domingo, 24 de septiembre de 2023

LOS COMBUSTIBLES FÓSILES

 Comentario 25/09/2023

 

LOS COMBUSTIBLES FÓSILES

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

El G77+China es un grupo de países en desarrollo que busca promover sus intereses económicos y políticos colectivos, así como fortalecer su cooperación SUR-SUR. El grupo se formó en 1964 con 77 países miembros, pero ahora cuenta con 134, incluyendo a China como socio estratégico. Como punto de partida hay que entender que los países del SUR, en la geografía del mundo, son sociedades menos desarrolladas y económicamente pobres frente a los países del NORTE.

El G77+China es el mayor bloque de negociación dentro de las Naciones Unidas y aborda temas como el desarrollo, el comercio, el cambio climático, la deuda externa y el sistema financiero internacional, el uso de las tecnologías, el mundo digital, el acceso a las nuevas energías, entre otros. Justamente, el 15 y 16 de septiembre de 2023 se celebró esta cumbre de jefes de Estado y de Gobierno en La Habana, Cuba. Algunos hechos de este G77+China quedaron en su declaración final, en la cual el grupo exigió una nueva estructura financiera internacional que sea más inclusiva, democrática y transparente, que respete la soberanía y la diversidad de los países en desarrollo y el hecho de pertenecer a un mundo multilateral. Además, la necesidad del acceso a nuevas tecnologías digitales y a las energías no contaminantes.

Por su parte, el presidente Petro, en esta cumbre, como en muchas otras anteriores sobre cambio climático, de nuevo se refirió a la necesidad de transitar hacia economías descarbonizadas, para lo cual indica que el camino es disminuir la deuda de los países en desarrollo haciendo una modificación estructural en los organismos de crédito multilaterales, para que, a través de una emisión universal de derechos especiales de giro suscrita por las potencias del NORTE, se cancelen las deudas de los países de menor desarrollo, los del SUR, de tal manera que éstos puedan tener espacio en sus recursos económicos para dedicarlos al cambio climático. Sin embargo, estas propuestas no formaron parte de la declaración final del G77+China, ¿por qué?

En otras intervenciones del mismo presidente Petro relacionadas con este tema, se insiste en la necesidad de transitar desde el escenario del uso de combustibles y gas de origen fósil y fuentes de energías contaminantes como los derivados del carbón y del petróleo, hacia combustibles y energías limpias como las eólicas, solares, plantas nucleares, hidrógeno verde, geotérmica, etc., lo más pronto posible. Inclusive, propone Petro, con su marco ideológico de extrema izquierda, el desestimulo o el rechazo de la exploración y explotación de estos recursos o el limitar su desarrollo futuro, con marcos impositivos elevados, restricción de operaciones, licencias y permisos o consultas previas, como acaba de ocurrir con la firma Enel quien tuvo que suspender la construcción del parque eólico en la Guajira por falta de garantías para su desarrollo y por exigencias económicas de la población Wayuú. Tampoco estas propuestas fueron acogidas por el G77+China, de nuevo, ¿por qué?

Las preguntas en estos foros, son sobre el tiempo o el período de transición a economías con combustibles y energéticos limpios y no contaminantes del medio ambiente, el acceso a las tecnologías y conocimientos necesarios para esta transformación y el altísimo costo de su financiación, comenzado porque las fuentes de energía y combustión no contaminantes son tan costosas en su producción actual que algunas son inaccesibles para países en desarrollo, además, se sabe que muchos de los desechos que producen son también contaminantes y requieren largos períodos de reciclaje y descontaminación para poder volver a la naturaleza, lo cual, también, significa altos costos y grandes riesgos ambientales.

Está de por medio las reflexiones del presidente Lula del Brasil en la reciente reunión en la Amazonía con el presidente Petro, y ante la propuesta de este último de abocar la sustitución de combustibles fósiles lo más pronto posible, frente a lo cual Lula afirmó: “No se trata de abandonar el petróleo y el gas de un día para otro, sino de hacerlo de forma progresiva y justa, garantizando la protección social y la reconversión laboral de los trabajadores y las regiones afectadas". Específicamente, Lula ha defendido la necesidad de avanzar en la transición energética hacia las fuentes renovables, con énfasis en la energía solar y la eólica, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Sin embargo, también ha reconocido que Brasil aún depende en gran medida del petróleo y el gas para su economía y su seguridad energética, por lo que ha propuesto una transición paulatina que no deje atrás a los trabajadores y las comunidades afectadas por el cambio.

