lunes, 6 de marzo de 2023

¿REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA O DEL CRECIMIENTO?

 Comentario 07/03/2023

 

¿REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA O DEL CRECIMIENTO?

 

Por: Carlos Alberto Mejía C.
Ingeniero Industrial y Administrativo.
https://reflexiones-de-cam.blogspot.com/

 

Dos grandes enfoques sobre los países han estado en boga en los modelos de desarrollo social y económico que han tenido una significativa notoriedad en los últimos años: la redistribución de la riqueza o la redistribución del crecimiento[1]. En una forma sucinta veamos qué significan cada uno de ellos en sus características y cualidades.

Para buscar disminuir las desigualdades, sin salirse de una economía de corte capitalista, el mayor exponente del modelo de distribución de la riqueza son los países de la comunidad europea de naciones, cuyo enfoque obedece a los llamados Estados de Bienestar, según los cuales, los Estados tienen que velar por el bienestar de las personas, en su salud, educación, protección para la vejez y bienestar social (deporte, recreación y cultura), independientemente del crecimiento económico de sus respectivas economías. Como resultado, la economía europea lleva muchos años de un bajo y lánguido crecimiento económico (PIB), si bien ha disminuido la desigualdad.

Por el otro lado, hay países que, sin perder de vista la disminución de las desigualdades, le ha apuntado al crecimiento económico, para generar más oportunidades, tales que permitan que todos los individuos puedan acceder a niveles de calidad de vida superiores y, por supuesto, al cubrimiento de sus necesidades básicas en salud, educación, vejez y bienestar social. Nos referimos a los países del sudeste asiático donde existen altísimos niveles de PIB per cápita (Taiwán, Singapur, Malasia, Corea del Sur, etc.). Todos estos países les apuntaron a modelos económicos y sociales basados en el crecimiento con economías abiertas.

Un caso un poco diferente, pero basado también en el crecimiento es el de China, quien, conservando un fuerte control político en su gobierno con partido único, logró salir de grandes niveles de pobreza apuntándole al crecimiento económico[2], con lo cual ha logrado crear una amplia clase media, si bien persisten niveles de desigualdad entre sus ciudadanos. Su preocupación no fue salir de la pobreza distribuyendo la riqueza existente, sino crear más riqueza a partir del crecimiento para, efectivamente, disminuir la desigualdad y la pobreza. De hecho, este inmenso país hoy posee grandes empresarios, los cuales están invirtiendo por todo el mundo para diversificar su economía y capturar nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo.

En Colombia tenemos la tendencia a pensar en el Estado benefactor, donde se espera que el presupuesto público les resuelva a las personas sus necesidades básicas, mediante un pensamiento centrado en la distribución del ingreso y la riqueza. De hecho, esta manera de pensar invade, también, a algún grupo de empresarios del sector privado quienes esperan que sea el Estado quien les genere oportunidades de desarrollo y les solucione los problemas cuando algún sector económico no va bien, tiene dificultades o está en fase declinante de su negocio. Por supuesto, algunos de los partidos políticos y de los funcionarios corruptos son favorecedores de un Estado fuerte, benefactor, interventor y proclive a la corrupción y la politiquería. Como resultado en Colombia tenemos una economía endeble, con insuficiente crecimiento económico, un PIB per cápita aún muy bajo y un nivel de desarrollo débil. De hecho, el Estado ha acumulado grandes déficits y elevado el endeudamiento, y sectores como los de salud, pensiones, infraestructura, servicios comunitarios, etc. son deficitarios o insuficientes para las necesidades del país.

Colombia está estrenando nuevo gobierno, el cual tiene la oportunidad de cambiar paulatinamente las cosas, para empoderar al sector privado y sus ciudadanos y disminuir la injerencia del Estado, concentrando sus esfuerzos en crear condiciones que favorezcan el desarrollo y el crecimiento de las empresas y los empresarios formales o informales y, por esta vía, a toda la comunidad. Sin embargo, el plan del gobierno pasa por hacer más fuerte al Estado como prestador de servicios de alto impacto para la comunidad y con una fuerte injerencia en el sector privado a partir de la regulación, las políticas, las normas y los tributos. Además, con un discurso anti empresarial que crea odios y rechazo entre trabajadores, empleadores y Estado, la llamada lucha de clases.

Esto no debe ser así y requiere, por supuesto, un cambio de mentalidad y de conducta frente al Estado y frente al desarrollo de los negocios. Es el empresario quien tiene que hacer empresa y es el estado quien tiene que crear condiciones favorables para hacer empresas exitosas, sin un intervencionismo ni dirigismo de la economía. No es fácil cambiar este “chip”, pero los ejemplos que hemos dado de los países asiáticos demuestran que sí es posible. Hay que crear cultura, mentalidad y tener un poco de sacrificio mientras el camino se “endereza”.

El Estado Colombiano y sus ciudadanos no pueden seguir con una visión paternalista, asistencialista y proteccionista de la misión del Estado frente a la economía y a los problemas sociales. Subsidios y beneficios sólo donde sea indispensable la acción del Estado. Este debe concentrarse en crear condiciones adecuadas para que la economía crezca muy bien y por esta vía generar oportunidades para todos. Acabar la desigualdad y la pobreza completamente no será posible nunca, pero, con seguridad, habrá menos pobres y menor pobreza, más clase media y más oportunidades, con gente más preparada para capturarlas. Necesitamos más empresarios y más empresas, que hagan empresa formal  o informal, sin esperar que el Estado la haga por ellos.

 



[1] Nos referimos a modelos de economía abierta, de tipo capitalista, con propiedad y libertades privadas y con preeminencia del sector privado, antes que del Estado.

[2] “No importa de qué color sea el gato, con tal que cace ratones” decía Deng Xiaoping, para significar que no era tan importante si el modelo económico era capitalista o socialista, lo importante para él era que sí funcionara, es decir, generará crecimiento, progreso y bienestar para todos los ciudadanos. Deng ascendió gradualmente al poder supremo y condujo a China a través de una serie de reformas de mercado, lo que le valió la reputación de "Arquitecto de la China Moderna"

No hay comentarios.:

ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO

  Comentario 07/07/2025   ECONOMÍA RESILIENTE Y MAL GOBIERNO   Por: Carlos Alberto Mejía C. Ingeniero Industrial y Administrativo. ...