiento político, económico y social. Este acuerdo buscaba que los debates se centraran en la búsqueda de soluciones, en lugar de disputas ideológicas o la repartición de cargos y presupuestos públicos. Gómez Hurtado creía que este enfoque podría fortalecer la democracia y fomentar un diálogo más constructivo entre los diferentes sectores de la sociedad. Un buen ejemplo de esto es que en la práctica existen temas de importancia, trascendencia y prioridad en los que todos estamos de acuerdo, como la salud o la educación.

Desafortunadamente, este no es el criterio que guía a los políticos. Para ellos, la dominancia ideológica y el tamaño de la cuota burocrática están en el centro de su atención, sin importar la verdadera solución a los problemas.

Identificar estas prioridades nacionales de manera conjunta entre los partidos políticos y grupos de opinión debería ser una misión prioritaria del Gobierno, —independientemente de su color político— y del Congreso, sin dar peso a los frentes de opinión individuales o de colectivos políticos. Si, con independencia del gobierno de turno, existiera en el país un verdadero derrotero de objetivos, planes y programas sobre los temas fundamentales de mutuo consenso, se avanzaría mucho en su solución o, al menos, en su progreso.

Pero si cada gobierno hace borrón y cuenta nueva con lo hecho por sus antecesores, o se dedica a criticar y destruir sus logros, el progreso será de "unos pasitos para adelante y unos pasitos para atrás", como un corcho en un remolino, dando vueltas sin avanzar realmente hacia las soluciones.

Tomemos, por ejemplo, el agua potable como prioridad nacional. Si se han identificado claramente los datos, hechos y fuentes de solución, un programa a largo plazo para superarlo, que podría involucrar varios gobiernos, podría ser acogido por el gobierno de turno, tanto en el Congreso como en el Ejecutivo, como un tema de Unidad Nacional, sin importar la orientación política de los gobernantes del momento. De hecho, temas como este, que deben formar un programa de Unidad Nacional, son temas de nación, no de gobierno.

Se requieren dos decisiones con un gran consenso nacional: 1. ¿cuáles son los temas prioritarios? y 2. ¿cómo se pueden abordar para su solución? Esto exige verdaderos líderes en los grupos políticos, capaces de trascender la realidad del país con sus soluciones, e impedir que primen los intereses y apetitos burocráticos de cada líder y sus grupos de opinión.

Un buen ejemplo de Unidad Nacional surge de la experiencia colombiana de la redacción de la Constitución de 1991, la carta magna que rige actualmente en Colombia. Su aprobación representó un cambio significativo en la estructura política y social del país, marcando el inicio de una nueva era de derechos, democracia participativa y justicia social.

Su redacción y aprobación fue el resultado de un proceso histórico. En los años ochenta y noventa, Colombia enfrentaba una crisis de violencia, narcotráfico y conflictos armados. En este contexto, surgió la necesidad de una transformación profunda. El proceso comenzó con el gobierno de Virgilio Barco y se consolidó durante la presidencia de César Gaviria. En 1990 se convocó una Asamblea Nacional Constituyente, integrada por representantes de diversos sectores políticos y sociales, incluidos partidos, sindicatos y comunidades indígenas.

La Asamblea trabajó intensamente para redactar una nueva Constitución que reflejara los intereses y necesidades de la sociedad colombiana. Finalmente, el 4 de julio de 1991, se promulgó la Constitución, reemplazando la de 1886 y estableciendo un marco jurídico más inclusivo y moderno. La redacción de la Constitución de 1991 en Colombia fue liderada por un grupo diverso de representantes de diferentes partidos y movimientos políticos, con la colaboración de los 70 miembros de la asamblea. Entre los líderes más destacados estuvieron:

·         Horacio Serpa Uribe: representante del Partido Liberal Colombiano, uno de los partidos tradicionales del país.

·         Álvaro Gómez Hurtado: líder del Movimiento de Salvación Nacional, con una visión conservadora y reformista.

·         Antonio Navarro Wolff: proveniente de la Alianza Democrática M-19, un movimiento político de izquierda surgido tras la desmovilización del grupo guerrillero M-19.

Estos tres líderes compartieron la presidencia de la Asamblea Nacional Constituyente, reflejando la diversidad política y social.

¿Será posible que el país vuelva a pensar en programas de Unidad Nacional que sean de nación y no de gobierno, y que permanezcan como verdaderas prioridades con una planificación a largo plazo? Esto solo ocurriría si se superan las barreras que la intensa polarización política ha creado en el país, especialmente durante el gobierno de Gustavo Petro, quien ha preferido la radicalización y la confrontación en lugar del consenso.

No hay comentarios.:

EL MERCADO DE DIVISAS Y LA ECONOMÍA NACIONAL

  Comentario 19/08/2025   EL MERCADO DE DIVISAS Y LA ECONOMÍA NACIONAL   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Admini...