Estamos llegando a una especie de encrucijada:

  • Necesitamos las energías y combustibles de origen fósil para mantener la estabilidad y la buena marcha de nuestras economías.
  • Así mismo, necesitamos llegar a energías y combustibles limpios, para lo cual requerimos los recursos generados por las primeras
  • Necesitamos conocimientos, tecnologías que no disponemos y el apoyo financiero de las economías desarrolladas.
  • Hay que contar con recursos económicos para financiar la acción climática que proteja el medio ambiente
  • Por consiguiente, no podemos dar estos pasos solos, debería ser una acción concertada entre NORTE y SUR.

Al comentar sobre estos temas el analista senior de EL TIEMPO, Ricardo Ávila Pinto, cuando compara la posición de otros países y la de Colombia, afirma: (EL Tiempo 17 sept 2023, página 1.29): “En cambio los colombianos se asoman a una verdadera pesadilla: De seguir las cosas como van, gana fuerza el escenario de mayores costos y oportunidades perdidas en Colombia, la cual se expone a convertirse en espectadora impotente de un planeta que no dejará del todo el petróleo, mientras se acostumbra a producir y a usar la electricidad de manera sostenible”.

Vamos para el peor de los mundos, con recursos energéticos provenientes de los hidrocarburos propios y disponibles, necesarios para el país, sin poder explotarlos ni emplearlos, pero sí tener que importarlos para usarlos, para, de todas maneras, afectar el medio ambiente con su necesaria utilización, mientras invertimos ingentes sumas de dinero en su sustitución. Y Petro repitió su propuesta en la ONU el 19 de septiembre, frente a oídos de los asistentes “generalmente sordos”.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

¿DÓNDE ESTÁ EL PILOTO?

Comentario 18/09/2023

 

¿DÓNDE ESTÁ EL PILOTO?

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Los colombianos no hemos podido entender las continuas ausencias, retrasos, desplantes o incapacidades que el presidente Petro ha demostrado desde el inicio de su gobierno. Son tantas y tan variadas, con los más diversos estamentos de la sociedad y del gobierno, nacionales y extranjeros, en actos de representación gubernamentales significativos y necesarios, en nombre del pueblo y del Estado colombianos, que son una fuente inusitada de comentarios, conjeturas, especulaciones y, por consiguiente, motivo de las más diversas explicaciones no oficiales. Por supuesto, todas terminan en descalificar la actuación y en censurar la conducta, lo cual le quita espacio a su legitimidad y a sus realizaciones. No es extraño que muchos de quienes lo votaron y/o lo respaldaron, poco a poco, le retiren su admiración, respeto y acatamiento.

Las explicaciones pasan primordialmente por su estado de salud y más desde que su hermano Juan Fernando Petro se autocalificó y lo calificó a él como poseedor de una anomalía o trastorno en su neurodesarrollo, de origen genético, como suele ser el llamado “síndrome de Asperger”, el cual existe desde siempre a través de la historia, independientemente del momento en que se haya clasificado médicamente como tal o de  si el caso del presidente hubiera sido diagnosticado en algún momento por profesionales idóneos.

La psiquiatra Nathalia Garrido, miembro de un equipo de investigación en trastornos del neurodesarrollo en España, sintetiza sus síntomas como los siguientes, sin pretender adentrarnos en los terrenos de la medicina, advirtiendo que la intensidad de los síntomas puede ser diferente entre personas que la padecen (EL Tiempo 11 de septiembre 2023, entrevista de Maria Isabel Rueda):

  • Se presenta desde edades jóvenes, normalmente por causas genéticas y varios miembros de una misma familia pueden padecerla.
  • Es un trastorno que se asocia con dificultades para relacionarse con otros y para mantener una conversación en forma prolongada.
  • La interacción con los demás puede ocasionarles la necesidad de restablecer su energía vital durante períodos de aislamiento, debido al esfuerzo de la relación presencial anterior.
  • Siempre buscan que la conversación gire alrededor de sus intereses, se vuelven inflexibles, no admiten las bromas, todo se lo toman muy personal y la opinión contraria la interpretan como una ofensa. A veces pasan por ser muy pedantes o petulantes.
  • En consecuencia, tienen la tendencia a pensar que todo está en su contra.  
  • Sus comportamientos son muy rígidos, muy inflexibles, muy repetitivos, lo expresan con el movimiento de sus manos, de sus dedos, que suelen ser muy peculiares en estas personas.
  • En general sus movimientos son torpes.
  • Son personas que se sienten como fuera de lugar toda su vida.

Cada uno calificará si considera que estos síntomas son aplicables a Gustavo Petro, a mí sí me parece y esto no lo demerita como presidente, merece todo el respeto y la consideración de todas las personas. Lo que no está bien es que, si este trastorno ocasiona consecuencias para el normal desenvolvimiento de su gobierno, se tienen que conocer públicamente las debidas precauciones y acciones que deben tomarse o prevenirse, como funcionario público que es y en el cargo más delicado de la nación. De lo contrario: ¿Dónde está el piloto?

Pero, a diferencia de la salud, la otra causa que explica las ausencias del presidente es la dedicación a su proyecto político, no el que quiere desarrollar para Colombia, sino el que se ha propuesto desarrollar para Latinoamérica, al cual, seguramente debe dedicarle muchas horas, en momentos donde los colombianos ni nos enteramos de sus acciones, pero, con seguridad, sí sentiremos sus efectos.

Veamos los hechos recientes a raíz de su viaje a Chile para las efemérides de los 50 años del suicidio del presidente socialista Salvador Allende, cuando se intentó derrocarlo por el General Augusto Pinochet, dado el deterioro político, económico y social al que había conducido al país.

En esta cumbre se encontraron 6 presidentes de la izquierda latinoamericana y no es mera casualidad que hayan sido sólo los de izquierda y entre ellos, Gustavo Petro (quien de nuevo falló en sus compromisos por incumplimiento de su itinerario). Petro afirmó en uno de sus trinos en su viaje a Chile: “voy a pedir la más profunda unidad del progresismo latinoamericano para configurar las fuerzas que puedan hacer perdurar la vida”.

A su vez, la politóloga e Internacionalista Teresa Aya al comentar sobre esta reunión de la izquierda, afirmó: “Es un intento por articular a la izquierda, por buscar escenarios donde su discurso sea valorado y que encaje, para que se pueden integrar nuevamente visiones conjuntas sobre las problemáticas de América Latina”, el Tiempo 11 septiembre 2023.

De Chile le sigue en la agenda de Petro, la reunión en la Habana para participar en otro encuentro donde asistirán sólo las figuras de la izquierda regional y luego sigue para la ONU (lleva cerca de treinta viajes en tan sólo un año).

Es claro para todos ¿Dónde está el piloto?, en la labor de armar una agenda común en la izquierda latinoamericana, articulada con la izquierda mundial. No nos extrañemos de sus ausencias, muy ocupado debe estar.

domingo, 10 de septiembre de 2023

EL CAMINO DE CHILE

 Comentario 11/09/2023

 

EL CAMINO DE CHILE

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Nota: los hechos históricos narrados en este comentario son tomados de diferentes páginas web.

En septiembre de 1973 fue derrocado el presidente socialista Salvador Allende en Chile en un golpe de estado cruento y feroz realizado por la sublevación, inicialmente, de las fuerzas navales y aéreas el 11 de ese mes, bajo el comando del general Augusto Pinochet, situación donde intervino también Estados Unidos según documentos desclasificados de la CIA, quien temía la extensión de gobiernos socialistas y comunistas en el sur del continente. En los bombardeos que se sucedieron y en la toma por parte del ejército chileno al Palacio de la Moneda, donde estaba el presidente, se encontró posteriormente su cadáver, junto al arma con la cual se suicidó.

Salvador Allende perteneció a una familia de clase media acomodada. Estudió medicina y, ya desde su época de estudiante universitario, formó parte de grupos de tendencia izquierdista. Más tarde, alternó su dedicación a la política con el ejercicio profesional, hasta llegar a la presidencia en el año de 1970. Desde la fecha de comienzo del mandato las dificultades que el nuevo gobierno debió enfrentar fueron inmensas. A pesar de ello, la Unidad Popular, su movimiento político, una vez en el gobierno, emprendió la realización de su plan de acción, el cual ponía énfasis en la profundización de medidas reformistas. Así, se amplió el volumen de tierras expropiadas y se inició la socialización de importantes empresas hasta entonces en manos privadas, las cuales pasaron a ser dirigidas por cooperativas de trabajadores asesorados por funcionarios proclives al Gobierno. Además, se concretó la nacionalización del cobre, sin pago de indemnizaciones a las empresas norteamericanas quienes las explotaban, lo cual significó el enfrentamiento con los Estados Unidos, país que a partir de ese momento apoyó abiertamente a los grupos opositores al gobierno socialista.

Esta oposición se estructuró en distintos frentes; en lo político, en un parlamento en el cual representantes de la derecha y los democratacristianos actuaban unidos. A pesar de esta rígida oposición, el Gobierno de Allende en un inicio contó con un apoyo importante por parte de la ciudadanía, en particular de los sectores populares, que se veían directamente beneficiados. En efecto, el Estado subsidiaba gran parte de los servicios básicos, además de apoyar a organizaciones de trabajadores, campesinos y pobladores urbanos en sus demandas de participación.

Este apoyo a la presidencia de Allende se demostraría claramente en las elecciones parlamentarias de 1971 y las municipales de 1973, en las cuales los partidos de la Unidad Popular crecieron en número de votos. Junto con ello, el discurso político de los partidos de izquierda fue adquiriendo tintes cada vez más radicales, en tanto que el enfrentamiento abierto con los grupos opositores se hacía realidad en las calles e indicaba una situación de lucha de clases a sus ojos inevitable. Estos intentos, conocidos como la "Vía chilena al socialismo", concitaron el interés y el apoyo de países u organizaciones tales como el Bloque Soviético, Cuba y los llamados Países No Alineados, lo que se traducía en el envío de ayuda material y de asesores políticos.

A pesar de todo ello, una serie de problemas vinieron a polarizar aún más a la sociedad chilena bajo la presidencia de Allende, en gran medida debido a causas económicas. La inflación se hizo incontrolable, ya que las alzas salariales y los gastos del Estado fueron financiados con emisión de circulante sin base de sustentación en la producción, la cual se vio disminuida y contraída como consecuencia del bloqueo iniciado por los Estados Unidos y el permanente conflicto que vivían muchas empresas, paralizadas en forma permanente por la falta de recursos y materias primas. A ello se agregaban problemas de distribución de alimentos y bienes, lo que hacía difíciles las condiciones de vida del común de la población. El conocido economista chileno Sebastián Edwards en su libro sobre “El proyecto chileno” describe cómo en el momento del golpe de estado: “la situación era insostenible: una inflación del 350% anual, anaqueles vacíos por cuenta de obtusos controles de precios, paralización del transporte, expropiaciones sin adecuada indemnización y movimientos sociales de protesta de todos lados, con enfrentamientos de todos los tipos”.

Este clima de desabastecimiento y crisis, azuzado por los distintos sectores políticos, se tradujo en numerosas movilizaciones a favor y en contra del gobierno de Allende, la más importante de las cuales fue la paralización del yacimiento de cobre de El Teniente, junto a la huelga de los gremios de transportistas, que prácticamente inmovilizó el traslado de bienes de un punto a otro del país. A ello se sumaban conflictos en la universidad y en los colegios profesionales (médicos y profesores fundamentalmente), que dibujaban una división profunda en todos los ámbitos de la vida nacional. Todo lo cual llevó al propio Congreso Chileno en julio de 1973 a solicitar a las fuerzas armadas deponer a Allende. La derecha y algunos sectores de la Democracia Cristiana consideraron la situación insoluble, por lo que decidieron, de forma más o menos abierta, recurrir al recurso del golpe de estado militar contra el presidente Allende. Finalmente, el 11 de septiembre de 1973, el general Augusto Pinochet encabezó el golpe militar. El presidente Allende rechazó las exigencias de rendición y murió en el palacio presidencial, como ya se indicó.

Por su parte, el gobierno de Pinochet se fue al otro extremo del péndulo político, económico y social del enfoque empleado por Allende, ya que implementó un modelo económico neoliberal basado en el libre mercado, la privatización de empresas estatales y la apertura al comercio exterior. Estas políticas fueron asesoradas por un grupo de economistas conocidos como los Chicago Boys. Algunos resultados de este modelo fueron el aumento significativo del crecimiento económico, la reducción de la inflación y del déficit fiscal, y la atracción de inversiones extranjeras. Sin embargo, también se generaron altos niveles de desigualdad, pobreza, desempleo y endeudamiento. Estos problemas sociales fueron una de las causas del descontento popular que llevó al plebiscito de 1988 y a las protestas recientes, en la búsqueda de “la dignidad” del pueblo chileno, según se afirma. Tanto Allende como Pinochet fueron y son sujetos de odios y amores por sus obras, realizaciones, abusos, violencias, persecuciones y, por supuesto, por las convicciones políticas que querían imponer.

Y, ¿cómo está Chile hoy? Es un país fuertemente dividido y polarizado, que no encuentra su camino, bajo la batuta del nuevo gobernante de izquierda Gabriel Boric se hacen intentos por modernizar la constitución, pero en el más reciente de ellos fue rechazado (68% de rechazo) y, por ahora, aún sigue vigente la Constitución que fue desarrollada en la época de Pinochet. Sin embargo, se busca un nuevo camino y una nueva constitución que integre al pueblo chileno, según afirma Boric: “Democracia es memoria y futuro”. Pero, hay voces menos optimistas, como el mismo economista Edwards, quien afirma: “Después del auge socioeconómico de Chile (1984-2016) y de su crisis política (2018-2023), difícilmente, durante las próximas dos décadas, se volvería al liderazgo que tuvo Chile en América Latina. Hay que aprender de las lecciones de Chile.

 

sábado, 9 de septiembre de 2023

LA SOLEDAD DEL PODER

 Comentario 23/10/2023

 

LA SOLEDAD DEL PODER

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Se comenta a menudo cómo cambian las personas cuando están en el poder, tanto que existe un adagio popular: “si quieres conocer a una persona, dale poder”. Poder, dinero, progreso, prestigio, reconocimiento, admiración y respeto suelen ser ambiciosas metas del ser humano en diferentes etapas de la vida, pero especialmente en su juventud y en su madurez, ya que, en la vejez, muchas de las veleidades de esas características suelen transformarse en necesidades de paz, salud, compañía y bienestar.

Además, las personas esperan que, precisamente, el poder les genere dinero, progreso, prestigio, reconocimiento, admiración y respeto, lo cual frecuentemente es así, pero no necesariamente es siempre así. Sin embargo, el dinero, el poder y el prestigio son, casi siempre, temporales, provisionales o efímeros.  Suele hablarse del triángulo del poder cuyos tres vértices son prestigio, poder y dinero. Su dinámica se basa en reflexiones tales como: "El poder genera dinero", "El dinero genera prestigio" y "El prestigio genera poder" con lo cual se cierra un círculo. Se supone que cada elemento del triángulo retroalimenta al siguiente, lo que crea la posibilidad a cada variable de incrementarse. Pero este circuito es limitado en el tiempo, llega el momento en que se rompe, en alguna forma.

Por supuesto, hay maneras diferentes de tener dinero para obtener prestigio y poder, hay personas que gozan de un gran reconocimiento y notoriedad sin ser personas que directamente tengan poder. El prestigio puede expresarse en muchas formas según donde se origine, si es de carácter político, institucional, profesional, por labor social, deportiva, académica, cultural, etc. y, en general, lo acompañan la influencia y el acatamiento. En cualquiera de sus formas (dinero, prestigio, etc.) la ambición de el poder es una de las metas más comunes en el ser humano. Algo que a nivel político se ve mucho más claramente, sobre todo porque los gobiernos son la parte más visible de la sociedad, así que sus prácticas están más a la vista de todos, especialmente el presidente de una nación.

Y es en el campo político al cual queremos referirnos, porque en él se mezclan ideologías, ambiciones, fenómenos de corrupción, de clientelismo, de gobierno y de oposición, de interacción con otras ramas del poder público y de reacciones del pueblo gobernado favorables o desfavorables, como también de influencias nacionales y extrajeras, buenas y malas, en un período de tiempo dispuesto para examinar, para decidir y para ejecutar una labor de gobierno. Nos referimos, por supuesto al gobierno de Gustavo Petro, sometido a todas las circunstancias anteriormente descritas.

En política frecuentemente se afirma que: “El primer año es del gobierno, el segundo del congreso, el tercero de la incertidumbre y el cuarto, de la influencia de la nueva campaña política y sus participantes”. Aunque el nuevo mandatario solo asumirá el poder después de las elecciones generales, que se celebrarán a finales del cuarto año del gobierno anterior o antes si se convocan en forma anticipada, la campaña electoral para un nuevo gobierno suele tener una gran influencia en el gobierno de turno, dado el nivel de la controversia política y electoral. Precisamente, alrededor de esas circunstancias que rodean a un presidente, dado que sólo el primer año suele estar bajo el control pleno del gobernante, se llega a hablar de la “soledad del poder”.

La soledad del poder es un tema que ha sido abordado por diversos autores, desde la literatura hasta la política. Se trata de la sensación de aislamiento, incomunicación y angustia que experimentan algunos gobernantes o líderes cuando tienen que enfrentar decisiones difíciles que afectan a la sociedad o a su gobierno y, con frecuencia, más al término de su período de gobierno. La soledad del poder implica la necesidad de una gran madurez política del gobernante que la padece, por la falta de apoyo, por un lado, y por la conciencia de las consecuencias de los actos propios, por el otro. Ahora, qué ocurre si un gobernante, como Gustavo Petro, ni siquiera tiene el control del primer año, dado que son tantos los sobresaltos, que es más el tiempo que se dedica a defenderse o atacar a sus opositores que a gobernar y con frecuentes e inexplicadas ausencias e incumplimientos. Hay hechos muy notorios que demuestran este aserto:

Comencemos por este último capítulo, sus continuas sus ausencias sin motivo, razón o explicación conocidos: 85 ausencias comprobadas hasta ahora, con rumores sobre inhabilidades o incapacidades o situaciones de salud mentales o físicas que pueden afectar sus capacidades y competencias. Existen muchas dudas sobre si la conducta del presidente obedece a algún tipo de enfermedad física o sicológica y que eventualmente ésta lo inhabilite para el ejercicio de su cargo; de hecho, varios partidos políticos solicitan que certifique con la opinión de un consejo médico calificado su estado de salud, a lo cual él se niega.

  • Los cambios de funcionarios se han vuelto frecuentes (ministros y viceministros) cerca de 50 cambios en lo corrido en sólo un año de gobierno. Inestabilidad en su “nómina de jugadores titulares” con cargos que rotan mucho o que no se llenan y que son sensibles a toda la comunidad.
  • Ideas a “troche y moche”, en forma desordenada, irracional o excesiva, sin tener en cuenta las consecuencias o las normas.
  • Proyectos de cambio a través de las reformas planteadas (salud, laboral, pensiones y política) con consecuencias negativas para el país, los cuales quiere imponer y, por lo mismo, son fruto de gran controversia nacional.
  • El proceso de la paz total lleno de incertidumbre y de “ires y venires”, con afectación a la seguridad y convivencia ciudadana en muchas regiones del país. Negociación con delincuentes, no sólo con insurgentes. Se recuerda el pacto de la Picota y la idea de negociar con narcos y grupos de delincuencia organizada.
  • Relaciones muy accidentadas con los partidos políticos, los alcaldes y los gobernadores.
  • Funcionarios cercanos con investigaciones sobre temas de mucha gravedad.
  • Las actuaciones de los miembros de su familia, como Nicolás Petro y su exesposa, y sus consecuencias en la campaña electoral del año pasado por violación de topes y origen de los recursos.
  • Relaciones internacionales llenas de sobresaltos con países vecinos y aliados.
  • Intervencionismo en diferentes sectores privados (energía, minería, café, petróleo, etc.).
  • Políticas sobre medio ambiente, energía e hidrocarburos que no consultan el horizonte de largo plazo del país, sus capacidades, reservas y necesidades. Pura política, poca sindéresis sobre los temas y con cambios de opinión al ritmo de los acontecimientos. Digamos etc., para no alargarnos.

La soledad del poder debe ser muy dura cuando ni siquiera durante el primer año de gobierno, la buena ventura ha acompañado al presidente Gustavo Petro y su gobierno.


LA VISIÓN DE LARGO PLAZO

 Comentario 02/10/2023

 

LA VISIÓN DE LARGO PLAZO

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Muchos de los problemas que Colombia tiene que resolver son temas que requieren tener una visión de largo plazo. Aspectos tales como la problemática de la salud, de las pensiones, de la tenencia de tierras, la pobreza, la carencia de infraestructura para mejorar la competitividad del país, la educación de calidad, los problemas de la diversificación de las exportaciones, la explotación de las reservas petroleras y mineras, los cultivos ilícitos y el narcotráfico, la implementación del proceso de paz, el cambio climático, etc., cada uno de los temas con todas sus complejidades, consecuencias e implicaciones económicas, políticas, sociales, ambientales y de relaciones internacionales. Hemos mencionado los más fundamentales, sin agotar, por supuesto, el inventario de temas complejos y de solución no inmediata.

La riqueza del pensamiento milenario del pueblo chino acuñó un proverbio que viene muy bien a esta reflexión: “hasta el camino más largo comienza con el primer paso”. Y otro gran pensador sobre los temas de estrategia, el profesor Peter Senge, afirmaba que la visión de largo plazo no es solamente una idea, es una fuerza de impresionante poder y pocas fuerzas humanas son tan poderosas como una visión compartida. Hay dos claves muy importantes en esos pensamientos: comenzar el camino y tener una visión compartida sobre el destino. Eso es precisamente lo que le debería suceder a Colombia, el tener una visión conjunta, nacional, universal, compartida y de largo plazo por parte de la ciudadanía y sus grupos de influencia, tal que permita enfocar los esfuerzos en la dirección correcta, para iniciar el camino, aunque los resultados sólo se vean en el largo plazo. Ambas reflexiones invitan a los ciudadanos, los gobiernos, los movimientos políticos y sociales a pensar en soluciones con visión de futuro y a construirlas, con planeación, ejecución y supervisión integradas, hasta volverlas realidad.

Muchos de los problemas que hemos mencionado antes son de alta complejidad, añejos en su existencia y fruto de la acumulación de circunstancias, errores, indecisiones y decisiones de muchísimos años. Sin embargo, con la visión y el esfuerzo adecuados, se pueden resolver. Es posible pensar en soluciones de Estado y Nación y no sólo de Gobierno, es decir, soluciones que trasciendan el periodo de un gobierno y, por ser prioridades nacionales, continúen en su construcción en todos los gobiernos, independientemente del color político del mandatario de turno.

Socialmente y políticamente es importante, además, pensar en puntos de encuentro comunitarios sobre temas tales como los que se mencionan a continuación a título de ejemplo, no de sugerencias específicas: la defensa de la democracia y la participación libre de los ciudadanos en los procesos electorales, la educación, la salud, la competitividad del país, la infraestructura física y tecnológica, el uso productivo de la tierra y de los recursos naturales, los servicios públicos, la gobernabilidad de los asuntos de gobierno, la actuación armónica y coordinada de los poderes públicos (ejecutivo, legislativo, judicial y organismos de control), el marco de las relaciones internacionales, los TLC y el estímulo a las exportaciones, la defensa del medio ambiente y el enfoque frente al cambio climático, la aplicación de los principios de equidad e igualdad, la superación de la pobreza, el bienestar social, la generación de oportunidades de ocupación para superar las brechas del subempleo y la informalidad, para no enumerar sino los más importantes.

Si, eligiendo unos de estos temas como los centrales y fundamentales, diéramos el paso de establecerlos como objetivos nacionales y trazarles un programa de desarrollo a largo plazo, con soluciones, metas, inversiones, responsables y recursos, el país mejoraría notablemente su progreso, desarrollo y crecimiento, transformándose en una sociedad con más y mejores oportunidades para todos y elevando el nivel de vida, subsecuentemente, y cada vez más.

Por separado mencionaremos los tres cánceres que erosionan la estabilidad del país y su progreso: el narcotráfico con sus secuelas regionales y nacionales, la corrupción y el saqueo de los recursos públicos, y el clientelismo de la clase política que llena a sus participantes de favores burocráticos o presupuestales a cambio de votos, con gran detrimento de la eficiencia del Estado. Estos tres últimos elementos deberían ser, por sí solos, una gran prioridad nacional, ya que en su combate y solución existen grandes oportunidades para los ciudadanos y para las comunidades, además, de superar su perniciosa influencia en las situaciones de violencia e inseguridad.

Ahora, nada se podrá realizar con visión de largo plazo, si no se forma una verdadera cultura ciudadana alrededor de las prioridades nacionales, tal que permita que “todos estemos mirando para el mismo lado”. Este es un proceso complejo de ilustración, reflexión, negociación y decisión, comenzando por los partidos políticos diversos y los grupos sociales de opinión y de acción en toda la geografía, requiere un gran liderazgo y mucha sindéresis, para comprender que la construcción colectiva de largo plazo aporta mucho más que las soluciones individuales de corto plazo de cada grupo político que llega al poder. Otras sociedades demuestran que es posible.

Lo que hoy vemos en Colombia es la más absoluta rivalidad, pugnacidad, polarización, falta de concertación y ausencia de mirada de largo plazo. Cada grupo político quiere superar al otro y en muchos casos, destruir, al opositor. No se propician el estudio de las prioridades nacionales y sus soluciones mediatas y de largo plazo en forma consensuada y comprometida, estamos en un verdadero “sálvese quien pueda” y el gobierno de turno, con su ideología radical, quiere imponer sus “soluciones”, comenzando por destruir lo construido. Ni siquiera tenemos una visión compartida de corto plazo, menos podemos hablar de esa visión colectiva, conjunta y ciudadana para el largo plazo, sin injerencias inconvenientes y sesgadas de la política o del político del momento. Hay que aprender a mirar colectivamente hacia el largo plazo y delinear el futuro para poder construirlo “todos remando para el mismo lado”.

sábado, 2 de septiembre de 2023

LLORA POR MI ARGENTINA

 Comentario 04/09/2023

 

LLORA POR MI ARGENTINA

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Argentina, uno de los países mejor dotados en recursos, oportunidades y posibilidades entre los países de Latinoamérica, el otrora envidiado y aclamado por su estándar de vida, su avance y su progreso, continúa atravesando una situación económica, política y social explosiva y francamente triste, que invita a llorar por ella, en contrario sentido de la reconocida canción atribuida a una famosa frase de Evita Perón (María Eva Duarte), esposa del presidente Juan Domingo Perón (1946-1952 fundador de un movimiento político llamado peronismo de tipo populista) : “No llores por mí, Argentina”.

En pocas palabras, en el momento actual, en lo que respecta a la situación financiera del país suramericano, donde una devaluación del 22 % se suma a la existente inflación del 113,4 % interanual y una pobreza del 44 % de la población, mientras el dólar oficial se cotiza a $130 pesos argentinos, el “dólar azul”, es decir, el callejero, se cotiza a $330 pesos argentinos por dólar, una devaluación no declarada en las cuentas del gobierno y en la economía en general, de más del 150% que causará más estragos hacia el futuro.

Y, el riesgo país, un indicador calculado por JP Morgan que evalúa las posibilidades de recuperar una inversión, llegó recientemente a los 2.935 puntos, según Reuters, el nivel más alto desde el 2020, en comparación, el indicador de riesgo país de Uruguay es de 136 puntos y el de Chile, 169. En Argentina el riesgo es cerca de 20 veces el de estos últimos países. Hoy los propios argentinos no saben qué hacer con su moneda y preferirían, a como dé lugar, poseer dólares y sacar su dinero del país para protegerlo de la devaluación y la inflación.

Este es el momento actual, pero la historia económica de Argentina está llena de sobresaltos, renegociaciones de deuda, bonos del país considerados basura, fondos de financiación llamados buitres, corralitos monetarios, crisis bancarias, devaluaciones, cambio de la moneda circulante y financiaciones extraordinarias por organismos multilaterales, entre ellos, el FMI al que le deben $44.000 millones de dólares, que nadie sabe de dónde van a salir para poder pagar. Entre los grandes inversionistas mundiales, ya nadie cree en Argentina como país de inversión, porque para ellos dejó de ser una nación con riesgo moderado y multitud de oportunidades.

Argentina arrastra así grandes problemas que no ha podido resolver, entre ellos un alto déficit de las cuentas públicas y un gasto con fuerte componente de ayuda social, acompañado de una importante emisión de su moneda, una economía y empleo informales en crecimiento, escasez de reservas y de liquidez para afrontar pagos de la deuda, tarifas energéticas subsidiadas, en el contexto del encarecimiento del petróleo y del gas por la guerra en Ucrania y una eterna desconfianza en el peso argentino y en la economía en general, que ha sido construida de crisis en crisis.

¿Cómo se llegó allí?

Simple y llanamente por populismo, demagogia, manejo poco ortodoxo y abuso de su Banco Central (Banco de la República) para financiar gasto público, lo cual ha ocasionado el desajuste extremo en sus finanzas públicas, de hecho, los pasivos del Banco Central son mayores por mucho al total de sus activos, caos que ha llevado a Javier Milei, ganador de la mayor votación en las recientes elecciones primarias para definir candidatos a la Presidencia, a afirmar que uno de sus primeros actos de gobierno sería cerrar el Banco Central, para acabar con el desorden monetario y la corrupción de los gobiernos Kirchneristas.

El kirchnerismo es un movimiento político de Argentina que se basa en los principios e ideales del peronismo, pero con una orientación más progresista. El kirchnerismo surgió en el año 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia del país tras la grave crisis económica, social y política de 2001. Kirchner impulsó una serie de medidas, poco exitosas, para reactivar la economía, renegociar la deuda externa, fortalecer el rol del Estado, ampliar los derechos sociales y humanos, y enfrentar los crímenes de la dictadura militar.

Tras su muerte en 2010, su esposa y sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, continuó con su proyecto político hasta el año 2015, cuando finalizó su segundo mandato. Actualmente actúa como la vicepresidenta del gobierno de Alberto Fernández, quien termina su mandato en diciembre del presente año. El kirchnerismo también generó fuertes resistencias y críticas por parte de sectores de la oposición, los medios de comunicación, el poder judicial y algunos grupos sociales, que lo acusaron de autoritarismo, corrupción, populismo e intervencionismo (cualquier parecido con el gobierno actual de Petro en Colombia no es mera coincidencia).

El éxito del candidato Milei se explica como una reacción de “rabia y desespero” de gran parte de la población frente a la situación actual económica, política y social, que ha llevado al propio presidente Fernández a afirmar que: “Yo ese malestar lo entiendo”, ya que, desde el fin de semana de las elecciones, Argentina ha sufrido varios ataques y robos a locales comerciales en distintos puntos del territorio, lo que, según el presidente, ha sido obra de bandas organizadas. Y afirma también: “Algunos agitaron eso aprovechando un momento difícil y el resultado electoral, con fines de robos y algunos con fines políticos”.

Frustración, incertidumbre y desespero son las motivaciones actuales del pueblo Argentino, de hecho, para muchos ciudadanos, el país está en una sin salida, si no hay un cambio radical en el estilo y la forma de gobierno, con vuelta a la ortodoxia y el buen manejo monetario y de los presupuestos públicos, con generación de confianza para atraer, de nuevo, a la inversión extranjera y para reactivar su economía productiva tal que se combata la inflación y el desgreño del gobierno en el manejo del gasto público. Pero, lamentablemente, muchos ciudadanos quieren seguir viviendo de subsidios del Estado a los que los acostumbró el kirchnerismo, sin causa que realmente lo justifique, distinta a las pretensiones políticas de los líderes de ese movimiento político de corte caudillista.

Debemos aprender de Argentina, ese no es el camino, no conduce a ningún destino exitoso, por el contrario, es una vía segura a un proceso de deterioro económico y social que se profundiza más y más, cada vez que los gobiernos progresistas quieren continuar con su modelo estatista, populista, demagógico e intervencionista.

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...